¿Qué son las arañas vasculares?

Estas arañas son versiones más suaves de las varices. Se tratan de vasos sanguíneos más pequeños, rojos y/o azules, que se pueden ver a simple vista en la superficie de la piel. Se llaman así ya que su apariencia recuerda a la tela de una araña o a las ramas de los árboles.

No se trata de una patología grave, y en la mayoría de los casos se producen en mujeres, en las zonas de las piernas y de la cara. El principal problema que suponen es estético, por lo que muchas mujeres preguntan si pueden intervenirse.

Este tipo de arañas se presentan sin avisar, ya que no tienen síntomas. En raras ocasiones pueden producir picazón. Las arañas vasculares se producen cuando las válvulas de las venas de las piernas en la mayoría de los casos se debilitan, permitiendo que la sangre fluya hacia atrás. Las arañas vasculares aparecen de color azul porque la sangre que hay en su interior está desoxigenada.

Si vemos que comienzan a aparecer podremos acudir a nuestro médico. El profesional hará una exploración física de estas venas y comprobará si hay hinchazón en las piernas. Podrá solicitar una ecografía para comprobar si las venas funcionan bien o existen coágulos sanguíneos. En tal caso, no hay de qué preocuparse, se trata de una prueba no invasiva que aporta una imagen de las venas de las piernas en una pantalla.

Tromboflebitis trombosis

Las arañas vasculares no tienen un desencadenante concreto, pero sí que hay factores que aumentan las posibilidades de desarrollarlas: la edad, el embarazo, el uso de anticonceptivos orales, antecedentes familiares, la obesidad o el estar de pie o sentado durante largos periodos de tiempo.

Para mejorar la circulación sanguínea y prevenir también su aparición existen algunas medidas como:

  • Mantener un peso adecuado y saludable
  • Hacer ejercicio de manera regular
  • Llevar una dieta baja en sodio, con mucha fibra
  • Hacer descansos cuando se esté mucho rato sentado o de pie
  • Evitar llevar pantalones ajustados y tacones altos

Tomar medidas para mejorar la circulación sanguínea y llevar un estilo de vida saludable son los principales métodos para mejorar o reducir la cantidad de arañas vasculares. Los tratamientos o la cirugía se reservan, generalmente, para las venas varicosas más grandes que no son estéticamente agradables o que producen síntomas dolorosos.

Cuando hablamos de varices nos estamos refiriendo a esas dilataciones venosas que impiden que la sangre vuelva de forma eficaz al corazón y se acumule en esas venas. Una afección que sobre todo se produce en las piernas en la zona de la pantorrilla y cuyo riesgo de aparición es más evidente en el caso de personas que sobrepasan la barrera de los 65 años.

Los hábitos saludables, aliados de las varices

Actualmente no hay ninguna solución que prevenga la aparición de las varices, pero sí que es cierto que puede resultar muy satisfactorio llevar una alimentación saludable (cuidado con la sal), evitar el sedentarismo (caminar cada día es muy positivo) o controlar el peso para que esas varices estén más controladas. Lo mismo que no estar demasiado tiempo de pie o sentado, así como usar zapatos cómodos.

Ejercicios para prevenir las varices

Óscar del Pozo/Europa Press

Además de dar paseos cada día, practicar natación aquagym, podemos añadir toda una serie de ejercicios y movimientos de nuestras piernas que pueden ayudar a prevenir y reducir esas varices en el caso de las personas mayores: 

  • Tumbados sobre una esterilla, con la espalda bien pegada el suelo, levantamos las piernas a medio metro del suelo. Una vez en esa postura, abrimos y cerramos las piernas unas 10 veces. 
  • En la misma postura que la anterior, levantamos una pierna y hacemos giros con ella en el sentido de las agujas del reloj. Repetimos varias veces con cada una de las piernas. 
  • Ahora, sentados en una silla, intentamos coger objetos por los pies para acercarlos a las manos. También en esa postura, juntamos las piernas y, a continuación, separamos y juntamos las puntas de los pies. Repetimos este ejercicio unas 15 veces. 
  • Este ejercicio también tiene a los pies como protagonistas. Levantamos las puntas de los pies y luego el talón. Repetimos 10 veces y lo hacemos con el otro pie otra decena de veces. 
  • Tumbado de nuevo en el suelo, eleva tus piernas y empieza a pedalear como si estuvieses en una bicicleta. Hazlo de forma enérgica para, de esta manera, facilitar la circulación de la sangre. 
  • De pie podemos recorrer el pasillo de casa andando de puntillas y volvemos a recorrerlo sobre los talones. Haremos varias repeticiones en cada caso. 
  • Con este último movimiento comenzaremos de pie. Nos apoyamos sobre una pierna mientras la otra la levantamos unos centímetros del suelo y hacemos círculos en el aire. Alterna con cada pierna y no te olvides de mantener estirada la punta del pie. 

También puede formar parte de una rutina de prevención darnos duchas de agua fría sobre las piernas, levantar las piernas en alto antes de irnos a dormir (o tras un día en el que apenas nos hemos sentado) o no usar ropa demasiado ceñida

Fuente: https://www.65ymas.com/salud/cuidate/ejercicios-prevenir-reducir-varices-personas-mayores_5500_102.html