El tango está de luto
Murió el gran bandoneonista y compositor Juan José Mosalini. El músico, que había tocado con Osvaldo Pugliese, Horacio Salgán, Astor Piazzolla, Leopoldo Federico y José Basso, falleció este viernes a los 78 años en Francia, donde vivía desde 1977, cuando se fue para dejar atrás la dictadura cívico-militar.
El compositor y bandoneonista argentino Juan José Mosalini, de gran recorrido local como partícipe de las orquestas de José Basso, Horacio Salgán y Osvaldo Publiese, falleció en las últimas horas a los 78 años en Francia, donde residía, informó la Academia Nacional de Tango.
«Con mucha tristeza recibimos la noticia del fallecimiento de nuestro Académico de Honor Maestro Juan José Mosalini, ocurrida en Francia en horas de la tarde del viernes 27 de mayo de 2022”, publicó la institución a través de posteo en redes sociales.
«El Maestro -amplió- con una gran trayectoria en nuestro país, fue fundador en Francia de la cátedra de bandoneón que se transformó en una escuela única para la nueva difusión del género en Europa a partir de la década del ochenta”.
Nacido en José C. Paz el 29 de noviembre de 1943, Mosalini heredó la pasión por el bandoneón de su padre y su abuelo, que también lo tocaban y lo entusiasmaron para iniciar su aprendizaje a los 8. A los 13 ya tocaba en salones como parte de una orquesta de tango.
Tocó con Osvaldo Pugliese, Horacio Salgán, Astor Piazzolla, Leopoldo Federico, José Basso, entre otros , y en 1977 se radicó en París para dejar atrás la dictadura cívico-militar.
«Aunque trabajaba muy bien con Pugliese, la enorme represión que tocó a todas las capas me alcanzó tanto por mi participación en el Sindicato de Músicos como por mi adhesión a la Juventud Peronista, aunque ninguna de las dos actividades fueran clandestinas”, recordó en charla con Télam en julio de 2019, en ocasión de su visita a la Argentina con el trío que compartía con el pianista argentino Diego Aubía y el violista francés Nicolas Peyrat para una serie de presentaciones en el CCK y en el Festival de Tango en La Usina del Arte.
En Francia continuó con su ferviente actividad, grabó numerosos discos y en 1999 fundó la primera academia de bandoneón en Europa, en la comuna de Gennevilliers, un suburbio ubicado al norte de París.
Como resultado de su experiencia a dos lados del Atlántico, en la que colaboró con los más grandes del tango argentino pero también se relacionó con talentosos músicos de otras nacionalidades, y acaso con la satisfacción de haber aportado a la expansión del género, Mosalini aseguraba allá por 2019: «El tango ya no necesita pasaporte para lograr un resultado».
Fuente: Télam