Historia en fotos del Café Tortoni
La historia viva del Gran Café Tortoni, el más antiguo de Buenos Aires y el primero en estrenar la Avenida de Mayo. Abrió por primera vez sus puertas en 1858, en un homenaje al Café Tortoni de París, sobre el Boulevard des Italiens. El propietario era el francés Monsieur Jean Touan. Primero funcionó en la calle Esmeralda, esquina Rivadavia. Desde 1880 deslumbra con sus vitrales, boiserie y elegancia del siglo XIX, en Avenida de Mayo 825. Los artistas “que no consumían mucho”, le aportaron toda su magia. Mañana será parte de la primera edición de “La noche de los bares notables” , donde se dará una charla a las 20 horas. sobre el barrio y la creación de la primera avenida porteña.
Por: Gabriela Cicero
Hoy, igual que ayer. Los visitantes se sientan a tomar un café o un chocolate con churros. El servicio se mantiene intacto a lo largo del tiempo. El mozo memoriza los pedidos y después se acerca a la barra y los grita: dos cafés, dos jugos… «Es el folclore de la gastronomía y no lo vamos a modificar», asegura uno de sus gerentes generales, Nicolás Prado. (Crédito: Maximiliano Luna)La entrada original daba sobre Rivadavia. Para que fuera construida la Avenida de Mayo, la familia Unzué, propietaria del edificio donó 30 metros de su superficie. Algunos vendían y otros donaban. Hay un diploma de reconocimiento municipal por ese gesto de la familia en el interior del café. La lujosa fachada fue encargada al arquitecto noruego Alejandro Christophersen, recién llegado de París. Fue diseñado en 1888 y le tomó seis años terminarla. Según Nicolás Prado, mañana se celebra el Día de los bares notales porque el día en que el Café Tortoni abrió sus puertas sobre la flamante Avenida de Mayo, a la que había que darle valor. (Maximiliano Luna)El Tortoni es un imán para el turismo principalmente de Brasil, de Paraguay, Chile y por primera vez, de Bolivia, según el gerente Nicolás Prado. Durante todo el día hay filas de 30 a 40 minutos y eso desalienta al público local, sumado a que a partir de la pandemia se acabó la vida de las oficinas y muchos comercios bajaron la persiana (Crédito: Maximiliano Luna)El chocolate con churros es un clásico. Llegan en una jarra de cobre, se sirve bien caliente y no hay que esperar a una fecha patria para saborearlos. (Crédito: Maximiliano Luna)Nicolás Prado es uno de los cuatro gerentes generales. Trabaja hace 21 años en el Café Tortoni. «Entré a los 19 años y no me fui más. Primero fui cafetero, después mozo y más tarde encargado. Desde 2014 soy uno de los gerentes». Dice Prado que los empleados que van a trabajar al Tortoni pueden hacer carrera dentro del lugar. (Crédito: Maximiliano Luna)En el fondo del bar está poblado de esculturas dedicadas a sus ilustres visitantes. El escritor Jorge Luis Borges solía frecuentar el Tortoni. Su amigo el poeta Mosquera Montaña, un habitué que solía llevarlo, fue presidente de la Asociación Amigos del Café Tortoni, donde entregaba cada año la Orden del Pocillo. También hay un busto dedicado al dramaturgo Luigi Pirandello, quien de visita fue agasajado con un concierto de Carlos Gardel en 1927. Acompañado por sus guitarristas, Barbieri y Ricardo, interpretó Mi noche triste, Rosas de Otoño y Senda florida (Crédito: Maximiliano Luna)El Tortoni tiene dos entradas. La de Rivadavia está cerrada por cuestiones de seguridad, para evitar robos. La sala más chica de espectáculos tiene persiana también. Era un salón de familia. Los hombres podían asistir con las mujeres, pero ellas no podían pasar al salón principal. Había un box cerrado con timbre. Por eso la ubicación del baño de damas. Alfonsina Storni fue una de las precursoras en ingresar a los bares. Las esculturas de la poetisa, junto a Carlos Gardel y Jorge Luis Borges, fueron realizadas por el e escultor Gustavo Fernández, con el apoyo de Art Saint Michel, con sede en París (Crédito: Maximiliano Luna)Alfonsina Storni en el centro, en una velada dedicada a la poesía femenina (Foto Archivo Gral. de la Nación)El escenario del Tortoni está en un lugar elevado, justo sobre la cocina. Hoy exhibe lámparas de colores Tiffany. Entre 1977 y 1978, el histórico palco vio pasar a grandes exponentes del tango. Desde 2018 lleva el nombre de quien brilló con su bandoneón, Osvaldo Piro. En la foto de la derecha, Jorge Luis Borges, junto a un grupo de escritores y artistas (Crédito: Maximiliano Luna)Las repisas de la entrada del café más antiguo de Buenos Aires, guardan recortes de diarios, fotos y más testimonios de época (Crédito: Maximiliano Luna)Mucha gente llega de visita interesada en la historia, otras personas para vivir una experiencia con el tango y otros llegan atraídos por la singular arquitectura (Crédito: Maximiliano Luna)La caja registradora tiene un fileteado típico. Por la pandemia el Tortoni empezó a cerrar muy temprano, Después se extendió a las 20.30, y ahora funciona hasta las 22.00. A las 21.30 se corta el ingreso. La apertura es a las 8. (Crédito: Maximiliano Luna)El café conserva intacto su legado. Se hacen pequeñas refacciones, pero se mantiene en un gran estado de conservación. La boiserie es original, toda de roble, igual que sus mesas y sillas, que siempre son reacondicionadas y vueltas a encolar. Los vitrales los restauró María Paula Farina Ruiz. Según Prado, cada vez cuesta más conseguir personas con oficios para los trabajos de restauración. Hay pocos yeseros, ebanistas, vitralistas. (Crédito: Maximiliano Luna)En este espacio al que se accede por un pasillo, funcionaba una peluquería y también se lustraban zapatos. Hoy es un rincón de lectura (Crédito: Maximiliano Luna)Esta división vidriada quedó como resultado de una reforma. Se hizo cuando en los lugares de más de 100 metros cuadrados podía incluir un sector fumador. Hoy es una sala más íntimaEn el Tortoni de a poco fueron reactivándose las actividades de tango durante la pandemia, que se organizan de lunes a sábados. También, alquilan salas para eventos. (Crédito: Maximiliano Luna)La vereda del Tortoni cuando los porteños iban de traje y llevaban sombrero. Pura elegancia.Jorge Luis Borges tiene una gran presencia en el Café Tortoni. Está en cada rincón (Crédito: Maximiliano Luna)Benito Quinquela Martín fue una figura muy importante de la historia del café. Era sabido que los artistas pasaban mucho tiempo en el salón, gastaban poco pero eran quienes le aportaban prestigio al lugar. Entonces, se les cedió el usó del subsuelo. Ahí crearon La agrupación de ARtes y Letras La Peña, donde se organizaban veladas artístico literarias que fueron leyenda. Quinquela Martín tuvo un rol muy activo en La Peña, a pesar de su cargada agenda internacional, donde había alcanzado un gran prestigio. Fue fundada en 1926 por él, Alfonsina Storni y otros artistas. Hoy el subsuelo está en proceso de restauración (Crédito: Maximiliano Luna)De izquierda a derecha: el maestro Benito Quinquela Martin, el violinista y cantante de tango Alberto Cosentino y Juan de Dios Filiberto, el fundador de Orquesta Porteña, que hizo historia en «La Peña»Por las puertas del Tortoni siempre hay visitas destacadas. Pueden ser políticos, actores, escritores, directores de cine, tanto nacionales como internacionales. En las fotos se puede ver a Ernesto Sábato, Carlitos Balá, Hillary Clinton y Francis Ford Coppola. Las visitas internacionales pueden caer en el momento menos pensado. Katy Perry hizo una visita y también Daniela Mercury, que fue descubierta por los clientes (Crédito: Maximiliano Luna)En el subsuelo funciona una pequeña bodega (Crédito: Maximiliano Luna)En el subsuelo, que alojó a «La Peña» se hicieron trabajos de restauración y descubrieron debajo de un piso de madera hermosas baldosas originales. Las paredes de ladrillo también tienen larga data (Crédito: Maximiliano Luna)El entonces presidente Marcelo T. de Alvear en una visita a La Peña, junto con la primera dama Regina Pacini, que era una cantante lírica portuguesa,El entonces Rey Juan Carlos I de España firmó el libro de oro tras su visita al Tortoni y recordó a otro célebre visitante español, Federico García Lorca. Juan Carlos se fue con la medalla conmemorativa del 130° aniversario del café de recuerdo (Crédito: Maximiliano Luna)Nicolás Prado y Roberto Fanego, quien fue gerente del Tortoni, recibidos por el Papa Francisco. Fanego fue quien en 1963 relevó todos los registros históricos para ponerlos en valor en el Tortoni. «Fue la persona que nos marcó a todos los que trabajamos el día de hoy cómo tiene que ser la continuidad de café acá en el tiempo», explica Prado, En pocas palabras, creó el Tortoni como es hoy. (Crédito: Maximiliano Luna)El cantante catalán Joan Manuel Serrat y la bailarina argentina Paloma Herrera (Crédito: Maximiliano Luna)Cada vitrina exhibe un tesoro de otro tiempos. Una gigantografía muestra la Avenida de Mayo con la cúpula del Congreso de Fondo. Los visitantes se llevan muchas selfies de recuerdo. (Crédito: Maximiliano Luna)El viernes 28 de octubre, durante la primera edición de La Noche de los Bares Notables, hay cita a las 20 horas en el Café Tortoni (Avda. de Mayo 825), como parte del cirtuito 1, del Microcentro. La charla será dada por Leonel Hernán Contreras, licenciado en Historia y co-autor de Buenos Aires tiene barrio: historia y leyenda de los 48 barrios porteños (Planeta, 2022). La Noche de los Bares Notables está organizada por el área de Patrimonio del Ministerio de Cultura de la Ciudad con el apoyo de la Cámara de Cafés y Bares, la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (AHRCC), la Comisión de Cafés, Bares, Confiterías y Billares Notables de la Ciudad de Buenos Aires, BA Capital Gastronómica, y la coproducción artística de la Dirección General de Enseñanza Artística de la Ciudad de Buenos Aires (Crédito: Maximiliano Luna)El Ministerio de Cultura de la Ciudad organizó este circiotp por los bares notables para rendir homenaje al patrimonio de la Ciudad y el espíritu porteño con una programación repleta de propuestas gastronómicas y culturales para toda la familia. Será mañana, viernes 28, desde las 17 horas hasta la medianoche, en un total de 10 circuitos, que abarca microcentro, macrocentro, San Nicolás, San Telmo, Monserrat, Abasto, Boedo, La Boca, Barracas, Almagro, Palermo, Chacarita, Belgrano, Caballito y Recoleta. El centro neurálgico de la celebración será el microcentro porteño, que tendrá dos escenarios -uno en Florida y Lavalle, y el otro en Florida y Av. Presidente Roque Sáenz Peña- en los cuales se podrá disfrutar de música, literatura, performances y mucho más. Más información en https://www.buenosaires.gob.ar/cultura/nochedelosbaresnotables (Crédito: Maximiliano Luna)
Fuente: Infobae