Adultos mayores ¡A moverse!
El ejercicio físico se considera la «píldora antienvejecimiento», por lo que debemos hacerle lugar. Y no solo de caminar se trata, sino también de ejercitar la fuerza.
El ejercicio físico regular y adaptado para mayores está asociado con un menor riesgo de mortalidad porque disminuye las probabilidades de sufrir un infarto y de desarrollar diabetes tipo II. Incluso se ha mostrado eficaz en la prevención de ciertos tipos de cáncer, incrementa la densidad mineral ósea, reduce el riesgo de caídas, disminuye el dolor osteoarticular y mejora la función cognitiva, bajando el riesgo de demencia y alzheimer.
Además, los beneficios psicosociales del ejercicio adquieren especial protagonismo al combatir el aislamiento, la depresión y la ansiedad y favorecer la autoestima. Por todo esto, la inclusión de programas de ejercicio físico regular, adaptado a población mayor y desarrollados por profesionales del ámbito de las Ciencias de la Actividad Física, se convierte, hoy por hoy, en una necesidad social.
Sin embargo, los niveles de actividad física en mayores son inferiores a los del resto de los grupos poblacionales. Sumado a este fenómeno, la mayoría de los programas para mayores incluyen tan solo ejercicio aeróbico, excluyéndose otras cualidades importantes relacionadas con la salud como son la fuerza.
Un programa de entrenamiento bien planificado permite al adulto mayor desarrollar su máximo potencial físico, de hecho, el ejercicio físico es denominado la “píldora antienvejecimiento” y es considerado la medida no farmacológica más eficaz para la mayor parte de enfermedades asociadas con la edad.
Beneficios:
Previene el riesgo de sufrir fracturas.
Favorece el fortalecimiento muscular.
Reduce el riesgo de caídas.
Refuerza el sistema inmune.
Disminuye el dolor musculoesquelético.
Mejora la autoeficacia y autoestima.
Disminuye la prevalencia de depresión, ansiedad y otras enfermedades mentales. También incide en la felicidad.
Recomendaciones:
La actividad física debe realizarse durante un mínimo de 150 minutos semanales, aunque más tiempo por semana proporciona mayores beneficios para la salud.
El ejercicio físico de fortalecimiento muscular también es fundamental para lograr desarrollo muscular y óseo, previene la osteoporosis y es imprescindible para mantener una buena salud.
Se recomiendan de 6 a 12 ejercicios por sesión de entrenamiento aplicados sobre los grandes grupos musculares. Las series recomendadas son entre 2 y 3 por ejercicio, repeticiones de 8 a 12, y las sesiones de entrenamiento pueden ir de 2 a 3 veces por semana.
Es importante el desarrollo de la fuerza en personas mayores ya que la atrofia muscular es la responsable de la pérdida de fuerza, lo que produce dificultad para realizar los movimientos implicados en las actividades cotidianas y aumenta la posibilidad de sufrir fracturas. Las caídas y los problemas relacionados con ellas son más frecuentes y graves en quienes tienen menos fuerza.
Fuente: https://mia.perfil.com/noticias/salud/adultos-mayores-a-moverse.phtml