Papa «contra los cantos de sirena del populismo»
Francisco cerró la misa por la Jornada Mundial de los Pobres con un pedido para no seguir «a los falsos mesías que, en nombre de la ganancia, proclaman recetas útiles solo para aumentar la riqueza de unos pocos, condenando a los pobres a la marginación».
POR CORRESPONSAL
El papa Francisco convocó a no dejarse «seducir por los cantos de sirena del populismo», pidió evitar a los «falsos mesías que proclaman recetas útiles solo para aumentar la riqueza de unos pocos» y llamó a escuchar «el grito de dolor de los más débiles», al celebrar en el Vaticano la misa por la Jornada Mundial de los Pobres y antes de compartir un almuerzo con 1.300 personas en dificultades de Roma.
«Hermanos y hermanas, en esta Jornada Mundial de los Pobres, la palabra de Jesús es una fuerte advertencia para romper esa sordera interior que nos impide escuchar el grito sofocado de dolor de los más débiles», dijo el pontífice al encabezar la celebración en la Basílica de San Pedro.
«También hoy vivimos en sociedades heridas y asistimos, precisamente como nos lo ha dicho el Evangelio, a escenarios de violencia, injusticia y persecución; además, debemos afrontar la crisis generada por el cambio climático y la pandemia, que ha dejado tras de sí un rastro de malestares no solo físicos, sino también psicológicos, económicos y sociales», agregó Jorge Bergoglio.
Tras la misa, el Papa compartió un almuerzo en el Vaticano con 1.300 personas sin hogar, emigrantes y personas asistidas por Cáritas Roma, Comunidad San Egidio, Acli y otras asociaciones, informó su vocero Matteo Bruni.
(S)Tercera guerra mundial(FW)
En el marco del conflicto en Ucrania, el Papa lamentó una vez más la existencia de una «tercera guerra mundial, en la que el pueblo ucraniano está sufriendo crueldad».
Francisco denunció también cómo «hoy vemos levantarse pueblo contra pueblo y presenciamos angustiados la vehemente ampliación de los conflictos, la desgracia de la guerra, que provoca la muerte de tantos inocentes y multiplica el veneno del odio».
Al celebrar la misa por la jornada que instituyó en 2017, el Papa consideró además que «también hoy, mucho más que ayer, muchos hermanos y hermanas, probados y desalentados, emigran en busca de esperanza, y muchas personas viven en la precariedad por la falta de empleo a causa de condiciones laborales injustas e indignas».
Según Francisco, «también hoy los pobres son las víctimas más penalizadas de cada crisis», frente a lo que llamó a «escuchar su débil grito de dolor, llorar con ellos y por ellos, ver cuánta soledad y angustia se esconden también en los rincones más olvidados de nuestras ciudades».
«No escuchemos a los profetas de desventura; no nos dejemos seducir por los cantos de sirena del populismo, que instrumentaliza las necesidades del pueblo proponiendo soluciones demasiado fáciles y apresuradas», convocó luego el Papa.
Tras haber dispuesto iniciativas de atención médica a pobres de Roma durante toda la semana, el Papa cerró la misa con un pedido para no seguir «a los falsos mesías que, en nombre de la ganancia, proclaman recetas útiles solo para aumentar la riqueza de unos pocos, condenando a los pobres a la marginación».
En su homilía, el pontífice lamentó además que «hoy tantos cristianos van a visitar magos u horóscopos como si fueran la voz de Dios».
«Comprometámonos con valentía por la justicia, la legalidad y la paz, estando del lado de los débiles. No escapemos para defendernos de la historia, sino que luchemos para darle a esta historia un rostro diferente», convocó.
Fuente: Télam