Atención a la testosterona
Pregunta: Mi esposo tiene 61 años y le disminuyó mucho su deseo y capacidad para tener relaciones sexuales, que antes disfrutábamos muy bien. No quiere consultar a nuestro médico por vergüenza. Me gustaría que lo pueda orientar, escribo a su pedido. Muchas gracias J.E.E., Talar de Pacheco.
Mientras que los cambios hormonales en la mujer en la menopausia generan síntomas muy evidentes –cambios en el ciclo menstrual, en el estado de ánimo y en el peso–, las modificaciones hormonales en el hombre suelen ser más sutiles, solapadas, lentas y progresivas.
La disminución en la generación de testosterona (la principal hormona masculina) comienza a partir de los 45 a 50 años y progresa a un ritmo de un 1% a 2% por año.
Diversos factores individuales determinarán que difieran en la repercusión que tendrá en cada uno de ellos, sea por su propia fisiología o por otros factores como el estrés, la ingesta de medicamentos, disminución del deseo sexual, la menor capacidad de erección, alteraciones del ánimo (“depre”, irritabilidad, malhumor), cansancio, somnolencia, falta de concentración y menor rendimiento intelectual.
A nivel físico, reducción de la masa y fuerza muscular, aumento de la grasa abdominal y disminución de la densidad de calcio en los huesos.
Un dato que todo médico suele conocer es que el hombre es renuente a explicitar las dificultades mencionadas en la consulta por lo que, con frecuencia, se atribuyen a un posible cuadro depresivo.
Con el agravante que si se le indican antidepresivos, la mayoría de ellos afectan la sexualidad ya que atenúan la libido, disminuyen la capacidad de erección y retardan o impiden la eyaculación.
Un diagnóstico incorrecto de depresión puede determinar que resulte peor el remedio que la enfermedad.
El sobrepeso se puede generar por baja producción de testosterona. Foto Shutterstock.
10 preguntas clave
En Canadá, un grupo de investigadores confeccionó un cuestionario para la población masculina para orientar si determinados síntomas podrían o no relacionarse con una menor producción de testosterona. Son 10 preguntas fáciles de responder.
1) ¿Siente menor deseo o impulso sexual?
2) ¿Se siente con menor energía física?
3) ¿Percibe menos fuerza muscular o menor resistencia al esfuerzo?
4) ¿Notó cierta disminución en su estatura o en la cantidad del vello corporal?
5) ¿Disfruta o no de su vida como antes?
6) ¿Tiene mal humor, tristeza o ambas cosas juntas?
7) ¿Sus erecciones son menos intensas?
Erecciones menos intensas se pueden relacionar con baja producción de testosterona. / Archivo Clarín
8) ¿Disminuyó su capacidad o interés para hacer ejercicios o deportes?
9) ¿Siente somnolencia después de comer?
10) ¿El desempeño laboral ha mermado?
Las respuestas afirmativas en las preguntas 1 y 7, o bien, en tres o más de las restantes, indican una posible disminución de testosterona, que un sencillo análisis de sangre permitirá o no precisar si de esto se trata.
Fuente: https://www.clarin.com/viva/prestarle-atencion-testosterona_0_ixVboTHIJ.html