Los diferentes tipos de insomnio
Tengamos un insomnio inicial, intermedio o tardío, la falta de sueño puede afectar de modo negativo a la vida de la persona que lo sufre, provocando deterioro social, ocupacional y de otras áreas importantes de nuestra vida. Aunque el número de horas de sueño necesarias varía de unas personas a otras, los expertos señalan que son necesarias una media diaria de 8 horas diarias de sueño reparador, y existe un rango que oscila entre 4 y 10 horas que se consideran valores dentro de la normalidad, tal y como indica el Instituto del Sueño.
Qué tipo de insomnio podemos padecer
De entre los diferentes tipos de insomnio, podemos sufrir el conocido como insomnio agudo, que es un episodio breve de dificultad para dormir causado por un evento estresante, que dura menos de tres meses y puede desaparecer por sí solo a medida que pasa el tiempo y la persona se enfrenta al incidente estresante. Sin embargo, el insomnio a corto plazo puede ser persistente y convertirse en insomnio crónico, que es un patrón a largo plazo de dificultad para dormir, si nos sucede al menos tres noches a la semana durante tres meses o más.
El insomnio crónico puede estar relacionado con situaciones estresantes, pero también puede estar relacionado con horarios de sueño irregulares, mala higiene del sueño, pesadillas persistentes, trastornos de salud mental, problemas físicos o neurológicos subyacentes, medicamentos, o por la persona con la que compartimos la cama.
En ambos casos, las mujeres sufren más insomnio que los hombres, en parte por el papel que desempeñan las hormonas en los distintos ciclos vitales de la mujer.
Tardas en dormir o te despiertas antes
En cuanto al momento en que se produce el insomnio, éste pude ser del inicio del sueño, cuando la dificultad para conciliar el sueño es al comienzo de la noche (a mayoría de las personas con problemas de inicio del sueño no pueden conciliar el sueño incluso después de pasar de 20 a 30 minutos en la cama); de mantenimiento del sueño cuando no podemos permanecer dormidos durante la noche, lo que significa despertarse al menos una vez durante la noche e intentar volver a dormir durante al menos 20 a 30 minutos; o el insomnio de despertar temprano en la mañana, que implica despertarse mucho antes de que quisiéramos.
A medida que nos hacemos mayores el sueño es cada vez más superficial y nos despertamos con más frecuencia por la noche. Pero las diferentes rutinas y patrones del sueño que adoptamos, según nuestra edad, no deberían servirnos de excusa para no dormir las 8 horas que el cuerpo necesita. Si tus problemas para dormir se vuelven crónicos y sientes que no descansas lo suficiente debes acudir al médico.
La investigación reciente reconoce que los problemas del sueño a menudo tienen una relación bidireccional con otros problemas de salud. Por ejemplo, mientras que la ansiedad puede contribuir al insomnio, el insomnio también puede desencadenar o exacerbar la ansiedad. Además, el insomnio no siempre desaparece incluso después de que se resuelve el problema subyacente.
Fuente: https://www.65ymas.com/salud/existen-diferentes-tipos-insomnio-cual-sufres_23383_102.html