Investigadores mal remunerados
La inversión en Ciencia cayó en la gestión de Cambiemos y lo mismo pasó con el poder adquisitivo de las becas y los salarios de investigadores. El Gobierno de Fernández dio un aumento de emergencia para becas doctorales y posdoctorales, pero no hubo incrementos ni medidas especiales en lo salarial.
En el medio de la pandemia del nuevo coronavirus el rol de la Ciencia argentina volvió a destacarse, por ejemplo por los distintos tests desarrollados por investigadores del Conicet para medir los anticuerpos contra el SARS-CoV-2 o para detectar la presencia del virus. Sin embargo, tanto los investigadores como el propio directorio del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) piden más financiamiento y, sobre todo, mejores sueldos.
En esta nota te contamos qué pasó en los últimos años con el financiamiento para la Ciencia argentina y, puntualmente, cómo variaron las becas y los salarios de los científicos del Conicet.
¿Cómo funciona el Conicet?
Según los últimos datos oficiales, en 2019 el Conicet tenía 10.923 investigadores. El sitio oficial explica que los miembros de la Carrera del Investigador Científico y Tecnológico (CIC) “son personas con formación universitaria que se dedican en forma exclusiva a la investigación”, así como también su aplicación, difusión y formación de nuevos investigadores. Dentro de esta carrera hay cinco categorías: asistentes (2.930), adjuntos (4.072), independientes (2.595), principales (1.118) y superiores (208).
Pero, además, el instituto científico “promueve la formación de recursos humanos para la investigación mediante becas doctorales y posdoctorales” dirigidas “a jóvenes graduados universitarios”. Esta beca consiste en el pago de un estipendio mensual, el otorgamiento de cobertura de una Aseguradora de Riesgo de Trabajo (ART) y, “en los casos que corresponda, la cobertura médico asistencial”. Como se trata de una beca y no de un salario, no se realizan aportes ni descuentos jubilatorios. Estas becas en 2019 fueron 10.295: 7.790 eran becas doctorales y 2.505 posdoctorales.
Con Cambiemos cayó el financiamiento: las becas y los salarios perdieron contra la inflación
La inversión en Ciencia y Técnica, que incluye el gasto de todos los ministerios o agencias estatales en investigación y desarrollo, transferencia de tecnología, educación de postgrado para formación de investigadores y promoción de las actividades científicas y técnicas, cayó durante la Presidencia de Mauricio Macri (Cambiemos).
Entre 2015 y 2019, el gasto en Ciencia bajó un 36% en términos reales -es decir, en relación a la inflación-. También cayó en relación al presupuesto total: era el 1,5% de todo lo que gastaba el Estado nacional en 2015 y bajó al 1%, el menor valor desde por lo menos 2004. También empeoró en relación al Producto Bruto Interno (PBI): en 2015 la inversión en este área representaba el 0,35% del tamaño de la Economía, mientras que en 2019 fue el 0,23%. Todo esto según los datos oficiales del Ministerio de Economía de la Nación.
Esta caída también se vio reflejada en las becas y los salarios. La paritaria de los investigadores o del personal administrativo del Conicet es la misma que la de los estatales y sus salarios cayeron en términos reales cerca de un 41% en la gestión de Cambiemos, según muestra un informe de Mariano Barrera, investigador adjunto del Conicet y analista del Centro CIFRA, vinculado a la CTA de los Trabajadores liderada por el sindicalista docente y actual diputado nacional por Unidad Ciudadana, Hugo Yasky.
En 2020 mejoraron las becas, pero los salarios no
En enero último, al inicio de la nueva gestión de Alberto Fernández, el Gobierno anunció la “recomposición en las becas doctorales y posdoctorales del Conicet”. Estas becas, que en diciembre de 2019 eran de $29.817 para hacer el doctorado y $36.752 para quienes realicen el posdoctorado, se aumentaron mensualmente hasta que en junio último llegaron a ser de $45.430 y $54.833, respectivamente. Un aumento cercano al 50%. Estos valores son los que se le otorgan a estudiantes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, La Plata y Mar del Plata (Provincia de Buenos Aires), Córdoba capital (Córdoba) y Rosario (Santa Fe), aunque en otras zonas del país se paga más.
Este aumento generó que las becas lograran recuperar parte del poder adquisitivo perdido en los últimos años, pero no todo: todavía seguían casi un 20% por debajo de lo cobrado en diciembre de 2015 en términos reales, según un análisis del Conicet enviado a Chequeado por el sector de Prensa de dicho organismo.
Además, los salarios que cobran los investigadores del Conicet no aumentaron excepcionalmente como las becas. “El salario venía muy deteriorado, como toda la administración pública, desde el Gobierno anterior. Y en la parte de los investigadores empeoró este año, porque no hubo ajustes adicionales”, explicó a Chequeado Jorge Aliaga, ex decano de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y ex subsecretario de Evaluación Institucional del ex Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación entre 2014 y 2015 -durante el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner-.
“El congelamiento de la paritaria del sector público nacional hasta finalizada la pandemia implicó que para los investigadores, personal de apoyo y administrativos de la institución no hubiera aumentos salariales durante 2020. Naturalmente, esto profundizó la caída de los salarios de la era Macri”, señala el informe de Barrera.
Según los propios datos del Conicet, en julio último los salarios de los investigadores era un 40% menos en términos reales que los de fines de 2015. Y actualmente el salario es similar al que cobraron en el peor momento de la crisis de 2002, según el estudio de Barrera.
A comienzos de año distintos investigadores enviaron una carta al Gobierno reclamando por su situación, pedido que repitieron en junio. Incluso el directorio del Conicet emitió un comunicado en julio último en donde pidieron, entre otras políticas, “medidas de emergencia” para “revertir el deterioro salarial” del sector público científico, ya que consideraron que “la situación de los estamentos iniciales de la carrera del investigador/a, de muchos técnicos y administrativos es crítica”.