Refranes con historia

La historia de los refranes: «Una golondrina no hace verano». La golondrina es una ave migratoria que vuela de destino en destino en busca de un clima adecuado para sus necesidades. Y no vuela sola, sino con su bandada. Así, kilómetros y kilómetros hasta llegar a un sitio templado donde pueda poner sus huevos. ¿Qué hace en este refrán?

POR HUGO PAREDERO05

Telam SE

Una golondrina no hace verano

Cuenta la leyenda que esta expresión fue creada en la Antigua Roma, ocho siglos antes de Cristo, cuando había cinco estaciones: prima verem, tempus veranum, tempus aestivum, tempus autumnum y tempus hibernum.

Las golondrinas llegaban en el tempus veranum, que incluía las últimas semanas de primavera y las primeras de verano. Es por eso que la frase menciona al verano, y no a la primavera… “Una golondrina no hace verano” es una traducción del latín: “Una hirundo non facti ver”. ¿Lo prefieren en catalán?: “Una onereta no fa estiu”…

Otra leyenda cuenta que fue Aristóteles -padre  de la filosofía occidental, junto con Platón- el primero que pronunció esta frase…

Estamos en la Antigua Grecia, 300 años antes de Cristo, el gran Aris acaba de escribir un libro, «Ética a Nicómaco», dedicado a su hijo… En este libro, expresa: “Porque una golondrina no hace verano, así tampoco hace feliz a un hombre un solo día o un poco de tiempo venturoso”… Se refiere a que un solo acto bueno no hace a la Virtud, la cual, según Aristóteles, era necesaria para alcanzar la felicidad… ¡Virtud con mayúsculas eh!

O sea: cuando existe un hábito operativo bueno, una costumbre buena conseguida con la repetición de muchos actos buenos a lo largo del tiempo…  ¡Eh golondrinas! Ustedes que conocen tantos lugares, ¿encontraron algún Virtuoso que circulara así por la vida, todo el tiempo obrando bien casi sin pensarlo, con la bondad en automático?…

Este refrán acude a la golondrina para “enseñarnos” que, de un caso particular, no podemos inferir una regla general; que una cosa es un indicio suelto, y otra la frecuencia sostenida… Sofocleto supo escribir: “Una golondrina no hace un carajo”, y a lo mejor eso también es cierto… 

Fuente: Télam