Oliverio Girondo

El poeta que le “robó” a Borges su primer gran amor: quién fue Oliverio Girondo

Con solo cinco libros logró revolucionar la literatura argentina del siglo XX y todavía es considerado un “adelantado”, pero se ganó la enemistad del autor de “Ficciones” por conquistar a su prima, Norah Lange, de quien este estaba enamorado.

Fernando Pagano

PorFernando Pagano30 Jun, 2023Compartir

EscucharOliverio Girondo conoció en un evento en La Rural a su esposa Norah Lange, que le fue presentada por Jorge Luis Borges, con quien esta (su prima) había asistido en calidad de cita. Pero lo de Girondo y Lange fue amor a primera vista.Oliverio Girondo conoció en un evento en La Rural a su esposa Norah Lange, que le fue presentada por Jorge Luis Borges, con quien esta (su prima) había asistido en calidad de cita. Pero lo de Girondo y Lange fue amor a primera vista.

“¿Publicar? ¿Publicar cuando hasta los mejores publican ciento siete por ciento veces más de lo que debieran publicar?… ¡No! Yo no tengo, ni deseo tener, sangre de estatua. Yo no pretendo sufrir la humillación de los gorriones. Yo no aspiro a que me babeen la tumba de lugares comunes, ya que lo único realmente interesante es el mecanismo de sentir y de pensar”.

Hubo, en las primeras décadas del siglo XX, un poeta argentino que lo puso todo patas para arriba. De familia adinerada, tuvo una vida con un pie en Buenos Aires y el otro en Europa. Fue abogado pero nunca ejerció, porque solo estudió a cambio de que sus padres le permitieran viajar anualmente al Viejo Mundo. Fue pintor pero nunca expuso. Integró el grupo Florida, se empapó de distintas vanguardias artísticas y se codeó con los mejores apellidos del momento. Se anticipó un año al debut literario de Borges con un poemario que podría considerarse el “hermano mayor” de Fervor de Buenos Aires y, además, conquistó a su prima, la escritora Norah Lange, el primer gran amor del autor de Ficciones.

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Hablamos de Oliverio Girondo (1891-1967), el escritor al que le bastaron cinco poemarios para erguirse como uno de los poetas más importantes de la literatura argentina, y no solo la del siglo XX, cuyo curso ayudó a definir con una obra corta pero potente que se sumergió en las profundidades del lenguaje para hacer estallar sus andamios.Oliverio Girondo: "Todo libro debe justificarse a sí mismo, sin prólogos que lo defiendan o lo expliquen". Oliverio Girondo: «Todo libro debe justificarse a sí mismo, sin prólogos que lo defiendan o lo expliquen».

Alejado de la pretensión de sus pares, que buscaban poner un pie en el panteón de los grandes de la literatura, Girondo tenía un compromiso distinto, uno que orbitaba únicamente alrededor de la poesía y la potencia del lenguaje. “Ningún prejuicio más ridículo que el prejuicio de lo sublime”, se cita a sí mismo para abrir su primer libro, Veinte poemas para ser leídos en el tranvía (1922).

Pero también su vida, y no solo su obra, estuvo signada por su constante escape de la norma, la academia y la alta literatura, en la cual se había empapado desde su infancia con sus frecuentes viajes a Europa. En Girondo, tanto su poesía como su vida -moléculas indivisibles de un mismo compuesto- son una oda a la rareza, una exaltación al poder irrestricto de la curiosidad que, propulsado por su privilegio y su posición social, lo terminó poniendo en ese panteón que siempre juró evitar.

¿Qué diría hoy en día, a más de medio siglo de su muerte, sobre los sesudos análisis de sus poemas? ¿Y sobre las clases que, año tras año, se dan sobre él en universidades? ¿Sabría apreciar la ironía de que la edición de su obra completa comience con un largo prólogo cuando, en la oración que abre su primer poemario -¡sus primeras palabras como poeta!-, afirma que “todo libro debe justificarse a sí mismo, sin prólogos que lo defiendan o lo expliquen”?[”Calcomanías”, de Oliverio Girondo, puede comprarse en su versión digital en Bajalibros clickeando acá]

Cabe aclarar que dicho prólogo a la edición de Losada de su Obra Completa es estupendo y conmovedor, un fuego que -fiel reflejo de los poemas que introduce-, más que iluminar, quema. Escrito por el poeta y pintor del surrealismo argentino Enrique Molina, logra hacer un recorrido por su obra sin pretender explicarla. Traza las líneas entre sus libros sin construir un camino seguro y artificial dentro de ese bosque denso, frondoso y tan sugestivo como impenetrable que es su obra, la obra de lo que Molina llama un “adelantado”.La excéntrica presentación de "45 días y 30 marineros", de Norah Lange, en la casa que compartía con su esposo, Oliverio Girondo. La excéntrica presentación de «45 días y 30 marineros», de Norah Lange, en la casa que compartía con su esposo, Oliverio Girondo.

Sobran curiosidades en la vida de Girondo como para llenar una de esas biografías de tapa dura y lomo ancho -biografía que, si no me equivoco, todavía nadie escribió-. Desde su enemistad con Borges por conquistar instantáneamente a su prima Norah Lange en 1926, con quien se comprometió en 1934 y se casó en 1943, hasta la presentación performática de su libro Espantapájaros, para la que creó el mismo un muñeco de más de tres metros de altura que hizo pasear por Buenos Aires en una carroza coronaria tirada por seis caballos, maniobra con la que logró agotar la primera edición de 5 mil ejemplares en solo un mes.

Y ni hablar de cuando rechazó la invitación de Victoria Ocampo de participar de la prestigiosa revista Sur; o de las controversiales fiestas que daba en su casa junto a Lange, su esposa, a las que asistían tanto las celebridades de la literatura local como poetas internacionales de la talla de Pablo Neruda y Federico García Lorca; o del accidente automovilístico que en los últimos años de su vida lo dejó postrado pero que, de todos modos, no le impidió seguir trabajando en las correcciones del que sería su último (y tal vez mejor) libro, En la masmédula.Te puede interesar: La lista de Borges: los 75 libros que para el máximo escritor argentino no podían faltar en la biblioteca

Desde el nombre, este poemario anticipa una delicia misteriosa que cala hasta lo más profundo del hueso, corroe toda dureza hasta llegar a un núcleo blando, oscuro y esencial. Publicado originalmente en 1953, Girondo lo amplió en 1956 pero, incluso después de su accidente, continuó trabajándolo hasta su versión definitiva de 1963, que sería lo último que publicó antes de su muerte, en 1967, a los 75 años.

“¡Qué quieren ustedes!… A veces los nervios se destemplan… Se pierde el coraje de continuar sin hacer nada… ¡Cansancio de nunca estar cansado!”, escribió en su “Carta abierta a la púa”, texto que sirve como anti-prólogo de su primer poemario. Y, como si se respondiera a sí mismo a través del eco, escribe en las estrofas finales del poema con el que cierra En la masmédula, su último libro: “Simplemente cansado del cansancio / del harto tenso extenso entrenamiento al engusanamiento y al silencio”.

Poemas de “En la masmédula”, de Oliverio Girondo

"Obra completa", de Oliverio Girondo, editada por Losada. «Obra completa», de Oliverio Girondo, editada por Losada.

“Al gravitar rotando”

En la sed

en el ser

en las psiquis

en las equis

en las exquisitísicas respuestas

en los enlunamientos

en lo erecto por los excesos lesos del erofrote etcétera

o en el bisueño exhausto del “dame toma date hasta

el mismo testuz de tu tan gana”

en la no fe que rumia

en lo vivisecante los cateos anímicos la metafisirrata

en los resumiduendes del egogorgo cósmico

en todo gesto injerto

en toda forma hundido polimellado adrroto a ras afaz subrripio

cocopleonasmo exotro

sin lar sin can sin cala sin camastro sin coca sin historia

endosorbienglutido

por los engendros móviles del gravitar rotando bajo el prurito

astrífero

junto a las musaslianas chupaporos pulposas y los no menos

pólipos hijos del hipo lutio

voluntarios del miasma

reconculcado

opreso entre hueros jamases y garfios de escarmiento

paso a pozo nadiando ante harto vagos piensos de finales

compuertas que anegan la esperanza

con la grismía el dubio

los bostezos leopardos la jerga lela

en llaga

al desplegar la sangre sin introitos enanos en el plecoito lato

con todo sueño insomne y todo espectro apuesto

gociferando

amente

en lo no noto nato

Mi Lumía

Mi Lu

mi lubidulia

mi golocidalove

mi lu tan luz tan tu que me enlucielabisma

y descentratelura

y venusafrodea

y me nirvana el suyo la crucis los desalmes

con sus melimeleos

sus eropsiquisedas sus decúbitos lianas y dermiferios limbos y

gormullos

mi lu

mi luar

mi mito

demonoave dea rosa

mi pez hada

mi luvisita nimia

mi lubísnea

mi lu más lar

más lampo

mi pulpa lu de vértigo de galaxias de semen de misterio

mi lubella lusola

mi total lu plevida

mi toda lu

lumía

Topatumba

Ay mi más mimo mío

mi bisvidita te ando

sí toda

así

te tato y topo tumbo y te arpo

y libo y libo tu halo

ah la piel cal de luna de tu trascielo mío que me levitabisma

mi tan todita lumbre

cátame tu evapulpo

sé sed sé sed

sé liana

anuda más

más nudo de musgo de entremuslos de seda que me ceden

tu muy corola mía

oh su rocío

qué limbo

ízala tú mi tumba

así

ya en ti mi tea

toda mi llama tuya

destiérrame

aletea

lava ya emana el alma

te hisopo

toda mía

ay

entremuero

vida

me cremas

te edenizo

Mito

Mito

mito mío

acorde de luna sin piyamas

aunque me hundas tus psíquicas espinas

mujer pescada poco antes de la muerte

aspirosorbo hasta el delirio tus magnolias calefaccionadas

cuanto decoro tu lujosísimo esqueleto

todos los accidentes de tu topografía

mientras declino en cualquier tiempo

tus titilaciones más secretas

al precipitarte

entre relámpagos

en los tubos de ensayo de mis venas

Cansancio

Y de los replanteos

y recontradicciones

y reconsentimientos sin o con sentimiento cansado

y de los repropósitos

y de los reademanes y rediálogos idénticamente bostezables

y del revés y del derecho

y de las vueltas y revueltas y las marañas y recámaras y

remembranzas y remembranas de pegajosísimos labios

y de lo insípido y lo sípido de lo remucho y lo repoco y lo

remenos

recansado de los recodos y repliegues y recovecos y refrotes

de lo remanoseado y relamido hasta en sus más recónditos

reductos

repletamente cansado de tanto retanteo y remasaje

y treta terca en tetas

y recomienzo erecto

y reconcubitedio

y reconcubicórneo sin remedio

y tara vana en ansia de alta resonancia

y rato apenas nato ya árido tardo graso dromedario

y poro loco

y parco espasmo enano

y monstruo torvo sorbo del malogro y de lo pornodrástico

cansado hasta el estrabismo mismo de los huesos

de tanto error errante

y queja quena

y desatino tísico

y ufano urbano bípedo hidefalo

escombro caminante

por vicio y sino y tipo y líbido y oficio

recansadísimo

de tanta tanta estanca remetáfora de la náusea

y de la revirgísima inocencia

y de los instintitos perversitos

y de las ideítas reputitas

y de las ideonas reputonas

y de los reflujos y resacas de las resecas circunstancias

desde qué mares padres

y lunares mareas de resonancias huecas

y madres playas cálidas de hastío de alas calmas

sempiternísimamente archicansado

en todos los sentidos y contrasentidos de lo instintivo o sensitivo

tibio

remeditativo o remetafísico y reartístico típico

y de los intimísimos remimos y recaricias de la lengua

y de sus regastados páramos vocablos y reconjugaciones y

recópulas

y sus remuertas reglas y necrópolis de reputrefactas palabras

simplemente cansado del cansancio

del harto tenso extenso entrenamiento al engusanamiento

y al silencio.

Fuente: infobae.com