La vacunación en pandemia
La dificultad en el acceso a las dosis y la necesidad de combinar distintas vacunas, marcaron el ritmo eficaz en la campaña de vacunación. Por qué los especialistas consideran que todas las intervenciones tienen un valor pero ninguna es perfecta.
Desde que comenzó la campaña de vacunación contra el COVID-19 en la Argentina, fueron inmunizadas en el país 61.454.090 personas. Según los últimos datos disponibles en el Monitor Público de Vacunación, el registro online del Ministerio de Salud que muestra en tiempo real el operativo de inmunización en todo el territorio argentino, de ese total 34.812.342 corresponden a la primera dosis (75,7%), mientras que 26.476.618 personas recibieron ambas y completaron el esquema (57,5%).
Además, hasta el momento, 165.130 personas recibieron una dosis adicional de alguna de las vacunas disponibles, en el marco de la última medida dispuesta por el Ministerio de Salud de la Nación, de aplicar un refuerzo a los mayores de 50 años que hayan recibido la vacuna china Sinopharm y a todos los mayores de tres años inmunocomprometidas que hayan iniciado el esquema de vacunación con cualquier componente.
Según arroja la Unidad de Datos de Infobae, la variación de los principales indicadores epidemiológicos entre ayer 4 de noviembre y el 1 de septiembre, fecha en que la vacunación en el país ya había alcanzado a un porcentaje importante de población, muestra que el promedio de nuevos casos casos diarios bajó el 78%, el promedio de pacientes COVID en las Unidades de Terapia Intensiva bajó el 77%, en tanto el número en el que más se evidencia el impacto de la protección que las vacunas ejerce frente a cuadros severos y muerte por COVID-19 es el promedio de nuevos muertos diarios, que bajó el 87%.
A la luz de los resultados, podrían observarse tres estrategias de la Campaña Nacional de Vacunación contra el COVID-19 en la Argentina que resultaron clave en la contención del avance del SARS-CoV-2 en el país.
– Ampliación del universo de primeras dosis en el inicio de la pandemia
– Combinación de vacunas para paliar la falta de segundas dosis de Sputnik V
– Vacunación de los menores de edad
Por fuera de la estrategia de vacunación pero como complemento de ella,una medida que sirvió para combatir al coronavirus y retrasar el ingreso y propagación de la variante Delta, fue el cierre parcial de fronteras en agosto de 2021.«En los comienzos del plan no teníamos aún variantes de alta transmisión circulando en el país por lo que la estrategia de cubrir a más población con una dosis era efectiva» (NA)
Un primer momento, al inicio de la campaña de vacunación en los primeros meses de este año, estuvo caracterizado por la necesidad de proteger a más personas con la aplicación de la primera dosis y así brindar inmunidad en el comienzo de la vacunación a un número mayor de la población. Sin embargo, la segunda ola de la pandemia era una amenaza latente para el país.
Luego, cuando el acceso al segundo componente de la vacuna Sputnik V se dificultó para la Argentina, la realización de estudios dio cuenta de la seguridad y eficacia de combinar vacunas para completar los esquemas pendientes.
Y, finalmente, la vacunación en niños y adolescentes para dar protección al grupo que faltaba y que, según analizaron los expertos, sería el “objetivo” del virus con la mayoría de la población adulta inmunizada.
Consultada por Infobae, la jefa del Departamento de Epidemiología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, Ángela Gentile (MN 49908), analizó que “a comienzos de 2021 la cepa original del coronavirus ya no circulaba; y las nuevas variantes fueron ganando en transmisión por mutaciones en la espiga, al punto que la cepa original tenía un R0 (índice que mide la cantidad de personas que se contagian a partir de un infectado) de 2 y con Delta llega a 5, lo cual demuestra que las variantes fueron ganando transmisibilidad”.
“Ante este escenario, en los comienzos del plan no teníamos aún variantes de alta transmisión circulando en el país por lo que la estrategia de cubrir a más población con una dosis era efectiva”, observó la especialista, para quien “a medida que el virus fue mutando se demostró que se necesita un esquema completo para una mejor protección”. “Entre las medidas más efectivas que se tomaron en el país, a mi entender estuvo comprender que frente a variantes de alta transmisión lo importante es tener completo el esquema de dos dosis”, señaló.
La“flexibilidad en la campaña y la habilidad para pasar de más población con una dosis a completar esquemas” fue clave para Gentile .Para Gentile, «un acierto fue cuando Argentina tenía dificultad para stockearse del componente 2 de la vacuna Sputnik V y rápidamente se pusieron en marcha trabajos científicos en el país para estudiar la combinación de vacunas» (Efe)
Por otra parte, “así como se cambió la estrategia, otro acierto ocurrió cuando Argentina tuvo dificultad para stockearse del componente 2 de la vacuna Sputnik V y rápidamente se pusieron en marcha trabajos científicos en el país para estudiar la combinación de vacunas y usar esquemas heterólogos y dar respuesta a esa necesidad de completar esquemas”.
Y finalmente, siempre dentro de la estrategia “madre” que es el plan de vacunación, Gentile observó que “a medida que se vacuna a la población adulta con dos dosis, quedaba un grupo muy grande de adolescentes y niños sin vacunar por lo que el virus se iba a transmitir fácilmente entre ellos”. “La vacunación pediátrica es una estrategia que permite encontrar coberturas útiles para generar inmunidad colectiva o lograr que el virus se transmita menos eficazmente porque a medida que el virus vaya encontrando población vacunada va a encontrar barreras para seguir propagándose”, destacó.
En opinión del médico infectólogo y miembro de la Comisión de Vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología (Sadi) Francisco Nacinovich (75.823), “las estrategias nunca son una sola; todas las intervenciones tienen un valor pero ninguna es perfecta, y en ese sentido las vacunas son una parte importante pero no son lo único; están dentro de toda una batería de medidas”.
Para Nacinovich , “no es la vacunación en sí misma la que modifica las cosas sino el vacunar, que se acceda a las vacunas, que lleguen a la gente y la gente las reciba, ya sea por los sistemas convencionales o heterólogos”.«El cierre de fronteras y cupos para el ingreso de personas desde el exterior es una medida de la que no hay datos de cuánto pudo enlentecer el ingreso de esa variante de preocupación, pero sí permitió ganar tiempo» (Efe)
En ese sentido, Nacinovich, quien además es jefe de Infectología del ICBA, Instituto Cardiovascular e integrante del staff del grupo Stamboulian, consideró que “son varias las estrategias, y los cuidados, así como el cierre de las fronteras que sirven para contener una epidemia”. “Eso es lo que se aprendió en este año y medio en el que fuimos a tientas y aprendimos a prueba y error, como le pasó a todos los países -analizó-. Así que es muy importante la concientización en la gente, que sepa la importancia de consultar y no minimizar los síntomas, en cuanto alguien tiene síntomas conservar los cuidados dentro de casa y aislarse. Respetar todas esas cosas en las que siempre hay que hacer hincapié y sobre todo ahora que se liberaron muchas actividades, es lo que nos llevará a la definitiva contención de la enfermedad”.
“Hay cosas que no sabemos aún, por ejemplo, por qué la variante Delta no explotó en Latinoamérica como lo hizo en el hemisferio norte”, continuó analizando la situación del país, y evaluó: “Una de las posibilidades es que como competía con otras cepas del coronavirus y otros virus que volvieron a circular, como el adenovirus, el sincicial respiratorio y la gripe, eso, junto con la vacunación, hizo que le costara un poco diseminarse”.
Y tras resaltar que “no es una sola cosa lo que funciona en la contención de una pandemia”, enfatizó: “No fueron las vacunas solamente, que tuvieron un rol sustancial seguramente, pero me parece que es una sumatoria de factores, inclusive la vacunación en niños, que seguramente va a ser un aporte adicional”.
La amenaza de la variante Delta«Hay cosas que no sabemos aún, por ejemplo, por qué la variante Delta no explotó en Latinoamérica como lo hizo en el hemisferio norte», evaluó Nacinovich
A mediados de octubre, desde el Ministerio de Salud habían manifestado que si bien todos los valores epidemiológicos, esto es, cantidad de casos diarios de COVID-19 notificados, muertes y ocupación de camas UTI en el país son positivos producto de la alta cobertura de vacunación, “lo que está sucediendo es que está aumentando la proporción de la variante Delta en algunos aglomerados urbanos”.
“Sabíamos que esto iba a pasar, ya que en el mundo Delta circula de manera dominante con un 90-100% de preponderancia –había dicho a Infobaeen esa oportunidad la directora nacional de Epidemiología e Información Estratégica de la cartera sanitaria, Analía Rearte-. Con las medidas que tomamos de cupos en el ingreso del exterior y mantener aforos, retrasamos el ingreso y hoy vamos a afrontar este ingreso con casi 90% de la población mayor de 18 años vacunada con dos dosis; es distinto el panorama si esto hubiera ocurrido en julio o agosto”.
Para Gentile, el cierre de fronteras y cupos para el ingreso de personas desde el exterior “es una medida adicional, de la que no hay datos de cuánto pudo enlentecer el ingreso de esa variante de preocupación, pero sí permitió ganar tiempo”. “Si bien no se sabe el impacto de esta medida sola, fue una herramienta más para enfrentar la circulación de Delta con la mayoría de la población vacunada con dos dosis”, enfatizó la especialista.
“Ahora la circulación de Delta está en aumento, y es de casi el 85% en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense -señaló Nacinovich-. Es un momento en el que no hay que bajar los brazos, y en el que es importante transmitir a la población que la pandemia todavía no terminó y que es vital seguir manteniendo los cuidados, además de la vacunación”.
Al respecto, Gentile analizó que si bien la circulación de Delta “está instalada”, todo indica que “podrá haber aumento de casos, pero esos casos no implican mortalidad y eso es lo que se busca con buenas coberturas de vacunación”. “La vacuna de ninguna forma va a erradicar la enfermedad, sino que protege de eventuales complicaciones y de la posibilidad de padecer un cuadro grave”, destacó, al tiempo que aventuró que “seguramente a futuro el SARS-CoV-2 se convierta en virus endémico: entre la población vacunada y los que se enfermaron y tienen anticuerpos se generarán barreras efectivas para que el virus se transmita más lentamente”.
En cuanto a los números de la vacunación en la Argentina, según las cifras del Ministerio de Salud de la Nación, 3.931.614 fueron aplicadas a personal de salud, 7.341.857 a personal estratégico (Fuerzas de Seguridad y Armadas, docentes y personal no docente de todos los niveles educativos, responsables del funcionamiento del Estado y personal del Servicio Penitenciario), 12.404.240 a personas mayores de 60 años, 9.597.484 a personas de 18 a 59 años con factores de riesgo, 3.048.744 a personas de 50 a 59 años sin factores de riesgo, 13.989.929 a personas de 18 a 39 años sin factores de riesgo, 4.890.209 a personas de 40 a 49 años sin factores de riesgo, 896.210 a adolescentes de 12 a 17 años con factores de riesgo, 2.598.860 a adolescentes de 12 a 17 años sin factores de riesgo, 226.509 a niños de 3 a 11 años con factores de riesgo, 2.391.923 a niños de 3 a 11 años sin factores de riesgo, y 136.511 a otros.
Fuente: https://www.infobae.com/salud/2021/11/05/cual-fue-la-estrategia-sanitaria-madre-segun-los-expertos-para-controlar-la-pandemia-en-la-argentina/