Tecnologia sin miedo para adultos mayores

Del WhatsApp al home banking. Con pandemia o sin ella, la tecnología y sus herramientas representan una gran posibilidad de conexión y acercamiento para este sector de la población. Especialistas detallan cómo incorporarla.

“Incorporar la tecnología es la manera de estar conectados y de combatir el aislamiento, que es un factor de deterioro considerable. La soledad y la falta de contacto son elementos que afectan la vitalidad y provocan trastornos psicológicos. Más aún en época de cuarentena, cuando se ven limitados en sus desplazamientos fuera de casa. Es salir al mundo sin salir de su hogar”, explicó Alicia Moszkowski, embajadora de Aging.

Desde el inicio de la pandemia de coronavirus se habla de los efectos del aislamiento. Estar lejos de los seres queridos, no poder salir, ver pasar la vida a través de la ventana… Algunas de estas sensaciones ya eran experimentadas desde antes del Covid-19 por los adultos mayores (y probablemente sigan más allá de la pandemia). En ese sentido, una gran posibilidad de conexión y acercamiento para este sector de la población es la incorporación de tecnología a sus rutinas.

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“Es la manera de estar conectados y de combatir el aislamiento, que es un factor de deterioro considerable. La soledad y la falta de contacto son elementos que afectan la vitalidad y provocan trastornos psicológicos. Más aún en época de cuarentena, cuando se ven limitados en sus desplazamientos fuera de casa. Es salir al mundo sin salir de su hogar”, explicó a Clarín Alicia Moszkowski, embajadora de Aging2.0.

«Nietos y tutoriales no están preparados para enseñar a adultos mayores, donde la explicación requiere habilidades y conocimientos específicos», opinó Beatriz Bisesti, especialista en enseñanza de tecnología a adultos mayores. Foto: Shutterstock.

Aging2.0 Buenos Aires Chapter organiza, en conjunto con la residencia para adultos mayores We Care, un ciclo de encuentros destinados a personas mayores que desean vencer el temor a las herramientas tecnológicas.

Beatriz Bisesti, especialista en enseñanza de tecnología a adultos mayores convocada por We Care, coincidió y añadió que “desde hacer las compras en el supermercado, bajar una película que les interesa, visitar un museo o escuchar un concierto, hacer trámites diversos, operar sus pagos por home banking, o conversar con la familia por videollamada son ejemplos de cómo el acceso a la tecnología les facilita la vida”.

Del WhatsApp al home banking: encuentros para que los adultos mayores le pierdan el miedo a la tecnología. Foto: Shutterstock.

Según Bisesti, aunque antes de la cuarentena muchos se resistían, ahora “han aceptado esta opción y han intentado distintos caminos de aprendizaje, ya sea recurriendo a sus familiares que les enseñan a distancia o leyendo algunos tutoriales”. Sin embargo, la especialista aclaró que “la dificultad estriba en que nietos y tutoriales no están preparados para enseñar a adultos mayores, donde la explicación requiere habilidades y conocimientos específicos; entre ellos, recursos didácticos, lenguaje llano y mucha paciencia. Es una dinámica muy distinta a la usual en otras franjas de edades”.

Entre los desafíos con los que se encuentran los adultos mayores a la hora de enfrentarse a la tecnología, Beatriz mencionó principalmente que “tienen es tomarse el tiempo necesario y superar los obstáculos que aparecen”. Para ello, las claves son “aprender a mirar la pantalla, analizarla, comprenderla; sacarse el miedo y la idea de que si tocan un botón puede pasar algo terrible; superar la frustración al no lograr lo que se quiere hacer y seguir intentando”. “Sólo conociendo un tema se supera el miedo y sólo intentando se pueden superar los obstáculos”, añadió.

Del WhatsApp al home banking: encuentros para que los adultos mayores le pierdan el miedo a la tecnología. Foto: Shutterstock.

A la hora de señalar las herramientas o plataformas más utilizadas entre esta población, Bisesti mencionó a buscadores como Google o Bing, plataformas de relacionamiento, Facebook, WhatsApp, correo electrónico, videollamadas por Zoom o Google Hangouts, Skype y, en menor medida, home banking.