Los audífonos pueden mejorar tu vida

Las personas con visión borrosa nunca andarían sin un buen par de anteojos recetados. Pero la audición parece ser otra historia.

Según un estudio un sorprendente 80% de los adultos de 55 a 74 años que se beneficiarían de los audífonos no los usan. Algunos simplemente no quieren aceptar que su audición ha empeorado; para otros, es una cuestión de vanidad: usar audífonos envía la señal de que están envejeciendo.

Otro motivo podría ser el precio. Y también el hecho de que a veces los dispositivos pueden ser difíciles de programar en forma óptima y es necesario visitar al audiólogo varias veces antes de que resulten cómodos.

Cualquiera que sea la razón de la resistencia de tu pareja, padre o amigo, es probable que su vida mejore de muchas maneras si lo puedes convencer de que obtenga la ayuda que necesita.

Busca un momento para hablar en que ninguno de los dos esté estresado. Evita la confrontación; mantén un tono calmo y amable y trata de averiguar por qué se rehúsa a obtener ayuda. Una buena manera de empezar la conversación podría ser: «Me he dado cuenta de que tienes dificultades para oír. ¿Qué crees que está pasando?». O: «Ayúdame a entender por qué no quieres ver a un médico».

A continuación te presentamos más consejos de expertos.

Respalda los beneficios con hechos. «Deja la emoción fuera de la conversación y reemplázala con investigación», aconseja Maria Wynens, una audióloga de Atlanta. Usar audífonos presenta muchos beneficios y hay estudios bien documentados que lo comprueban; entre los beneficios se cuentan un menor riesgo de deterioro cognitivo y demencia, un matrimonio más sólido y hasta la capacidad de obtener mayores ingresos.  

Sorpréndelo con las innovaciones. Los dispositivos de hoy definitivamente no son los audífonos de nuestros padres. Estas son algunas de las fantásticas funciones de alta tecnología:

  • Conexión Bluetooth: los audífonos actuales pueden reemplazar los auriculares inalámbricos y transmitir sonidos desde el teléfono inteligente, la computadora portátil o el televisor directamente al oído.
  • Monitoreo de actividad física: algunos audífonos pueden calcular el nivel de actividad y la cantidad de pasos.
  • Intérprete personal: con la ayuda de una aplicación, es posible traducir otros idiomas (algo para tener en cuenta en las próximas vacaciones).
  • Visitas a domicilio de alta tecnología: «Muchos fabricantes de audífonos están integrando la telesalud», dice Jackie Clark, audióloga y profesora clínica de audiología en University of Texas en Dallas. «Ahora el audiólogo puede ajustar la configuración de los audífonos sin que el paciente tenga que ir al consultorio».
  • Alerta de caídas: los audífonos con sensores pueden detectar caídas y enviar una notificación para pedir ayuda.

Y son pequeños: los audífonos grandes y llamativos de hace décadas han sido reemplazados por dispositivos elegantes, sofisticados y discretos.

Saca cuentas. Es cierto que los audífonos no son baratos, pero si consideras el costo por uso (el precio dividido por la cantidad de veces que la persona usará los audífonos), puede parecer una ganga. La vida útil promedio de los audífonos es de cinco a ocho años. Algunos fabricantes ofrecen planes de pago y hay también otras maneras de ahorrar en los dispositivos.

Destaca el carácter personal. Un problema auditivo no solo afecta a la persona que tiene el trastorno. «Toda la familia se ve afectada porque todos tratan de adaptarse». «De hecho, algunas personas ni siquiera tienen una percepción real de su pérdida auditiva. Tuve una paciente que no conocía la magnitud de su problema porque todos a su alrededor gritaban para que ella los oyera, o subía el volumen del televisor tanto como quería. Ella no sufría porque todos se adaptaban». Si tu ser querido se niega a aceptar la situación, puedes ayudarlo a entender el grado de su problema auditivo llevando la cuenta —con un diario o grabaciones de audio— de cuántas veces al día le pide a alguien que repita algo.

Acompáñalo. Ofrécete a ir al audiólogo con tu ser querido nada más que para realizar una prueba de audición y ver qué dice el médico (las figuras de autoridad a menudo tienen más éxito para convencer a las personas de que actúen). «Las personas de afuera siempre ayudan». «Cuantas más personas puedo traer al consultorio para ayudar al paciente que tiene pérdida auditiva, mejor. Relaja un poco el ambiente y le quita la presión al paciente».

Informa a tu ser querido que puede probar los audífonos (sí, se puede hacer eso). Así tendrá la oportunidad de acostumbrarse a usar el dispositivo antes de tomar una decisión final.

Negocia. La reciprocidad, como la llaman los psicólogos, es una estrategia centrada en un principio simple: las personas suelen devolver favores (en otras palabras: si haces esto por mí, haré esto por ti). Si tu ser querido acepta visitar al audiólogo, responde del mismo modo (por ejemplo, programa esa colonoscopia que vienes posponiendo hace tiempo).  

Menciona nombres. Whoopi Goldberg, Jodie Foster, Pete Townshend y el expresidente Bill Clinton son solo unos pocos famosos que han aceptado los audífonos. No son mala compañía, ¿verdad?

¿Y qué ocurre si tu ser querido con problemas auditivos aún no está listo para actuar? Retírate por un tiempo. «En definitiva, tiene que darse cuenta por sí mismo». «Si lo convences de comprar algo antes de que esté listo, ese dispositivo va a terminar en una gaveta, y nadie quiere eso».

Previenen las caídas

Incluso la pérdida mínima de la audición puede triplicar el riesgo de una caída, y ese riesgo aumenta en un 140% por cada 10 decibelios de pérdida auditiva adicionales.

Las personas que no pueden oír bien simplemente son menos conscientes de lo que ocurre a su alrededor, lo que hace más probable que choquen con alguien desprevenido o se tropiecen con la mascota traviesa de la familia. Además, el equilibrio requiere poder cerebral. El problema es que las personas con pérdida auditiva usan más de esa materia gris para oír, lo cual significa que hay menos recursos mentales disponibles para ayudarlas a mantenerse de pie.

Mejoran tu estado de ánimo

Los trastornos auditivos están asociados con la depresión. Una encuesta demostró que quienes tienen pérdida de la audición y no tratan el problema son más propensos a sufrir depresión y ansiedad que quienes usan audífonos. Entre las personas que sufren de pérdida auditiva grave, el 30% de quienes no usaban audífonos confesaron tener sentimientos de tristeza, en comparación con el 22% de los usuarios de audífonos.

Una posible razón: las personas que tienen problemas auditivos son mucho menos propensas a participar en actividades sociales. «Somos seres comunitarios». «El aislamiento lleva a la soledad, la cual lleva a la depresión».

Aumentan tu capacidad cerebral

El uso de audífonos puede ayudar a mejorar la función cerebral y la memoria de trabajo. Un equipo de investigación monitoreó a 35 adultos mayores con pérdida auditiva leve a moderada que nunca habían usado audífonos. Un grupo recibió audífonos para usar durante seis meses; el otro grupo, no. Los investigadores emplearon una variedad de pruebas para evaluar la capacidad auditiva de los participantes y su memoria de trabajo, atención y velocidad de procesamiento. Después de seis meses, repitieron las mismas pruebas. Descubrieron que quienes habían usado audífonos mostraron una mejoría en la memoria y en la manera en que el cerebro procesaba el sonido.

«Cuando hay pérdida de la audición, las señales que entran por los oídos y llegan al cerebro están degradadas, por lo que el cerebro tiene que trabajar duro para entenderlas», explica Maria Wynens, una audióloga de Atlanta. «Pero el cerebro tiene una cantidad limitada de energía y en algún momento va a tener que obtener energía de otros lugares, como la memoria, el pensamiento y la concentración».

Por otro lado, cuando la audición es buena «se liberan recursos en el cerebro que pueden usarse para la función cognitiva»

Disminuyen tu riesgo de demencia

Los investigadores encontraron que los adultos mayores con pérdida auditiva podrían ser más propensos a desarrollar demencia que quienes conservan la audición. Un estudio del 2011 se enfocó en 639 participantes cuya audición y capacidades cognitivas se evaluaron con regularidad durante un período de 12 a 18 años. Aunque alrededor de una cuarta parte de las personas tenían alguna pérdida auditiva cuando se inició el estudio, ninguna padecía demencia. Los investigadores encontraron que quienes tenían pérdida auditiva al principio del estudio fueron más propensos a enfermarse de demencia.

Los investigadores presentan tres maneras en las que la pérdida de la audición no tratada y la demencia podrían estar vinculadas. Puede ser que la tensión constante de tener que descifrar sonidos durante años abrume al cerebro de las personas con pérdida auditiva, lo que las dejaría vulnerables a la demencia. Además, quienes no oyen bien se aíslan socialmente, lo que lleva a menor estimulación mental y, con el tiempo, a una pérdida cognitiva. Pero lo más importante es que la pérdida auditiva genera pérdida de tejido en el área del cerebro que se ocupa de la audición, la cual también es responsable de funciones como la memoria, el aprendizaje y el pensamiento.

Fortalecen tus finanzas

La pérdida de la audición sin tratamiento puede golpearte donde más te duele: en tu cuenta de banco. Una encuesta demostró que las personas con pérdida auditiva que no usan audífonos pierden en ingresos cada año según el nivel de su trastorno. Además, la tasa de desempleo de quienes sufren pérdida auditiva grave es el doble de la población con audición normal y casi el doble de la de quienes usan audífonos.

Te mantienen fuera del hospital

¿Quieres evitar ver las batas blancas de laboratorio? Un estudio encontró que los adultos mayores que usan audífonos son menos propensos a ir al hospital o a la sala de emergencias. Los que son hospitalizados permanecen menos tiempo en el hospital. Además, los costos del cuidado de la salud de los adultos mayores que tienen pérdida de la audición sin tratamiento son mucho más altos que los costos de quienes no tienen problemas auditivos: en promedio, un 46% más, o $22,434 por persona en un período de diez años.

Fortalecen las relaciones

Como te dirá cualquier libro de autoayuda que valga la pena, la comunicación es clave cuando se trata de mantener amistades, y ni hablar de un matrimonio sólido. Un estudio británico parece respaldar esto: el 44% de los encuestados dijeron que las relaciones con su pareja, amigos o familiares se perjudicaron porque no podían oír bien; el 52% de los encuestados dijeron que se sienten excluidos e ignorados en situaciones sociales; y el 34% perdieron el contacto con amigos, y en algunos casos, la pérdida de la audición arruinó su matrimonio.

La pérdida auditiva puede limitar los encuentros sociales al interrumpir el flujo de la conversación y hacer que sea prácticamente imposible cualquier tipo de espontaneidad. Y luego está el daño que le hace al matrimonio. Un estudio encontró que la relación con la pareja parece ser la más afectada por la pérdida auditiva. «La carga se desplaza a las personas que están cerca, usualmente el cónyuge. Y como repetir las cosas requiere mucha energía, en algún momento él o ella dejará de hacerlo»

Fuente: https://www.aarp.org/espanol/salud/enfermedades-y-tratamientos/info-2019/beneficios-de-usar-audifonos.html?intcmp=AE-HLTH-ENDART1-ES