Daniel Piazzolla: “Mi abuelo me regaló mi primera batería”
Baterista de primer nivel, líder del sexteto Escalandrum y de su propio trío. Pasión por la música y anécdotas con su abuelo Astor.
Tenía tres o cuatro años cuando se subía al escenario en los conciertos de su abuelo Astor con el Octeto Electrónico y lo imitaba tocar el bandoneón. A los cinco su abuela materna le regaló un tecladito naranja y enseguida empezó a copiar los temas de las publicidades de televisión. “Fue la primera vez que me di cuenta de que podía hacer música y empecé a estudiar a full”, recuerda Daniel “Pipi” Piazzolla.
Estudió piano y después enloqueció por la batería. Tomó clases en Argentina y en Los Ángeles y se propuso ser el mejor. Tocó con Daniel Maza, Lito Vitale, Juan Cruz de Urquiza y Pablo Aslan y se dio el lujo de acompañar a Chick Corea, Gary Burton y Paquito D’Rivera, entre otros artistas.
En 1999 formó el sexteto Escalandrum junto con Nicolás Guerschberg, Mariano Sívori, Gustavo Musso, Damián Fogiel y Martín Pantyrer. Un grupo de jazz único con catorce discos editados, varios premios y un prestigio bien ganado. En marzo salió “100”, el último álbum en homenaje al centenario del nacimiento de Astor Piazzolla. La presentación oficial es el 22 de mayo en el CCK con entrada gratuita. Por su parte, el baterista lidera el Pipi Piazzolla Trío —con Lucio Balduini y Damián Fogiel— de jazz contemporáneo. El 25 de abril se presentan en Thelonious Club.
A pesar de su trayectoria y de su herencia musical, “Pipi” parece un hombre sencillo. “El ego es jodido, creerte el mejor. Miro muchos videos y viendo eso soy el peor. Uno no se puede hacer el cocorito con tanta gente grosa dando vueltas. Además, no soy ambicioso. Mi único objetivo es tocar música cada vez mejor. Disfrutar mi familia, una rica comidita, ir los domingos a la cancha. Ya con eso soy feliz”, afirma.
Noticias: ¿Por qué eligió la batería?
Daniel Piazzolla: Estudié piano clásico hasta la adolescencia. Después paré y empecé a escuchar rock. Hasta que empecé a ir a la cancha a ver a River y me cautivó el ritmo de los bombos y empecé a hacer ritmo por todos lados. Un día vi un solo de batería y me volví loco. En mi primera clase con el Oso Picardi me enamoré de la batería hasta el día de hoy. Mi abuelo me recomendó que escuchara mucho jazz y que estudiara con los mejores. Me encantó que todos los bateristas sonásemos diferente, cada uno tiene su huella digital. Y, además, la batería tiene el control de la situación. Me gustó mucho ese rol.
Noticias: ¿Y cuál es su huella digital?
Piazzolla: Soy un compendio de influencias: el rock, la música de mi abuelo, el jazz, los grandes maestros de la batería, el tango.
Noticias: ¿Qué siente cuando toca?
Piazzolla: Me olvido del entorno y voy creando el ritmo según la música que voy escuchando. Lo vivo con mucha intensidad, adrenalina, lo siento con todo el cuerpo, me entrego entero.
Noticias: Sin embargo, en un momento decidió estudiar Marketing.
Piazzolla: Parte de mi entorno me pedía que tuviera un plan B. Mi papá —Daniel Piazzolla— había tocado con mi abuelo, con Sandro, había grabado discos, pero en un momento le fue mal y tuvo que poner un restaurante y hacer un montón de cosas para poder subsistir. Y mi abuelo pudo disfrutar una estabilidad económica recién los últimos cinco años de su vida. Fui a una sola clase de Marketing. Cuando el profesor dijo que leyéramos Ámbito Financiero y El Cronista Comercial para el día siguiente, me levanté y dije: “Discúlpeme, esto no es para mí”. Me fui al restaurante de mi papá y le conté que iba a seguir con la música, que lo del marketing no me iba y él arrancó las hojas de mi carpeta y las tiró en un tacho. Justo estaba mi abuelo y él me dijo: “Grande pibe, sé pobre, pero sé feliz”.
Noticias: ¿Y es feliz?
Piazzolla: Sí, porque hago lo que me gusta las veinticuatro horas. Me levanto a las siete y a la media hora ya estoy practicando, doy clases, voy a ensayos, vuelvo y sigo practicando y a la noche escucho discos, leo biografías. Es una pasión total.
Noticias: ¿Es cierto que practicaba sobre una guía de teléfono y una carpeta cuando no tenía batería?
Piazzolla: Sí, tomaba clases particulares, pero no podía comprarme la batería. Había vendido la pelota de rugby y la Commodore 64 y aún así no me alcanzaba. Practicaba con dos guías telefónicas, la carpeta de la escuela y la tapa de la lata de galletitas. Estuve un año y medio hasta que mi abuelo se enteró y me invitó a su casa. Me invitaba para charlar, escuchar jazz, para que le cantara las canciones de la cancha. Y ese día me llevó al cuarto donde componía y me dio un sobre con 1400 dólares en billetes de 10 y de 20 para comprar la batería. Fue un mimo, un gesto increíble.
Noticias: ¿Cuándo empezó a vivir de la música?
Piazzolla: Yo quería ser baterista profesional, leer partituras a primera vista y tocar en orquestas estables. Estudié un año en Los Ángeles —mi papá hipotecó su casa para que yo pudiera ir— y cuando volví empecé a tocar en varios grupos. Debuté en uno que tenía mi papá con Horacio Ferrer, Raúl Lavié, Julio Paner. Yo era re jovencito y ese grupo me dio mucho aprendizaje y oficio y, además, empecé a dar clases.
Noticias: ¿Hoy puede vivir bien de la música?
Piazzolla: Sí, desde el año ’94 vivo bien. Toco, grabo, doy clases, tengo un programa en Radio Nacional Clásica. Además, escribí dos libros y un método de batería para tango moderno.
Noticias: ¿Qué significa para usted Escalandrum?
Piazzolla: Es todo, mi prioridad absoluta. Somos amigos, familia, padrinos de nuestros hijos. Los egos no existen, hablamos de frente, vamos todos para el mismo lado. Me encanta porque Escalandrum no se parece a nada.
Noticias: Hace poco lanzaron “100”, con música de su abuelo, que incluye una perlita, un solo de bandoneón inédito de Astor.
Piazzolla: Sí, un solo de los años 70 que me cedió Osvaldo Acedo. Yo no sabía que existía y me encantó. Lo pusimos como introducción a la Suite Troileana. El disco está muy bueno. Grabamos la primera mitad en Abbey Road, en Londres, y la otra mitad, acá, en los estudios ION. En 2001 habíamos hecho “Piazzolla plays Piazzolla”, que ganó el Gardel de Oro y fue nominado para un Latin Grammy. Después sacamos un disco con Elena Roger y música de Piazzolla y otros dos con ella y temas de María Elena Walsh; otro de Mozart y Ginastera; varios de música propia; y tocamos por el mundo con un montón de artistas. Estamos más maduros. Le pedí a Warner que sacara este disco el día del cumpleaños de mi abuelo (11 de marzo). Se lo quería regalar por sus 100 años.
Noticias: Y esa misma noche se presentaron en el Colón en el homenaje a su abuelo.
Piazzolla: Sí, fue una responsabilidad hermosa. A mí no me pesa ser Piazzolla, disfruto ser Piazzolla. Es un desafío, me motiva a darlo todo. Salir esa noche al Colón fue como patear un penal en la final del mundo y pedir la pelota.
Noticias: ¿Por qué la música de Astor sigue vigente y es universal?
Piazzolla: Porque es una mezcla de estilos: jazz, música clásica, tango. Mi abuelo se crió en Nueva York, estudiaba piano clásico y tocaba el bandoneón y sus primeros shows fueron con Gardel. En 2019 fue el compositor más tocado del planeta. Compuso más de 2500 obras, sólo conocemos el diez o quince por ciento, y todas son de un nivel increíble. Él decía que le bajaba música todo el tiempo. Un caso único.
Noticias: ¿Cómo es el Piazzolla que usted conoció en la intimidad?
Piazzolla: Muy divertido, chistoso, picante, de respuesta rápida y filosa. Yo entraba al departamento y por ahí me saltaba con la máscara del hombre lobo. Siempre me tuvo en cuenta y me llevó a todos los conciertos que dio en Buenos Aires.
Noticias: En el ’83 Piazzolla se presentó en el Colón. ¿Cómo lo vivió usted?
Piazzolla: Me pasó a buscar con un auto con chofer, me sentía como en una limusina y, en realidad, era un auto re común manejado por un amigo de mi abuelo. Era la primera vez que me ponía saco y corbata. Ya en el teatro estuve con él en la prueba de sonido, en camarines y terminé viendo el concierto desde el palco presidencial con Laura Escalada (esposa de Piazzolla). La gente explotaba con cada tema, fue muy groso, se televisó en directo. Una noche muy importante para mi abuelo. Yo tenía once años y estaba muy impactado. En mi programita de mano me escribió: “Para Danielito, mi querido nietito, no te olvides nunca la noche en la que tu abuelo triunfó. Portate bien y sé bueno en la vida. Astor Piazzolla, tu noni”.
Noticias: Su abuelo estaría orgulloso de usted
Piazzolla: No sé, pero le hubiese gustado saber que doy todo. Practico todo el día, trato de tocar música nueva y me gusta tocar todo el tiempo.
Noticias: ¿Cómo lo acompaña su familia?
Piazzolla: Somos una familia feliz, todos hacen lo que les gusta y todos entienden la pasión artística. La comprensión conmigo es total. Mi mujer —Soledad Petrelli— es escultora y docente. Mi hija Mora (15) toca el piano, la guitarra, pinta y le gusta el diseño de indumentaria y mi hijo Lorenzo (11) estudia piano y le gusta la música clásica, y Violeta Kaehler (24), hija de mi mujer, es actriz.
Noticias: ¿Quién le puso Pipi?
Piazzolla: En la secundaria porque era el más bajito y por el comienzo de mi apellido. Después crecí, pero el apodo quedó. Y cuando era chiquito un pianista de mi abuelo me puso manzanita, decía que yo tenía la cabeza redondita. Hasta el día de hoy el ambiente tanguero me dice manzanita.
Fuente: https://noticias.perfil.com/noticias/personajes/daniel-piazzolla-mi-abuelo-me-regalo-mi-primera-bateria.phtml?_ga=2.66279598.1057825452.1618837649-915370974.1567700721