Reabre el edificio «Del Molino»
El Edificio del Molino abrirá nuevamente al público, por cupos agotados. Debido a que se agotaron los 8.000 cupos otorgados para la visita del viernes próximo al mítico edificio, obra del reconocido arquitecto Francisco Gianotti, se realizará otra visita el jueves 21 de julio. Las inscripciones podrán realizarse a partir del 18 de este mes.
El mítico Edificio del Molino, del barrio porteño de Congreso, en Callao y Rivadavia, abrirá nuevamente sus puertas al público el jueves 21 de julio, para mostrar los avances de su restauración, debido a que se agotaron los 8.000 cupos otorgados para la visita del viernes próximo, en vísperas de su 106° aniversario.
Según informó la Comisión del Molino a través de su instagram @delmolinook, las inscripciones podrán realizarse a partir del 18 de julio a las 12, a través de la web oficial.
Habrá ocho turnos disponibles desde las 12 hasta las 19 horas.
Además de la tradicional recorrida por los salones y la confitería, los visitantes podrán visitar el subsuelo, la cúpula, disfrutar de música en vivo y de exposiciones de objetos históricos.
«Se comenzarán a realizar visitas periódicas al edificio, para que la comunidad pueda ver el avance de un lugar histórico de Buenos Aires que, con el esfuerzo de trabajadoras y trabajadores del Congreso Nacional, pronto volverá a ser ese punto de encuentro para quienes quieran disfrutar de un café y su emblemática pastelería», dijeron.
Desde la Comisión también se invita a continuar participando activamente de la recuperación histórica, acercando fotos u objetos que consideren que puedan formar parte del museo a instalarse en el Molino.
El seguimiento de la obra puede observarse bajo el hashtag utilizado desde el inicio de las tareas el 2 de julio de 2018: #lavueltadelmolino.
Ubicado en la intersección de Avenida Rivadavia y Callao, el edificio posee cinco pisos y una azotea con mirador privilegiado y acceso a la torre con cúpula, donde «la idea es que funcione otro espacio gastronómico», de los denominados «rooftop bar».
Los tres subsuelos eran ocupados por la confitería, que tenía en los sótanos los talleres de producción, los hornos, las máquinas y el depósito; en la planta baja funcionaba el salón de ventas y bar; y en el primer piso estaban los tres salones de fiesta.
En tanto, las plantas del segundo al quinto piso eran ocupados por departamentos residenciales.
El inmueble terminado en 1916, bajo la dirección del afamado arquitecto italiano Francisco Gianotti (1881-1967), fue expropiado a los descendientes del pastelero Cayetano Brenna en 2014 y transferido al Congreso de la Nación, que creó la Comisión Bicameral encargada de su restauración.
La Ley 27.009 de expropiación y restauración dispuso que «el subsuelo y planta baja deberán ser concesionados como confitería, restaurante, pastelería o cualquier uso afín», mientras que el resto del inmueble albergará «un museo dedicado a la historia de la confitería» y «un centro cultural a denominarse ‘De las Aspas’ dedicado a difundir y exhibir la obra de artistas jóvenes».
La ejecución del Plan de Restauración Integral del Edificio del Molino (RIEM) incursiona en un abordaje poco habitual de la gestión patrimonial, que contempla la dimensión material e inmaterial de los bienes culturales, desde la multidisciplina y la pluralidad política, con el compromiso de involucrar la participación de la comunidad.
En el marco del RIEM, un equipo multidisciplinario de especialistas del Congreso se encuentra trabajando para recuperar el patrimonio material e inmaterial del inmueble.
Uno de sus últimos exinquilinos, Daniel Espinoza García, filmó allí gran parte su película «Las Aspas del Molino» (2014) que da cuenta de su estado antes de la restauración.
Fuente: Télam