Proceso por la verdad
El proceso judicial para conocer la verdad y que se declaren como delitos de lesa humanidad los asesinatos de opositores cometidos en junio de 1956 en los basurales de José León Suárez por agentes de la dictadura cívico militar que encabezaba Pedro Eugenio Aramburu comenzará hoy la declaración de Juan Carlos Livraga, uno de los sobrevivientes de esos fusilamientos.
La Comisión Memoria, Verdad y Justicia del partido bonaerense de San Martín, querellante, anunció el inicio de las audiencias de este juicio se instruirá en el Juzgado Federal de San Martín, a cargo de la magistrada Alicia Vence.
Se indicó además que están citadas para declarar el 5 de junio Berta Josefa Carranza y Delia Beatriz Garibotti, ambas hijas de víctimas, y que se espera que el juicio oral pueda comenzar tras la feria judicial de invierno.
Uno de los objetivos principales del juicio es que los asesinatos perpetrados por la policía de la provincia de Buenos Aires en los basurales de José León Suárez bajo las órdenes de su entonces jefe, el teniente coronel Desiderio Fernández Suárez, sean declarados delitos de lesa humanidad, o sea imprescriptibles.
En los fusilamientos del 10 de junio de 1956 mataron a Carlos Lizaso, Nicolás Carranza, Francisco Garibotti, Vicente Rodríguez y Mario Brión, mientras que otros siete compañeros, que también habían sido capturados horas antes de la casa del barrio bonaerense de Florida donde se encontraban reunidos, lograron escapar y salvar sus vidas.
La dictadura de Aramburu inició el 9 de junio una represión que en tres días produjo los asesinatos de 18 militares y 13 civiles, que se habían alzado contra ese régimen que un año antes había derrocado a Juan Domingo Perón.
Algunos de ellos formaban parte de un levantamiento encabezado por los generales Juan José Valle y Raúl Tanco, que intentaba reponer a Perón como presidente constitucional de la Argentina; otros fueron detenidos sin saber por qué y ejecutados sin derecho a defenderse.
«Para mí, como hijo, la muerte es solamente una circunstancia. Lo importante es por qué morís y, si te matan, por qué te matan. Si no se cuenta el motivo por el que mataron a estos hombres, se olvida su militancia y por qué lucharon», dijo Daniel Brion, hijo de Mario Brion.
Brion dijo que a su padre y a sus cuatro compañeros los fusilaron por apoyar el movimiento de Valle «en un intento de recuperar la democracia, recuperar para el pueblo la Constitución del 49′, devolver la CGT a los trabajadores y devolver el gobierno a quienes tienen que elegirlo, que es el pueblo».
«No los matan porque sí, los matan por odio al pueblo y a las conquistas que se habían logrado», recalcó Brion, quien además es autor del libro «El presidente duerme. Fusilados en junio de 1956, la generación de una causa».
Valoró el impulso que dio a este juicio la Comisión por la Memoria, la Verdad y la Justicia de San Martín, que visibiliza «la lucha tanto de nuestros padres como la de quienes cayeron en distintos lugares como en Campo de Mayo, en Lanús, en la Escuela de Mecánica del Ejército o en la Penitenciaría Nacional».
«Nuestros padres que cayeron en esas jornadas entre el 9 y el 12 de junio fueron bandera de los queridos compañeros desaparecidos en los ’70, ellos levantaron las banderas de los fusilados que era luchar por una patria libre, justa y soberana», expresó Brion a Télam.
Contó además sobre la lucha por la recuperación de los cuerpos y sus autopsias, los cuales tras ser dejados por varias horas en medio del basural, fueron llevados al Hospital Interzonal General de Agudos «Eva Perón».
Especificó que «33 páginas del libro de autopsias de esa noche fueron cortadas. Lo sé gracias al doctor (Ricardo) Smith -uno de los directores del hospital en aquel entonces- quien me facilitó el libro de autopsias y lo único que pudimos encontrar fue el acta del ingreso de Livraga, que se salvó después de recibir tres tiros, con el número de policía que lo hizo entrar y más detalles».
Brion sostuvo que el inicio de este juicio le da «una gran satisfacción» dado que milita desde los ocho años y lo hace «justamente por la recuperación de la memoria» y para que «surjan a la luz todos esos nombres olvidados».
Fuente: Télam