Y en Argentina ¿Qué se veía?
El cine nacional de 1972, año en que asomaba el Gran Acuerdo Nacional y la posibilidad de un regreso a la vida institucional tras la autoproclamada Revolución Argentina, permitió asomar, entre lo mucho de lo mismo que abundaba, un puñado de intentos por renovar la oferta.
En materia de cine comercial tuvo expresiones surgidas de la televisión como «Argentinisima», de Héctor Olivera y Fernando Ayala según el programa televisivo creado por Julo Maharbiz dedicado a música folclórica; «Había una vez un circo», de Enrique Carreras, con los payasos españoles Gaby, Fofó y Miliki; «El picnic de los Campanelli», también de Carreras, digna del análisis sociológico de acuerdo al ciclo televisivo familiar y dominguero; prolífico Carreras también le puso su sello a «La sonrisa de mamá», con Palito Ortega y Libertad Lamarque, que comienza con una escena de baile alrededor de Las nereidas en la Costanera Sur. Por último, «El profesor tirabombas», la segunda de Fernando Ayala este año, con título sugestivo, de alguna forma secuela de la anterior «El profesor hippie», con protagonismo absoluto de un ya veterano Luis Sandrini.
En cuanto a cineastas más conocidos, para público masculino, no obstante bizarro, Armando Bó volvió con su estrella Isabel Sarli a una historia erótica en este caso con el explícito título «Fiebre». Raúl de la Torre, que ya había dado muestras de su talento con «Crónica de una señora», volvió a la carga con cierta audacia ayudado por la eficiencia de Graciela Borges en «Heroina». Y Manuel Antín probó independencia con su versión de la pieza teatral de Oscar Viale«La sartén por el mango», con Claudio Garcia Satur, y poco después la histórica «Juan Manuel de Rosas», con Rodolfo Bebán en el papel epónimo.
Leopoldo Torre Nilsson, ya superada la experiencia de «Los siete locos», volvió una vez más con su actor fetiche Alfredo Alcón, aquí también con José Slavin, en «La Maffia» (así, con doble f), según el libro de Jose Dominianni con Beatriz Guido, que abordó la historia de Juan Galiffi, alias Chicho Grande, y su hermano Juan o Chicho Chico, los dos jefes de la mafia de Rosario en 1932. Ambos participaron en el secuestro de Abel Ayerza y dos amigos, todos relacionados con el poder. Por Ayerza pedirían 150.000 pesos, rescate que se pagó, no obstante por un malentendido el secuestrado terminó muerto.
En relación a propuestas infantiles solo se vio «Mil intentos y un invento», de Manuel García Ferré, con Anteojito y Antifaz, una aventura en la que el niño se convierte en millonario menospreciando a su tío enmascarado, conflicto que se resuelve tras un singular cuento con moraleja acerca de un bastón de hierro, generando un curioso mensaje difícil de entender al público al que está destinado el producto.
En el rubro curiosidades, ese año se conoció la compilación de cortometrajes «La ñata contra el vidrio», de Ricardo René García, Daniel Pires Mateus, Jorge Enrique Freeland y Hugo Quintana, trabajos de tesis de alumnos de Escuela Experimental de Cine, del Instituto Nacional de Cinematografía (así se llamaba entonces), pertenecientes a la primera camada, de los cuales solamente uno continuó en esa profesión. Fue un trabajo que se anticipó tres décadas a la serie «Historias Breves» y que restaurada por el Incaa, puede verse ahora streaming en Cine.ar..
Tres documentales se destacaron, no obstante su casi nula exhibición en aquel momento: «¿Ni vencedores ni vencidos?», de Naum Spoliansky y Alberto Cabado, con guión de Horacio de Dios según una idea de Ernesto Sabato;«Al grito de este pueblo», del cineasta boliviano Humberto Ríos filmada en la clandestinidad (sólo se vio en Berlín), los dos con claro contenido político; mientras que en un tono más antropológico es «Valle Fertil», de Jorge Prelorán, acerca de la transculturación de zonas rurales argentinas. Si bien no tuvo estreno comercial se pudo ver en una exhibición que -según una crítica del diario Clarín- indignó al intendente del pueblo sanjuanino al que se refiere, quien impidió su proyección en aquella geografía.
(Todas estas películas argentinas están disponibles en las plataformas YouTube o en Cine.ar Play)
Fuente: Télam