Las últimas horas de Joseph Goebbels, el jefe de la propaganda nazi
Fue uno de los más fieles colaboradores de Adolf Hitler. Era nada menos que la voz del régimen nazi y en especial de la propaganda antisemita. No estaba dispuesto a vivir tras la derrota. Joseph Goebbels se suicidó el 1 de mayo de 1945, junto a su esposa Magda. Antes, mató con cianuro a sus seis hijos.
“El mundo que viene después del Führer en el nacional-socialismo es un mundo que no vale la pena vivir”, escribió el jefe de la propaganda nazi en la carta que dejó antes de quitarse la vida.
Su nombre sigue siendo sinónimo de lo más oscuro del régimen responsable del Holocausto, cuando se cumplen 76 años de su muerte.
Nacido el 29 de octubre de 1897 en Rheydt (Renania del Norte–Westfalia, cerca de la frontera holandesa), era hijo de una familia católica.
Nunca fueron ricos y el niño tuvo siempre un problema en el pie derecho que lo obligó desde la infancia a caminar con un aparato ortopédico.
De joven estudió Filosofía y en 1922 se doctoró. Entonces empezó a trabajar como periodista en el ‘Völkische Freiheit’, una revista nacionalista.
Goebbels entró en el Partido nazi en 1928 a la vez que se celebraban las elecciones al Reichstag y en marzo de 1933 Hitler lo nombró ministro de Educación y Propaganda.
Adolf Hitler (izquierda), la cantante Maria Müller, un hombre sin identificar, y Joseph Goebbels (derecha). Foto: DPA
Artífice del discurso de odio
A partir de ahí Goebbels se fue convirtiendo en el hombre que controlaba en la Alemania nazi todo lo que tenía que ver con propaganda, educación o medios de comunicación y estuvo en las primeras decisiones antisemitas, como el boicot lanzado a los comercios judíos el 1 de abril de 1933.
Estuvo siempre entre los más radicales del régimen nazi y fue clave en la organización de la Noche de los Cristales Rotos del 9 de noviembre de 1938.
Su masiva campaña de propaganda anti-judía fue la base para que esa noche los militantes nazis atacaran a miles de judíos, sus sinagogas y sus propiedades. Hicieron más de 10.000 prisioneros judíos y mataron a 91.
Durante la Segunda Guerra Mundial fue siempre una de las personas más cercanas a Hitler.
Intentó mantener hasta el final la ficción de que la Alemania nazi podría ganar la guerra y hasta el último minuto siguió apuntando a los “enemigos” del nazismo, principalmente judíos y bolcheviques.
Su nombre quedó para siempre asociado a la voluntad de propaganda y comunicación de masas generadoras de odio de los regímenes totalitarios.
Joseph Goebbels (izq.) y Hitler (der.), en una muestra de arte en Alemania en 1937.
El largo recorrido del cuerpo
Hitler se suicidó en su búnker de Berlín el 30 de abril de 1945. Justo después Goebblels intentó negociar con la Unión Soviética un acuerdo de paz separado de los aliados occidentales de Moscú. Pero ni siquiera llegó a contactar con las autoridades militares soviéticas que ya ocupaban Berlín.
El 1 de mayo se suicidó junto a su familia. Los pocos militares que lo rodeaban intentaron, como en el caso de Hitler, quemar su cuerpo, pero no lo consiguieron porque no tenían nafta.
El 4 o el 5 de mayo, los restos de Goebbels fueron encontrados por tropas soviéticas y lograron identificarlo.
Una imagen de diciembre de 1938: Adolf Hitler y su representante personal Rudolf Hess (der.) durante un desfile en Berlín. Atrás, a la izquierda, se ve a Goebbels. Foto: AP
Entonces sus restos y los de su familia fueron trasladados a un bosque en Rathenow y enterrados. Después de desenterrarlos y volver a enterrarlos en un cuartel militar, los soviéticos decidieron finalmente en 1970 quemarlos y esparcir sus cenizas en el Río Elba. No querían que quedara ningún lugar que sirviera de peregrinaje para neonazis.
Mensajes en la radio
La propaganda y el control total de la información pública en la Alemania nazi permitían a Goebbels mantener un nivel de tensión en la población alemana suficiente para que apoyara las aventuras bélicas nazis y sus medidas antisemitas. Pero no demasiado exagerado como para que provocara revueltas y una atmósfera de caos.
Su propaganda se basaba en herramientas que estaban en pleno desarrollo en su época, como la radio. También controlaba totalmente los diarios en circulación y todo el sistema educativo. Sus eslóganes eran simples, potentes y repetitivos.
La radio estaba totalmente politizada y era la principal herramienta de difusión de propaganda y odio. También usaba el cine, el teatro, la música o la literatura, pero el principal elemento era la radio, de la que Goebbels decía: “Es el instrumento más moderno y más importancia de influencia de masas que existe”.
El objetivo de toda ese discurso era el control total de la población alemana a través de la angustia y el miedo.
Fuente: https://www.clarin.com/mundo/pastillas-cianuro-mensaje-final-ultimas-horas-joseph-goebbels-jefe-propaganda-nazi_0_ZT0rxXZmu.html