Prode: pasión argentina
Si es difícil de explicar la pasión por el fútbol, como personas de todas las edades se sumergen en un fanatismo que suspende sus vidas en los 90 minutos que juega su equipo, ¿cómo explicar la pasión por el Prode?
Nacido en la dictadura de Lanusse, sigla de “Pronósticos deportivos”, era un juego de lotería que consistía de una tarjetita donde uno ponía local, visitante o empate en los partidos de primera. En el 98 dejó de salir, volvió en 2000 y sucumbió definitivamente en 2018.
Pero el Prode no murió. Sigue vivo en cada fanático que organiza uno. ¿Existe realmente una competición importante si no hay prode? El combo de “home office + segunda ola + Eurocopa + Copa América” se convirtió en la tormenta perfecta para los pronosticadores, hinchas militantes del resultado que pusieron.
Un total de 56 partidos de selecciones de países a los que la mayoría nunca vimos jugar.
Porque una cosa es la Copa América que deseamos ganar desde el 93 y vemos siempre, y otra cosa es “la Euro”. ¿O alguien sabe los 11 de Macedonia del Norte de memoria? ¿O tenía cómo jugaba el 9 de Finlandia, Pohjanpalo? Qué decir del que confunde Eslovaquia y Eslovenia, que en esta quedó afuera.
Más allá del océano de distancia, la definición de la fase de grupos disparó situaciones raras en una redacción semivacía. Se gritaron goles de Alemania, nuestro verdugo en 2014. “Me suma”, la excusa.
Claudio Gómez hinchó por Inglaterra contra República Checa parado frente al TV como si estuviera viendo a Boca o Deportivo Español. Y el vikingo Mikkelsen Jensen dejó de lado la pasión por su Dinamarca y apretó el puño por otros.
Todos actualizando minuto a minuto un excel de resultados.
Fuente: https://www.clarin.com/cultura/cosas-prode_0_onqcUMXdY.html