Murió el piloto Pairetti
Profundo dolor en el automovilismo: a los 87 años murió Carlos Pairetti, el piloto que llegó al cine y se convirtió en leyenda del TC. El ídolo popular falleció a causa de afecciones pulmonares y cardíacas. Será despedido en su museo de Arrecifes.
El automovilismo atraviesa un profundo dolor por la muerte de la leyenda del Turismo Carretera Carlos Pairetti. El ex campeón será velado a cajón cerrado en Arrecifes, donde tenía su museo personal que recuerdan sus días de gloria en el deporte motor. El carismático ex piloto sufría serias deficiencias respiratorias y cardiológicas, que empeoraron su cuadro de salud, y falleció a los 87 años, según le confirmó a Infobae su hijo Tim.
El histórico ex campeón había experimentado un desmejoramiento en su salud, ya que en el último tiempo habían reaparecido las afecciones pulmonares y cardíacas. El ídolo popular que se había consagrado en 1968 con el mítico Trueno Naranja atravesaba un cuadro de deficiencias respiratorias y cardíacas, a las que se habían sumado afecciones renales.
El Paire también había sufrido una neumonía bilateral con la que estuvo ingresado hace poco más de un mes en el Hospital Municipal de Arrecifes, para luego ser trasladado a un nosocomio de Pergamino. Tiempo atrás, el ilustre integrante de la “Cuna de Campeones” de Arrecifes también había superado un ACV.
Carlos Alberto Pairetti, campeón del TC en 1968 con el recordado Trueno Naranja, el único sport prototipo que se consagró en la octogenaria categoría, donde logró 22 victorias. Ganó con cuatro marcas, Chevrolet, Ford, Dodge (con un modelo 1500) y le dio el único triunfo a Volvo en la especialidad, en la Semana de la Velocidad de 1965 en Villa Carlos Paz. Fue uno de los primeros en ser un corredor contratado por una terminal. Su profesionalismo lo llevó a cambiar de Chevrolet a Ford de la noche a la mañana. Como si un futbolista pasara de Boca a River. En pocos años trascendido a lo deportivo y fue pionero en ser la cara visible de diversos productos. Un verdadero rock star del deporte nacional de hace 50 años.
“En 1970 participé en Siempre te amaré, donde lo doblé a Sandro, quien interpretó a un piloto. Pero él se enganchó mucho, le gustaba la velocidad y hasta llegó a manejar el auto de carrera, un sport prototipo y lo terminó volcando en el Autódromo Oscar Cabalén de Alta Gracia. Me hice muy amigo de Sandro y él me dio tanta manija que me terminé enganchando con la actuación. Fue culpa suya (risas). El director de esa película era Leo Fleider y él me ofreció hacer “Piloto de pruebas”. Allí hacía de mí mismo. También lo doblé a Ricardo Bauleo, quien era mi hermano en el film”, había revelado en una de sus últimas entrevistas con Infobae.
También intentó sin éxito correr las 500 Millas de Indianápolis en 1970. Aunque ello le abrió las puertas para ser el solitario argentino que compitió en las 300 Millas de Rafaela en 1971 en el mítico óvalo santafesino (es más largo que el de Indianápolis). Aquella fue la única visita de la IndyCar al país y la primera vez que la divisional estadounidense corrió en el exterior. Su trayectoria se completa con su paso a nivel local e internacional en Sport Prototipos, el Turismo Nacional, Fórmula 1 Mecánica Argentina (F-1 MA) y hasta creó una categoría, el extinto Club Argentino de Pilotos.
El año pasado, el Concejo Deliberante de Arrecifes declaró “Ciudadanos Ilustres” a sus hijos dilectos Carlos Alberto Pairetti, Néstor Jesús García Veiga, y los desaparecidos Rubén Luis Di Palma y Carlos Marincovich, conocidos como el “Póker de Ases”
Fuente: Télam