A 97 años del nacimiento de Ante Garmaz

El hombre que venció prejuicios e impuso la moda en la televisión argentina

Nacido en Croacia el 7 de enero de 1928, comenzó su carrera de modelo en Buenos Aires y logró crear un estilo particular como conductor de su programa televisivo

Por: Nancy Duré

Ante GarmazAnte Garmaz

Mi ley es hacer amigos”, decía Ante Garmaz. Él quería que la gente lo quisiera. Y aunque en la actualidad muchos de sus comentarios hubieran sido censurados por sus referencias a los cuerpos ajenos, ciertos insultos y algunos destratos, en sus años de gloria logró no solo hacerse un lugar en el mundo del modelaje, sino que también se convirtió en un reconocido conductor al hacer de su show,El mundo de Ante Garmaz, un clásico de la televisión argentina.

Había nacido el 7 de enero de 1928 en Croacia, bajo el nombre de Antonio Jorge. Pero, cuando tenía apenas 4 años de edad, emigró junto a sus padres y se instaló en la localidad de Las Breñas, en la provincia de Chaco, donde había una colonia yugoslava. Allí, su familia puso una pensión en la calle Rivadavia que les permitía sobrevivir. Pero, cuando él cumplió los 12, se mudaron a Rosario donde terminó la primaria en la escuela Mariano Moreno. Sin embargo, él sabía que su futuro estaba en otro lado. “La vida en un pueblo no permite que uno pueda vivir de la manera que quiere”, explicó en una entrevista.

Años después Ante se instaló en Buenos Aires donde comenzó a trabajar como vendedor de seguros. Pero, ayudado por su porte europeo, en 1947 inició su carrera como modelo. “En esa época tenías que tener facha y ser profesional. Se nace y se hace elegante y no porque seas buen mozo necesariamente sos elegante”, señaló en una nota. Por aquellos tiempos, no era común ver varones sobre la pasarela. Sobre todo, por los prejuicios de la sociedad. Pero a él poco le importaba la opinión de los demás.

Antonio Jorge Garmaz en susAntonio Jorge Garmaz en sus tiempos de modelo

De hecho, tampoco era usual que alguien se animara a hablar abiertamente de su inclinación sexual. Menos en aquellos tiempos en los que las consecuencias podían ser muy crueles. Pero Garmaz era un rupturista y parecía dispuesto a todo. “Yo no soy gay, mis parejas sí”, decía con desparpajo. Y así, de a poco, fue ganado espacio en el mundo de la moda, también como diseñador.

¿Algunas de sus extravagancias? En 1960 hizo desfilar al arquero de la Selección Nacional, Amadeo Carrizo con un tapado de piel, lo que le valió varias críticas. Y, aunque era un ferviente fanático de Boca Juniors, en 1975 diseñó la corbata que Ángel Labruna, director técnico de River Plate, utilizó en el torneo Metropolitano en el que el club millonario logró romper una racha de 18 años sin salir campeón. También hizo los trajes que los jugadores del club xeneize utilizaron en 2003, cuando les tocó viajar a Japón para disputar la Copa Intercontinental frente al Milan. Y, para despuntar el vicio, durante un tiempo fue vicepresidente del club de fútbol Chaco For Ever.

Su histrionismo hizo que algunos directores cinematográficos lo convocaran para sus películas. Así fue como Ante se convirtió en actor y participó de films como Cosquín, amor y folklore(1965), Triángulo de cuatro (1975),Los hombres solo piensan en eso (1976) yEl soltero (1977). Sin embargo, después de un breve paso por Fenimísimasel ciclo conducido por Pinky en el que presentaba su propia sección llamadaEl guardarropas de Adán, en 1988 le llegó la gran oportunidad de tener su programa de televisión dedicado a la moda.Ante fue modelo, actor yAnte fue modelo, actor y conductor

Frank Sinatra, su ídolo máximo, le sirvió de cortina de presentación con su clásico New York, New York. Bajo una idea de Horacio Larrosa, debutó en el viejo ATC con El mundo de Ante Garmaz. Y allí, durante una década, se encargó de presentar colecciones de distintas marcas de indumentaria y calzado. “Yo no soy conductor. Por eso, cuando me dicen que soy malo, digo: ‘No, soy malísimo’”, explicaba. Es que Ante era, en realidad, un personaje. Y la televisión se había convertido en una pasarela interminable para él. Así que estaba feliz.

Sin embargo, en determinado momento, sus colaboradores filtraron escenas de lo que pasaba en los cortes de las grabaciones, en las que se lo podía escuchar descalificando a los trabajadores y dirigiéndoles frases ofensivas a las modelos. “Para ser modelo mío hay que ser profesionales, tipo régimen militar, es un programa muy difícil y hay que conseguir el éxito trabajando. Después entienden, me felicitan y me agradecen, porque esto en la escuela de modelos no te lo enseñan y hay que tener mucho timing, además de elegancia y saber caminar”, dijo a modo de justificación al ser consultado sobre sus actitudes, que en los tiempos que corren bien podrían haberlo dejado al borde de la cancelación.

Decía que había destinado todo su dinero a viajar y a ayudar a sus ocho sobrinos nietos que vivían en Córdoba. También a nutrir su inmenso vestidor, que incluía una interminable colección de corbatas y sombreros. Y a disfrutar de la vida. Pero, en sus últimos años, se mostró escéptico frente a la posibilidad de encontrar una pareja que lo pudiera acompañar hasta el final de sus días. “El amor me trató bien, pero ya no quiero saber más nada. No me interesaEstoy solo y sin apuro. Uno siempre sufre. El amor no dura mucho, por eso nunca firme un contrato. Preferí decir: ‘¡Que pase el que sigue!’”, confesó.Ante en el programa deAnte en el programa de Susana Giménez

Tenía 83 años cuando su cuerpo dijo basta. Llevaba mucho tiempo luchando contra el cáncer y, tras una insuficiencia cardio respiratoria, había sido internado en la terapia intensiva del Hospital Fernández del barrio porteño de Palermo, donde lo sometieron a una nueva trasfusión de sangre. Pero ese sábado 16 de junio de 2011, en horas de la madrugada, finalmente, falleció. Los informes de los medios de comunicación lo destacaron como “un hombre distinto”. Y recordaron los tapes con sus participaciones en los programas de Jorge Porcel, Antonio Gasalla, Susana Giménez, Mirtha Legrand o Marcelo Tinelli, a los que había sido invitado como un personaje de culto.