Causas del estrés en las personas mayores
Aunque pienses que las personas mayores deben vivir siempre felices y relajadas ya que tienen todo el tiempo libre del mundo una vez jubilados, lo cierto es que este sector de la población también sufre de estrés provocado por diversas situaciones como las que vamos a tratar de explicarte en este artículo, a fin de poder ayudarles cuando creas que pueden estar padeciendo uno de estos momentos.
Según pasan los años, nuestro cuerpo no es capaz de responder con la misma facilidad ante una situación complicada o inesperada, de la misma manera que tampoco sabe olvidar un problema o volver a la normalidad con tanta agilidad como cuando éramos más jóvenes. Por ello, esta población, aunque no sufra de estrés laboral, sí se enfrenta diariamente a otro tipo de situaciones que les hacen sentir ansiedad.
Enfermedades, fallecimientos cercanos, situaciones de soledad o dependencia física pueden generar en las personas mayores un cuadro de estrés desencadenante de problemas gastrointestinales, cardiacos o de agotamiento, entre otros.
El ritmo frenético al que vive nuestra sociedad puede, de manera indirecta, generar estrés en las personas mayores, tales como los semáforos, por ejemplo.
Aunque positivos, esta sensación también se puede vivir ante situaciones especiales con fuerte carga emocional como pueden ser la boda de un familiar cercano, el nacimiento de un bebé o un gran encuentro familiar. Estos momentos, cargados de emocionalidad pueden crear una gran conmoción en las personas mayores.
Hay a quien los cambios en el estilo de vida, pasando de una vida ocupada a otra con más tiempo libre en la que hay que adaptarse y pensar cómo ocuparlo y generar rutinas, también puede generar estrés y descontento.
¿Cómo puedo acabar con el estrés?
Una vez conocidas las posibles causas y desencadenantes del estrés en las personas mayores, es importante saber cómo podemos controlarlo y gestionarlo.
Lo primero que debemos hacer es trabajar la actitud positiva en estas personas, haciéndoles ver la parte optimista y buena de las situaciones, con el objetivo de ayudarles a gestionar las emociones que de ellas puedan aparecer.
Ante una posible situación de estrés, es importante prestar toda nuestra atención y compañía a la persona que lo está sufriendo, acompañándole y apoyándole para que puedan llevarlo de la mejor manera posible.
También, como en casi todo, el ejercicio físico siempre es un gran aliado en estos casos. Practicar ejercicio es muy saludable y ante situaciones de estrés también, ya que nos ayudará a tener una actitud positiva. El deporte nos ayudará a tener nuestra mente despejada, a la vez que nos ayuda a relajar nuestros músculos. Si además esa actividad, fuerte o moderada, la llevamos a cabo al aire libre, mejor, ya que conseguiremos afrontar con más facilidad las situaciones de estrés.
Son muchas las experiencias en la vida susceptibles de causarnos molestias y dolores y así como lasensación de temor, inseguridad y perdida de control. El estrés es la reacción de nuestro cuerpo a un desafío o demanda en el día a día. Una respuesta que sostenida en el tiempo puede volverse crónica, sin que nos demos cuenta, con todos los efectos que ello conlleva para nuestro organismo.
La falta de concienciación sobre este estado de estrés permanente puede impedir que nos mantengamos en contacto con nuestro propio cuerpo, sus señales y sus mensajes, lo que, a su vez, puede crearnos muchos problemas físicos de los que ni siquiera sabemos que somos nosotros mismos quienes los generamos.
Conocer las consecuencias del estrés es importante para trabajar nuestra actitud ante el mismo y desarrollar estrategias beneficiosas para contrarrestarlo, como mantener una red de apoyo social saludable, hacer ejercicio físico con regularidad, y dormir lo suficiente cada noche. Hablando del estrés, lo primero es que sepamos que está ahí; y lo segundo asumir la responsabilidad de gestionarlo. El estrés que no controlamos puede ser responsable de una presión arterial alta, úlceras, colitis o diabetes, entre muchas otras complicaciones.
Dolores musculares
El estrés crónico hace que los músculos del cuerpo estén en un estado de alerta más o menos constante, una tensión que puede desencadenar otras reacciones. Por ejemplo, tanto el dolor de cabeza de tipo tensional como las migrañas están asociados con la tensión muscular crónica en el área de los hombros, el cuello y la cabeza. Igualmente, el dolor musculoesquelético en la espalda baja y las extremidades superiores también se ha relacionado con el estrés indica la Según la Asociación Americana de Psicología.
La importancia de la respiración
El estrés y las emociones fuertes pueden presentarse con síntomas respiratorios, como la dificultad para respirar y la respiración rápida, ya que las vías respiratorias entre la nariz y los pulmones se contraen. Para la mayoría de las personas no es un problema, ya que el cuerpo sabe cómo realizar un trabajo adicional para respirar, pero puede agravar los problemas respiratorios en las personas con enfermedades respiratorias preexistentes.
Nuestro corazón
El estrés es un factor de riesgo cardíacoya quepuede generar problemas para el corazón y los vasos sanguíneos, indica la Fundación Española del Corazón (@cuidarcorazon). El aumento constante y continuo de la frecuencia cardíaca y los niveles elevados de hormonas del estrés y de la presión arterial pueden incrementar el riesgo de hipertensión, así como provocar un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular. También parece que la forma en que una persona responde a la ansiedad puede afectar los niveles de colesterol.
Trastornos digestivos
Cuando estamos tensionados, podemos comer mucho más o mucho menos de lo habitual, así como alimentos distintos o aumentar el consumo de alcohol o tabaco, lo que nos provocaría acidez o reflujo ácido. La angustia también puede hacer que traguemos más aire al comer, lo que aumenta los eructos, gases e hinchazón del estómago; y puede afectar la rapidez con que los alimentos se mueven por el cuerpo, causando diarrea o estreñimiento. Además, el estrés está asociado con cambios en las bacterias intestinales que, a su vez, pueden influir en el estado de ánimo.
El sistema nervioso
Experimenta factores estresantes durante un período prolongado de tiempo puede derivar en un agotamiento a largo plazo; porque medida que el sistema nervioso autónomo continúa desencadenando reacciones físicas, causa un desgaste en el cuerpo.
No se trata tanto de lo que el estrés crónico le hace al sistema nervioso, sino de lo que la activación continua del sistema nervioso puede incidir en otros sistemas corporales que se vuelven problemáticos. Por ejemplo, incidiendo en una disminución del deseo sexual o la libido, e incluso causando disfunción eréctil o impotencia en los hombres; mientras que las mujeres que están en la menopausia pueden sentir una mayor ansiedad, cambios de humor y sentimientos de angustia, lo que podría empeorar los síntomas físicos de este periodo.
Fuente: https://www.65ymas.com/salud/causas-estres-en-personas-mayores_23332_102.html