Reír alarga la vida

Reírse con ganas crea una sensación de bienestar que ha generado varios estudios desde hace décadas en torno a los beneficios de la risa. Una de las preguntas más frecuentes que se generan en torno a la risa es: ¿reír alarga la vida? La Sociedad Española de Neurología (SEN) revisó diversos estudios y trabajos de especialistas de todo el mundo y confirmó que sí, que una risa natural, ser risueño, alarga la vida hasta cuatro años y medio más que quienes no sienten el impulso de reír a menudo.

De hecho, la risa forma parte de nosotros desde los primeros meses de vida. Desarrollamos la habilidad de reír y a medida que vamos creciendo modulamos nuestro sentido cómico. Nuestra risa aparece cuando nos hace verdadera gracia aquello que vemos u oímos. Se ha calculado que los niños ríen unas 300 veces diarias de media mientras que los adultos suelen hacerlo entre 15 y 100 veces al día. La diferencia entre las cifras es, sin duda, sustancial.

A nivel orgánico y mental

Risa beneficiosa

La risa es beneficiosa por muchos motivos pero a nivel orgánico estimula el sistema inmune, incrementa el umbral del dolor, acelera el ritmo cardiaco y aumenta el aporte de oxígeno al cerebro. A nivel mental contribuye a reducir el estrés, eleva el estado de ánimo y, en general, fomenta el bienestar psicológico pero es que, además, fomentar el humor nos hace más inteligentes. Es una de las conclusiones del neurólogo Scott Weems quien señaló que el humor es una forma de ejercitar nuestro cerebro.

Fuente de aprendizaje

Crea una conexión emocional positiva

En un artículo publicado en 2017 en la revista ‘Advances in Physiology Education’ se destacó que, en el aula, la risa promueve el aprendizaje, el descubrimiento y la creatividad. Todo esto se consigue al motivar a los estudiantes a participar en eventos nuevos y desconcertantes. El humor también desarrolla una relación más constructiva con los estudiantes y fomenta sentimientos positivos sobre la enseñanza y el aprendizaje. 

Al crear una conexión social y emocional positiva los estudiantes pueden ser más capaces de concentrarse y prestar atención a la información. El humor, además, ayuda a iniciar intercambios sociales y conversaciones con estudiantes difíciles e inspirarlos a responder de una manera positiva tanto social como académica.

Qué pasa en nuestro cerebro

Más dopamina, menos cortisol

Cuando reímos se activa la corteza cerebral o córtex generando impulsos eléctricos tan solo un segundo después de empezar a reír. En este proceso se liberan endorfinas y la hormona dopamina que influye en el bienestar mental. Además, se reduce la presencia de cortisol, la llamada hormona del estrés.

Puede ser un signo de mala salud

El síndrome de la risa patológica

A nivel neurológico, sin embargo, también hay que señalar que la risa puede ser un síntoma o un signo de lesión neurológico, de estrés, ansiedad o tensión vital. Es el llamado ‘síndrome de la risa patológica’. Es una risa tensa, estridente, nerviosa. Puede manifestarse sin un estímulo específico, no se relaciona con un cambio afectivo o si su intensidad y duración están fueran de control. Además, puede transformarse rápidamente en llanto o combinar risa y llanto sin control.

Este tipo de risa está asociada a enfermedades como el síndrome de Angelman esquizofrenia, demencia, epilepsia, ictus, esclerosis múltiple, ELA, Párkinson o tumores cerebrales. En estos casos, la risa es un indicador de que puede haber un problema de salud.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/vivo/longevity/20210728/7629539/reir-alarga-vida.html