Jubilados a la parrilla
Jubilados a la parrilla
Con el veto a la nueva movilidad jubilatoria ratificado, el presidente festejó con una comilona para un centenar.
Todas malas para los jubilados en lo que va del año. La magra actualización jubilatoria aprobada poco tiempo atrás por el Congreso quedó en la nada, muchos de los medicamentos de consumo periódico quedaron sin cobertura de PAMI, el bono para los jubilados sigue congelado y para completarla, la Corte Suprema también les falló en contra.
Apenas el 7,2 % era lo que hubiera aumentado la jubilación si el veto hubiera sido rechazado, pero los jubilados acumulan un 99,65 % de pérdida de poder adquisitivo desde el 2017 con las sucesivas reformas jubilatorias de los últimos 3 gobiernos, siempre modificando la fórmula de actualización en perjuicio de ellos. No se trata entonces de partidos políticos o de ideologías, en los últimos años los primeros en pagar cada ajuste fueron los jubilados y pensionados.
Nuestro sistema republicano está basado en la división de poderes, de los cuales en los últimos años el ejecutivo y el legislativo venían perjudicando sistemáticamente a quienes se encuentran en situación de pasividad, y sólo el poder judicial, el único que no se somete a votación, y que pese todos los defectos que pueda tener, los defendía contra la permanente pérdida de poder adquisitivo.
Prueba de ello fue por ejemplo el famoso fallo Badaro del 2007, con la integración de la Corte Suprema de Justicia de la Nación propuesta por Néstor Kirchner, que condenó al Estado Argentino a reajustar los haberes de pasividad entre el 2002 y 2006 según el índice de actualización de los sueldos, dando lugar a muchísimos juicios de reajuste, y sentando una jurisprudencia ejemplar, en términos de reconocimiento de derechos a quienes no tienen la principal herramienta de presión para luchar por sus ingresos: el paro. Ningún sentido tendría que los jubilados hicieran uno.
Sin embargo, la última ratio del sistema republicano, la Justicia parece haber cambiado de opinión en un reciente fallo de la Corte Suprema, otra corte, otra justicia, sin dudas venida a menos que en la causa “Hartmann Gabriel c/ ANSeS s/ reajustes varios”, revocó un fallo de la Sala II de la Cámara Federal de la Seguridad Social, que en septiembre del 2018 había resuelto que las jubilaciones no podían ser inferiores al 70% del promedio de los sueldos actualizados, contando los últimos 10 años de la persona que se jubila, según el RIPTE.
A veces la Justicia es lenta, pero desde la vuelta de la Democracia a estos días, nunca había sido insensible y cruel a los problemas de los oprimidos y los indefensos, esa justicia con minúscula que escondía la cabeza como el avestruz. A nuestros abuelos y abuelas sólo les queda esperar que la Justicia de la Seguridad Social, tenga el mismo coraje que la Justicia Nacional del Trabajo. De otro modo, pobre de todos nosotros, porque nadie está exento de pasar a la pasividad, sólo es cuestión de tiempo
Juan Pablo Godoy Vélez. Abogado
por Juan Pablo Godoy Vélez