Trucos para organizar las pastillas

Un 50% de la población española que toma medicamentos no sigue correctamente los tratamientos, lo cual constituye un problema de salud pública muy relevante. Esta falta de adherencia puede estar relacionada con alteraciones en la dosis, la frecuencia o la duración de los tratamientos, así como con aspectos relacionados con los hábitos de vida. Adoptar algunas medidas estratégicas es una cuestión clave para mejorar esa adherencia cuando el incumplimiento es inconsciente y está relacionado con errores u olvidos.

No tomar adecuadamente los medicamentos provoca una disminución de la calidad y esperanza de vida, ya que da lugar a un peor control de la enfermedad, al tiempo que incrementa sus complicaciones y aumenta las consultas, hospitalizaciones y necesidad de pruebas diagnósticas complementarias.

Una experta prefiere hablar de adherencia a los tratamientos más que de cumplimiento, aunque frecuentemente se utilicen como sinónimos, porque el primer concepto va más allá e implica una idea importante que es “la de compromiso del paciente con su salud”. Desde este punto de vista en la prescripción debe establecerse un pacto “entre el profesional sanitario y el paciente, intentando ajustar los tratamientos a sus circunstancias y preferencias en la medida de lo posible”.

La toma de los medicamentos de una forma diferente a la pautada por el médico u otros profesionales sanitarios, como enfermería o farmacéuticos, se detecta más entre los pacientes crónicos que entre quienes sufren una patología aguda. “Si el tratamiento es corto es más fácil que se siga de forma adecuada, aunque esto tampoco siempre es así”.

Y en los pacientes ancianos, discapacitados o más vulnerables es más frecuente que se produzca un incumplimiento no deliberado, derivado de errores y olvidos en la toma de la medicación, sobre todo, cuanto se tienen que tomar más de 5 o 6 pastillas al día.

Quiénes toman peor sus pastillas

La falta de adherencia al tratamiento prescrito por el médico es muy notable en el caso de los pacientes con depresión, en los que el incumplimiento puede superar el 70% de los casos.

En el lado contrario, un cumplimiento más escrupuloso de la pauta establecida se detecta en los casos de pacientes con cáncer y con VIH, que siguen la toma de medicamentos tal y como ha sido definida por el profesional sanitario más del 70% de los enfermos.

En el caso de pacientes con enfermedades frecuentes como diabeteshipertensióndislipemias (colesterol) y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) se estima que en torno a un 50% no toma los medicamentos de la forma adecuada.

Llama la atención el caso de los antibióticos. A pesar de que se ha mejorado la toma adecuada de este tipo de fármacos fruto de las campañas de divulgación, se calcula una adherencia del 54%. “El incumplimiento se produce porque cuando el paciente empieza a sentirse mejor y abandona el tratamiento. Eso es un error grave no solo porque disminuye la efectividad del fármaco sino porque genera un problema de resistencias, lo cual tiene implicaciones para toda la población”, indica Joaquina Huarte.

Dosis, frecuencia y horario de la medicación

El incumplimiento en la toma de los medicamentos puede estar relacionado con la dosis, con la frecuencia, horario o con la duración del tratamiento. “Una falta de concordancia en cualquiera de estos aspectos hace que el fármaco no alcance la concentración necesaria para ser eficiente”, precisa esta farmacéutica.

Otro factor importante a tener en cuenta es cómo debe tomarse el medicamento. “Por ejemplo, puede estar recomendada la ingesta sin alimento. Y no hacerlo según haya sido establecido repercutirá en la absorción del fármaco y, en consecuencia, en su efectividad, que puede quedar limitada”. 

La ingesta de los antiinflamatorios suele ser pautada con alimentos, mientras que la del paracetamol suele ser indiferente. “Los antiácidos con almagato, como el almax, por ejemplo, no deben ser tomados con leche porque ésta obstaculiza su absorción. Y todo esto es muy importante que se respete”.

Para mejorar la adherencia cuando el incumplimiento es inconsciente es fundamental evitar los olvidos y los errores en la toma de las pastillas, y para ello es muy efectivo conseguir una organización adecuada y sencilla de las mismas.

Mano con medicamentos

Trucos para personalizar la dosificación

Desde su experiencia, Joaquina Huarte recomienda la utilización de sistemas personales de dosificación (SPD). “Se trata de un servicio profesional farmacéutico asistencial de gran utilidad para mejorar la falta de adherencia terapéutica y realizar el seguimiento de los tratamientos”. Estos sistemas son elaborados en la farmacia y entregados al paciente con una periodicidad que suele ser semanal. De no ser así, otra posibilidad es la preparación de los pastilleros en el hogar, por el propio paciente o su cuidador.

  • La recomendación es siempre organizarlos para la semana. Lo más útil suele ser prepararlos el sábado o el domingo para la semana siguiente. Y organizar las pastillas por días, de lunes a domingo, y por frecuencia horaria, es decir, desayuno, comida, cena y momento de acostarse. “No es conveniente prepararlos para periodos más largo con el fin de asegurar la preservación de las pastillas de la humedad y también porque puede haber cambios en la pauta y es preferible no manipular demasiado los fármacos”.
     
  • Una cuestión clave, según Joaquina Huarte, es mantener el pastillero a la vista. “Guardarlo en un cajón es un error porque incrementar significativamente el riesgo de olvido”.
     
  • Es necesario chequear siempre después de organizar el dispensador que ha sido rellenado correctamente, es decir, que “ninguna pastilla se ha saltado a otra celdilla, ni se ha olvidado ninguna casilla”.
     
  • También es conveniente tener presente y visible la hoja de tratamiento entregada por el médico, para no olvidar ningún aspecto relacionado con la toma. 
     
  • Otro elemento de ayuda es asociar la toma del fármaco, cuando no está vinculado a la ingesta de alimentos, con un hábito rutinario que se lleva a cabo todos los días. “Por ejemplo, después de la ducha, cuando me siento a ver el informativo o a la vuelta del paseo”.
     
  • Si el paciente es autónomo es conveniente que se prepare el pastillero él mismo, “no que lo haga un familiar”, para contribuir a que se responsabilice de su enfermedad. Y si es dependiente lo recomendable es que organice los medicamentos siempre la misma persona, bien sea un familiar o un cuidador profesional.
     
  • Los pastilleros deben ser organizados cuando la persona encargada está tranquila y sin prisas para evitar o minimizar riesgo de errores.
     
  • Es necesario lavarse las manos previamente y después de distribuir las pastillas, y mantener el pastillero siempre limpio. También es recomendable utilizar guantes desechables, sobre todo, “porque hay pastillas que no se deben tocar”.
     
  • Cuando no se utiliza pastillero, es muy útil saber que el diseño del blíster, es decir, el soporte de aluminio donde están insertados los comprimidos o cápsulas también ayuda en muchos casos a asegurar una toma correcta. “En muchos casos los blíster ya tienen una organización de 7 o 14 pastillas en cada uno para facilitar que sabiendo el día de la semana en el que se empieza la toma sea fácil detectar si se ha producido algún olvido”. Lo mismo sucede con los envases de 28 pastilla. “Si el tratamiento se empieza un martes, por ejemplo, yo recomiendo dejar la del lunes, coger la segunda y seguir a partir de ahí. Es más fácil al cabo de la semana saber si ha habido alguna falta”.
     
  • Actualmente existen ya dispositivos electrónicos de dispensación más sofisticados. También puede ser útil, en caso de personas autónomas y aficionadas a utilizar la tecnología, servirse del móvil o el reloj inteligente para introducir en ellos una alarma, muy útil esta ayuda cuando el fármaco debe ser tomado, por ejemplo, una vez al mes. “En el caso de personas de edad avanzada lo más útil puede ser que lo anoten en el calendario que suelen tener en la cocina. Puede parecer obsoleto, pero en este sector de población es lo que mejor funciona”.

Dónde conservar los medicamentos

Otra cuestión importante es la conservación de los medicamentos, a la que no siempre se da la importancia que merece. “Es clave leer la información del envase y del prospecto”, resalta Joaquina Huarte. En general, para la mayor parte de los fármacos se recomienda su mantenimiento en lugar seco y frescoalejado de fuentes de luz y de calor.

Evitar los lugares sometidos a cambios bruscos de humedad y temperatura es también otra cuestión clave, por lo que no se deben de guardar los medicamentos y los pastilleros en la cocina ni en el baño.

“Puede pasar, por ejemplo, que se guarden en un cajón próximo a un radiador o a una ventana donde a algunas horas del día puede dar mucho el sol. Esto es un error”, señala Joaquina Huarte.

Si se va a realizar un viaje largo en coche debe evitarse llevar los medicamentos en una bolsa que vaya a ir en el maletero. “Tienen que ir en el área de pasajeros”.

También es conveniente evitar llevar en el bolso un medicamento “con la idea de por si acaso” durante un periodo largo de tiempo. “Es fácil que un bolso lo dejemos en una terraza al sol o cerca de un radiador, según el momento”.

Y los medicamentos que en un momento dado se vayan a llevar en el bolso deben ser mantenidos en el blíster porque este ayuda a protegerlos de la humedad y también a identificarlos.

Algunos fármacos deben ser conservados en frío, caso de insulinas y vacunas.

No deben ser introducidos en los pastilleros fármacos bucodispersables o sublinguales que captan con facilidad la humedad. 

Preparaciones como jarabes, gotas, aerosoles, sobres, parches o pomadas no pueden ser introducidas en los pastilleros por lo que se recomienda su situación al lado o cerca del pastillero para no olvidar su toma.

Respetar la fecha de caducidad es también fundamental, como no sobrepasar la de consumo indicada una vez abiertos, por ejemplo, en el caso de los colirios o reconstituidos, caso de algunos jarabes.

El botiquín no es un almacén

Y también es importante entender que el botiquín del hogar no debe ser un almacén con restos de medicamentos. “Cuando se ha finalizado un tratamiento lo recomendado es llevar al punto Sigre de la farmacia lo que no se ha utilizado para su conveniente eliminación y reciclaje. Salvo en el caso de fármacos para afecciones leves que se dispensan sin receta en la mayor parte de los casos, el resto de tratamientos deben ser adquiridos cuando lo indica el médico, no guardados pensando en una posible nueva necesidad futura”, señala esta farmacéutica.

Según los estudios, las personas de edad más avanzada suelen ser más respetuosas con el cumplimiento de los tratamientos, excepto por cuestión de errores u olvidos, mientras que el grupo de edad entre 40 y 50 años es el que muestra una menor adherencia a los tratamientos, que apenas supera el 21%.

Fuente: https://cuidateplus.marca.com/medicamentos/2021/09/21/trucos-organizar-pastillas-olvidar-ningun-medicamento-179104.html