¿En qué coinciden las poblaciones más longevas?
Para poner en práctica! Los hábitos que se repiten en los lugares con mayor expectativa de vida.
Una copa de vino por día: si es en compañía, mucho mejor.
En algunas poblaciones, encontrar varias personas que ya hayan cumplido 100 años o que estén próxima a esa edad no resulta tan raro.
Se trata de lugares distribuidos en todo el mundo (Cerdeña, Italia; Okinawa, Japón; Loma Linda, California; Ikaria, Grecia; y Nicoya, Costa Rica) y que cuentan con varios puntos en común.
Distintos investigadores tomaron estos datos para tratar de descubrir cuál era el secreto. Uno de estos trabajos es el llamado “blue zones” que realizó Dan Buetter junto a National Geographic.
La licenciada en nutrición y columnista de Entremujeres, Rocía Runca resumió las características en común.
Consumir vegetales frescos y secos, una clave.
1. Siguen una alimentación basada en plantas
Esta incluye plantas frescas y secas, como verduras y frutas, granos, cereales y legumbres. Algunos son vegetarianos o comen muy poca cantidad de carne, con preferencia de aves de corral, pescados, huevos de campo o quesos de cabra. Además, la elaboración de los alimentos es esencialmente casera y coinciden en el ritual de la mesa.
2. Beben una o dos copas de vino tinto por día
Muchas veces, casero, y como acompañamiento de las comidas o entre amigos. Este aporta una buena dosis de flavonoides, sustancias protectoras cardiovasculares y que contribuyen a la prevención del cáncer. Los mismos componentes se encuentran en el chocolate amargo y en algunas verduras.
El contacto con la naturaleza aporta energía.
3. Tienen contacto diario con la naturaleza
Está estudiado que el contacto con la tierra genera bienestar, actúa como un poderoso antioxidante y anula la inflamación producida por los radicales libres.
4. Sus rutinas son simples y con el menor estrés posible
Estas comunidades coinciden en tener una vida naturalmente sin tensiones ni sobrecargas. Además, dedican un tiempo diario para recordar a sus ancestros, orar, meditar y descansar.
Una vida activa prevenie enfermedades.
5. Viven en familia o en comunidad
Hoy se sabe que el entorno donde pasamos más cantidad de tiempo influye directamente sobre la calidad y la forma de vida. No aislarse y buscar un entorno gratificante resulta fundamental.
6. Son activos
Los espacios que los rodean los lleva a realizar constantemente actividad física. Además, mantienen la huerta familiar o comunal. El ejercicio físico ayuda a prevenir procesos de osteoporosis, que tantos problemas traen en la calidad de vida durante la tercera edad, estimula el buen funcionamiento del cuerpo, activa el sistema circulatorio, previene enfermedades metabólicas como la hipertensión y la diabetes.
La alimentación basada en plantas repercute en la buena salud.
7. Tienen propósitos
La pregunta clave sería ¿cuál es la razón por la cual me levanto cada mañana? En Okinawa, lo llaman “Ikigai” y los nicoyanos “plan de vida”. Descubrir cuál es el propio y compartirlo con la comunidad es parte de una vida satisfactoria. Además, no se jubilan ni retiran. Siguen activos en su comunidad, compartiendo sus dones y talentos, y eso los hace sentir útiles y valorados.
“No todo son los genes. El entorno, los hábitos y, en definitiva, la forma que elegimos para nuestro día a día influyen directamente la salud, la calidad de vida y la felicidad”, concluye Runca.
Rocío Runca es licenciada en nutrición y especialista en nutrición natural y sensitiva.
Fuente: Clarín