Preocupa la baja en los controles para detectar cáncer de colon
El cáncer de colon es altamente prevenible. ¿La razón? En la gran mayoría de los casos lo anteceden lesiones precursoras que, detectadas y tratadas a tiempo, no llegan a convertirse en tumores. Pese a eso, en Argentina es el segundo más frecuente: en 2020 se diagnosticaron casi 16 mil nuevos casos y provoca más de 7 mil muertes anuales. Buena parte del problema se explica porque todavía es muy bajo el número de personas que se hacen los estudios de rastreo, cifra que la pandemia contribuyó a derrumbar aún más.
Solo uno de cada tres mayores de entre 50 y 75 años afirmó haberse realizado alguna vez una prueba de rastreo de cáncer de colon, como el test de sangre oculta en materia fecal, colonoscopía o radiografía de colon por enema, según reveló la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, cuyos datos fueron difundidos en 2019. Ese porcentaje (31,6%) representaba un aumento significativo respecto del registrado en la edición anterior (24,5%), pero seguía siendo muy insuficiente. Y eso que todavía el nuevo coronavirus no había entrado en escena.
Las restricciones y el temor impuesto por la pandemia atentaron contra todos los controles de salud de rutina, incluidos los que ayudan a detectar y prevenir en forma temprana el cáncer de colon.
“Los estudios de rutina cayeron. En septiembre del año pasado se calculó que habían caído a un 40% respecto del año anterior. Comenzamos a revertir ese número, pero no de manera total», señaló Edgardo Smecuol, ex presidente de la Sociedad Argentina de Gastroenterología (SAGE) y médico del Hospital Udaondo.
En tanto, un relevamiento de la Sociedad Argentina de Coloproctología (SACP), mostró que las consultas y cirugías por cáncer colorrectal (CCR) cayeron entre un 50% y un 72% entre marzo y agosto de 2020, respecto al mismo período de 2019.
En mayo de 2020, en plena cuarentena, desde el Programa Nacional de Prevención del Cáncer Colorrectal (PNPCC), que depende del Instituto Nacional del Cáncer (INC) sugirieron suspender temporalmente los estudios de rastreo en población general y concentrar la atención en personas con síntomas digestivos o con diagnóstico, ante la situación excepcional abierta por la crisis sanitaria. Si bien esa recomendación dejó de regir hace tiempo, los controles no se regularizaron.
Impacto en incidencia y mortalidad
«Hay algunos datos de afuera que demuestran que la caída en la realización de estudios de prevención va a tener impacto el año que viene y el siguiente en la incidencia y la mortalidad por cáncer de colon. En Estados Unidos estiman que va a haber un aumento de un 10% de la incidencia (casos nuevos por año)», dijo a Clarín Lisandro Pereyra, gastroenterólogo del Hospital Alemán, miembro de Endoscopistas Digestivos de Buenos Aires (ENDIBA).
Otro dato: los ingresos a Captyva, la aplicación que crearon junto al médico Leandro Steimberg y el apoyo del Instituto Nacional del Cáncer, que asiste a la comunidad médica en la detección y vigilancia del CCR, registraron una caída de más del 60% en los primeros meses de la cuarentena.
«Está muy claro que se dejó de hacer estudios. Lo que estamos trabajando las sociedades es la manera de reactivarlos, obviamente con prudencia, pero debemos gestionar esa deuda«, sostuvo.
Prevenible y curable
En ese sentido, en el marco del Día mundial de la prevención del cáncer colorrectal, el INC y sociedades científicas (ENDIBA, SAGE, AAOC, FAGE, FAAED, SACP, AAC) lanzaron una campaña conjunta para sensibilizar a la población sobre la importancia de adoptar hábitos que favorezcan la prevención y la realización exámenes periódicos para el abordaje temprano.
«El cáncer colorrectal (CCR) es un tumor maligno que se desarrolla en la última porción del tubo digestivo: el intestino grueso. Se produce como consecuencia de una compleja interacción de factores hereditarios y otros denominados ambientales que se relacionan con la alimentación y el estilo de vida. En más del 90% de los casos, el cáncer se origina a partir de una lesión precursora, llamada pólipo adenomatoso. Estos pólipos, que se forman por el crecimiento anormal de las células del colon, pueden desarrollarse lentamente durante más de 10 años«, explican los organizadores de la campaña.
«El cáncer de colon es un verdardero problema en salud. En nuestro país, es la segunda causa de mortalidad por cáncer. Sin embargo, es uno de los cánceres que podemos prevenir y curar. La mayor parte del cáncer colorrectal proviene de un pólipo que, si es resecado a tiempo, va a hacer que la transformación en cáncer a través de los años no pueda lograrse», añade Raúl Matanó, jefe del Servicio de Gastroenterología y Endoscopía Digestiva del Hospital El Cruce de Florencio Varela y ex coordinador del PNPCC.
Abordado en forma precoz, el cáncer de colon se puede prevenir y curar en más del 90% de los casos, afirman.
Quiénes deben realizarse controles
Entre los 50 y los 75 años, el PNPCC estableció como estrategia más apropiada el test inmunoquímico de sangre oculta en material fecal una vez por año. En caso de que ese estudio dé positivo, la persona debe realizarse una colonoscopía complementaria, examen que permite hallar y extirpar pólipos o la detección de cáncer (se realiza con sedación anestésica y no genera dolor ni molestias).
Varios países ya bajaron la edad de inicio de controles en población general a los 45 años. En Argentina, hay al menos un trabajo en marcha para investigar si se justifica adoptar esa indicación, indicó Matanó a Clarín.
Pero hay un grupo de personas que sí o sí debe empezar antes los controles. Son quienes tienen antecedentes de cáncer o pólipos de colon entre sus familiares directos (padre, madre, hermano/a, hijo/a). En esos casos, se aconseja que empiecen a controlarse 10 años antes de la edad en la que el familiar recibió el diagnóstico.
También deben iniciar antes los chequeos las personas con enfermedad inflamatoria intestinal o síndromes hereditarios, como el síndrome de Lynch.
«Entendemos el temor al contagio por el coronavirus, pero todos aquellos que presenten algún factor de riego para desarrollar la enfermedad, deben realizarse los controles de acuerdo con lo que su médico tratante sugiera”, apuntó Karina Collia, cirujana proctóloga y miembro del Servicio de Coloproctología del Hospital de Gastroenterología ‘Dr. Carlos B. Udaondo.
La colonoscopía se realiza con sedación. Foto Shutterstock.
Con síntomas, no esperar
En etapas tempranas, los pólipos no suelen provocar síntomas, por eso se aconseja a la población general realizar estudios de tamizaje a partir de los 50 años, cuando la enfermedad aumenta su frecuencia.
No obstante, independientemente de la edad, deben consultar todas las personas que detecten señales de alarma entre las que se incluyen sangrado por vía anal durante las evacuaciones y el cambio en la manera habitual de evacuar, dolores abdominales, rectales, pérdida de peso o anemia.
Prevención primaria
Conocer el riesgo familiar y realizar pruebas de rastreo forman parte de lo que se llama prevención secundaria del CCR.
En tres de cada cuatro casos no hay antecedentes familiares de la enfermedad. Y es donde la prevención primaria vinculada al estilo de vida juega un papel fundamental.
Los hábitos protectores que disminuyen el riesgo son: mantener una alimentación saludable, rica en frutas y verduras, evitar las carnes rojas y las grasas, hacer ejercicio físico regularmente, y disminuir la ingesta de alcohol y el consumo de tabaco.
Fuente: https://www.clarin.com/buena-vida/preocupa-baja-controles-detectar-cancer-colon-deben-hacerselos_0_CqePc4xys.html