
¿Una aspirina para el cáncer?
La aspirina podría ayudar a prevenir la metástasis del cáncer, según un nuevo estudio
Un equipo de la Universidad de Cambridge logró identificar en ratones un mecanismo por el cual el analgésico podría reducir la propagación de ciertos tipos de tumores, al fortalecer la respuesta inmunitaria del organismo
07 Mar, 2025 02:00 a.m. AR
GuardarUn estudio de la Universidad de Cambridge analizó cómo la aspirina podría ayudar a prevenir la metástasis en ciertos tipos de cáncer en modelos animales (Imagen Ilustrativa Infobae)
La metástasis es un fenómeno complejo y uno de los principales desafíos en la lucha contra el cáncer, ya que es el proceso mediante el cual las células tumorales se desprenden del tumor primario y se expanden a otros órganos.

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Aunque la ciencia avanzó en su comprensión, muchos aspectos de este mecanismo siguen siendo desconocidos. Un reciente estudio, publicado en la revista Nature, aportó nuevas evidencias sobre este proceso e identificó, en modelos animales, un mecanismo inmunológico que podría explicar el papel de la aspirina en la reducción del riesgo de metástasis.
El posible efecto de la aspirina en la prevención de la metástasis fue objeto de diversas investigaciones a lo largo del tiempo, y estos nuevos hallazgos refuerzan esa línea de estudio. Sin embargo, los especialistas insisten en la necesidad de interpretar los resultados con cautela.

Te puede interesar:Un estudio advierte que los microondas esconden bacterias peligrosas y difíciles de eliminarInvestigadores descubrieron que la aspirina bloquea una señal que inhibe la acción de las células T facilitando el ataque a las células cancerosas en expansión (Wyss Institute at Harvard University)
En primer lugar, porque los experimentos se han realizado en ratones y aún se requieren estudios adicionales para confirmar su eficacia en humanos. Además, la aspirina no está exenta de efectos adversos, como el aumento del riesgo de hemorragias y problemas gástricos en ciertos pacientes.
Tampoco está claro qué tipos de cáncer podrían responder mejor a este mecanismo ni cuál sería la dosis adecuada para obtener beneficios. A pesar de estas incógnitas, la investigación representa un avance en la búsqueda de estrategias terapéuticas y sienta las bases para el desarrollo de nuevas inmunoterapias dirigidas a frenar la diseminación del cáncer.

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El estudio de Nature sugiere que el fármaco impide que las células tumorales invadan otros órganos al neutralizar un proceso que inhibe la acción de los linfocitos T.Ensayos en ratones mostraron que la aspirina redujo la diseminación de células tumorales en cáncer de colon melanoma y mama al bloquear señales inhibidoras ( Freepik)
La investigación surgió de manera fortuita cuando los científicos analizaban cientos de genes en ratones para identificar cuáles influían en la propagación del cáncer.
Uno de los hallazgos clave fue el papel del gen ARHGEF1, cuya activación suprime la capacidad de las células T para atacar células cancerosas. Al investigar qué desencadenaba la activación de este gen, los investigadores identificaron una sustancia clave: el tromboxano A2 (TXA2), un compuesto liberado por las plaquetas en la coagulación sanguínea.
Rahul Roychoudhuri, inmunólogo del cáncer en la Universidad de Cambridge y autor principal del estudio, explicó: “Nuestro descubrimiento tuvo elementos de serendipia. Inicialmente, estábamos realizando un gran análisis genético in vivo para identificar los factores del huésped que regulan la metástasis del cáncer. No estábamos investigando específicamente la aspirina o las plaquetas”.El hallazgo publicado en Nature revela un mecanismo inmunológico que podría explicar el potencial de la aspirina para reducir la propagación tumoral (Imagen ilustrativa Infobae)
Sin embargo, al detectar la relación entre TXA2 y la inhibición de las células T, el equipo comprendió que la aspirina, un fármaco que bloquea la producción de TXA2, podría desempeñar un papel clave en la lucha contra la metástasis.
“Cuando probamos el TXA2, descubrimos que suprimía de forma potente la función de las células T de una manera dependiente de ARHGEF1. Este fue nuestro momento de revelación, ya que se sabe que la aspirina inhibe la producción de TXA2. El hallazgo cambió por completo la dirección de nuestra investigación”, afirmó Roychoudhuri.
El mecanismo descubierto explica cómo la aspirina puede liberar a las células T de la supresión provocada por TXA2, permitiéndoles identificar y destruir células tumorales. “La aspirina ayuda a las células T a atacar las células cancerosas liberándolas de una forma de supresión”, señaló Roychoudhuri.La investigación sugiere que la aspirina podría hacer más eficaz la inmunoterapia al permitir que las células T eliminen células cancerosas con mayor eficiencia (Imagen ilustrativa Infobae)
Y agregó: “Las células T pueden reconocer y matar células cancerosas, pero descubrimos que las plaquetas liberan TXA2, que básicamente les dice a estos soldados que ‘se retiren’ al activar una vía inhibidora que involucra a la proteína ARHGEF1”.
Los investigadores probaron el efecto de la aspirina en modelos de cáncer de colon, melanoma y mama en ratones, observando una disminución en la propagación de células tumorales a pulmones e hígado. “Fue un momento de eureka cuando encontramos que el TXA2 era la señal molecular que activa este efecto supresor en las células T; resultó un hallazgo totalmente inesperado”, expresó Jie Yang, primer autor del estudio.
Este hallazgo complementa estudios previos que ya apuntaban a una posible acción anticancerosa de la aspirina. Desde hace décadas, la investigación sugirió que el fármaco podría reducir el riesgo de propagación metastásica en ciertos tipos de cáncer. De hecho, en 2023, el epidemiólogo Peter Elwood y su equipo publicaron un metaanálisis de 118 estudios que indicaba una reducción del 20 % en la mortalidad asociada al consumo regular de aspirina en pacientes con cáncer.Los ratones con tumores mamarios desarrollaron metástasis en los pulmones (visibles como manchas oscuras), mientras que esto se previno en los ratones sin el gen ARHGEF1, una proteína clave implicada en la supresión de la inmunidad de las células T por el factor de coagulación tromboxano A2. / Jie Yang
“En 1968 se mostró por primera vez el beneficio de la aspirina en el tratamiento del cáncer al dirigirse a varios mecanismos biológicos esenciales, reduciendo el riesgo de propagación metastásica y de complicaciones vasculares en los pacientes”, señaló Elwood. Sin embargo, los expertos advierten que el uso continuo del fármaco con fines preventivos sigue siendo objeto de debate debido a sus posibles efectos adversos, como el aumento del riesgo de hemorragias intestinales.
Gareth Morgan, coautor del estudio de Elwood y portavoz del Welsh Aspirin Group, destacó que el nuevo hallazgo subraya uno de los mecanismos por los cuales la aspirina puede combatir la metástasis, pero señaló que “probablemente haya otros, ya que la aspirina afecta a muchos procesos biológicos que parecen relevantes para el cáncer”. Por su parte, las investigadoras Ruth Muschel y Serena Lucotti han enfatizado que “no parece que esta sea toda la historia de la inhibición de la metástasis por la aspirina”.
A pesar de los avances en la investigación, los científicos recalcan que estos resultados no implican que las personas con cáncer deban automedicarse con aspirina. La eficacia del fármaco en humanos aún debe ser validada mediante ensayos clínicos y su uso debe ser indicado por un profesional de la salud. “Los datos sugieren que algunos pacientes podrían beneficiarse especialmente de la aspirina”, apuntó Morgan, destacando casos específicos como el cáncer de colon con ciertas mutaciones genéticas.Los científicos advierten que aunque los resultados son prometedores se requieren estudios en humanos para determinar su seguridad y eficacia en pacientes (Europa Press)
Otros investigadores plantearon la posibilidad de desarrollar tratamientos que imiten los efectos beneficiosos de la aspirina sin sus riesgos asociados. Algunos fármacos anticoagulantes en estudio, como Vapiprost y Picotamida, podrían ofrecer una alternativa más segura para inhibir la metástasis sin aumentar el riesgo de sangrado. “Si su uso a largo plazo se tolera bien, podrían ser útiles”, señalaron Muschel y Lucotti.
El hallazgo abre nuevas oportunidades para la investigación en inmunoterapia y tratamientos contra la metástasis. “Comprender en profundidad cómo funciona esta vía inmunológica puede servir para identificar biomarcadores que predigan qué pacientes se beneficiarían más de la terapia con aspirina, lo que permitiría evaluaciones de riesgo-beneficio más personalizadas”, afirmó Roychoudhuri.
Los ensayos clínicos en curso evaluarán si estos resultados pueden replicarse en humanos, proporcionando información clave sobre el potencial de la aspirina como complemento en el tratamiento del cáncer.
Mientras tanto, la investigación sigue avanzando en la búsqueda de nuevas estrategias terapéuticas para mejorar la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes oncológicos.
Fuente: Infobae