Así será el hospedaje en tus próximas vacaciones
Las cadenas hoteleras del mundo entendieron que un estricto protocolo de higiene y desinfección vale más que una amplia carta de comidas, un buen desayuno o un gimnasio bien equipado. Check in virtual, recepciones vacías y señales en el piso que indicarán la forma de circular. formarán parte de la postal de recibimiento para quien se hospede en un hotel en tiempos de “nueva normalidad” por la pandemia. No habrá valet parking y la sonrisa de bienvenida será con acrílico de por medio..
Los hoteles, sobre todo los de categoría, readecuaron sus espacios y las dinámicas de trabajo para que los huéspedes tengan todo lo que necesiten al alcance de la mano, es decir, a un click. Para empezar, el contacto con el personal será a través de un chat siempre que sea posible. Además, los restaurantes tendrán cartas más acotadas y menos mesas. Los que mantengan los servicios de buffet, lo harán de forma asistida para evitar la manipulación de los alimentos. Para quienes prefieran quedarse en la habitación, la opción será recibir el menú herméticamente cerrado en la puerta. Las suites, además, serán sometidas a estrictos controles de desinfección con los mismos productos que se utilizan para limpiar los hospitales.
Las estaciones de alcohol “invadirán” todos los pisos y las áreas comunes. Además, los ascensores, las manijas de las puertas y el mobiliario serán desinfectados cada hora. Algunas zonas se clausurarán y en las que sigan en funcionamiento se reducirá la cantidad permitida de personas. “Nos estamos adaptando al nuevo rumbo de esta industria y cuidar a la gente es nuestra prioridad”, señala Claudia Álvarez Argüelles, CEO de la cadena que lleva su apellido, que tiene catorce establecimientos en el país, entre ellos el Costa Galana de Mar del Plata. La ejecutiva afirma que está preparada para reabrir y que, por ejemplo, en cada una de las suites eliminó los detalles de decoración innecesarios que puedan ser foco de contagios. Alvarez Argüelles trabajó los protocolos en base a los que aplicaron los hoteles europeos.
“Ya implementamos todas las medidas sanitarias y estamos preparados para trabajar al 70 por ciento de nuestra capacidad”, comenta Andrés Hasdeu, director de ventas del Sheraton Buenos Aires y del Park Tower. Reconoce que recién llegaría al 50 por ciento de ocupación a fines de 2022. Para el año próximo, espera un 30 por ciento porque la conectividad aérea seguirá siendo baja, salvo que surja la vacuna, acontecimiento que podría acelerar la recuperación. “El 80 por ciento de nuestros clientes son extranjeros y un alto porcentaje es turismo corporativo”, precisa.
En el Alvear, el grupo con cuatro hoteles en el país, aseguran tener todos los protocolos para la reapertura: desde los de las áreas de alimentos y bebidas hasta los del funcionamiento del establecimiento y el manejo del personal para evitar que se crucen con los huéspedes. “Cuando la cuarentena se flexibilice esperamos una gran demanda de gente que busque mimarse”, adelanta Andrés Kalwill, director del grupo que durante el confinamiento buscó eficientizar su estructura de costos de los edificios.
Puertas adentro, los hoteles designaron “equipos responsables de la desinfección”. Los empleados tendrán ingresos con horarios escalonados, sus uniformes se lavarán todos los días a más de 70 grados y los kits de protección también serán desinfectados diariamente. Se ampliará el horario de los restaurantes, se desinfectarán los salvavidas y las reposeras se ubicarán con la distancia exigida. Los huéspedes que ingresan a la piscina deberán permanecer a dos metros en el caso de que no sean del mismo grupo familiar. Los salones de uso común, el spa y el gimnasio podrían ser los últimos espacios en rehabilitarse.
Creatividad: la reconversión de hoteles Más allá de los preparativos para la vuelta, los hoteleros se preocupan en cómo subsistir en un negocio que tardará en recuperar altos niveles de ocupación. Por eso, algunas cadenas ponen en marcha estrategias de diversificación y cambios. El hotel Sheraton y el Park Tower, administrado por la cadena Marriot, avanza con la construcción de espacios de oficinas de coworking para alquilar, instalaron un estudio de televisión en uno de los salones para seminarios por streaming con capacidad de hasta 1500 personas en forma online y armaron salones de reuniones con tecnología para hasta cinco personas, en las que pueden llevarse a cabo reuniones presenciales o híbridas. La creatividad parece no tener límites para “mimar” al cliente: se crearon espacios insonorizados a los que llaman Facebooth, para que quienes contraten escritorios puedan tomar llamadas con privacidad y hasta pensaron en suites con gimnasios individuales.
Hubo hoteles porteños que apostaron al negocio de los alquileres temporarios para cubrir una demanda que va desde los médicos que quieren aislarse de sus familias hasta parejas que se separaron. Pero la tendencia que más adeptos ganó fue la reconversión de las suites en oficinas que se alquilan por horas o día. Uno de los pioneros en el mundo fue el hotel Wythe ubicado en Brooklyn, Nueva York. Para hacer la transición de cuarto de hotel a oficina, la cadena convocó a la firma Industrious, un proveedor de espacios de oficinas temporales. Tras la reforma, uno de sus pisos ofrece 13 oficinas y no sólo se quitaron las camas de las habitaciones sino que también reconfiguraron los cuartos, que fueron convertidos en lofts, con capacidad para hasta cuatro personas. Ahora estos lugares de trabajo, que tienen la característica de ser pet friendly, ofrecen ventanales de piso a techo y una terraza privada que invita, según las condiciones climáticas, a trabajar al aire libre. Jamie Hodari, CEO de Industrious, destaca la tendencia de las empresas que buscan cada vez más diferentes tipos de espacios de oficina que permitan a sus empleados trabajar desde cualquier lugar.
Los consultores del sector afirman que esta modalidad de convertir hoteles o parte de ellos en oficinas no se terminará con la partida del Covid -19. Por el contrario, creen que este es un cambio que será duradero y que tal vez sea el primer paso de la reconversión hotelera. Los directivos pueden comenzar a pensar, por ejemplo, en hacer de sus salones, oficinas privadas con acceso a todos los servicios del hotel: desde la lavandería hasta la cancha de tenis.
La tendencia del room office también llegó a la Argentina. La marca de hoteles NH la implementó en Bogotá y ahora reconvertirá las suites de sus establecimientos en el país: los espacios estarán equipados con escritorio y silla ergonómica, wifi de alta velocidad, servicio de impresión en el business center y TV con señal de cable. Víctor Feingold, director de la empresa de consultoría, diseño y construcción de oficinas Contract cree que el avance de la tendencia está relacionado con un nuevo estándar que es el de la oficina policéntrica. En otras palabras, los empleados podrán trabajar en un espacio localizado en un lugar diferente a la oficina central que, por ejemplo, podría estar en las inmediaciones de donde viven. “Como necesitan contar con todos los servicios, la infraestructura y las comodidades que la organización tiene en la sede central, los hoteles son espacios ideales”, explica Feingold.
Para Noel Verger, director de la división hoteles de LJ Ramos, hace tiempo que el mercado local reclama una renovación. «Cuando la pandemia pase y las aguas vuelvan a su nivel, algunos hoteles se verán obligados a cerrar y muchos deberán reconvertirse. Los inmuebles destinados a la hotelería son adaptables en consultorios, clínicas o geriátricos. Otra opción muy utilizada es, en el caso de los medianos y grandes complejos, diversificar el edificio por zonas, por ejemplo, habilitar un sector de hotelería, otro de oficinas temporales y otro de alquileres residenciales de corto plazo», concluye el especialista.
Fuente: https://www.lanacion.com.ar/propiedades/asi-sera-hospedarse-hotel-tus-proximas-vacaciones-nid2424730