Humor para el fin de semana

Reflexiones de la vida diaria: «¡Pónganse de acuerdo entre ustedes!». Hoy, en exclusiva, desde la vida cotidiana, nuestro enviado especial, Adrián Stoppelman, intenta mediar para que se llegue a un acuerdo en ciertas cuestiones básicas. Léalo, antes de no estar de acuerdo con lo que dice.

POR ADRIÁN STOPPELMAN

Telam SE

¡Pónganse de acuerdo entre ustedes!

Uno se dispone a desayunar. Se prepara un café o un té o un mate, un juguito de naranja tal vez, y se sienta frente a su fuente de noticias preferida: la tele, la radio, Internet, las redes o el grupo de mamis de Whatsapp. Y ahí te das cuenta que así no se puede seguir. Que si no se ponen de acuerdo, no vamos a ningún lado. Que no se puede vivir más con esta incertidumbre.

Y no hablo de lo que Ud. piensa. No. Hablo de la ciencia y la nutrición. Ni bien le das un sorbo al café, leés: “Tomar café puede reducir el riesgo de muerte”. Y ahí le das un trago laaaargo, aunque te queme hasta el píloro. Cinco segundos después, otra nota: “Posibles riesgos de tomar café”. Y ahí ya no sabés si tomar el café, si tirarlo a la basura o ponérselo en la bandejita al perro de al lado que no para de ladrar.

Ojo. El té no se salva: “Cuidado: El té contiene más cafeína que el café” y a los 20 segundos, otra nota: “Los beneficios de tomar té”. Y ya no sabés si mezclar el té con el café, o tomar simplemente… agua.

Pero… ¿cuántos vasos de agua? Unos dicen 8 vasos, otros dos litros, otros que tomes baja en sodio, otros que la cantidad de sodio en el agua no tiene relevancia y ahí exclamás: “¡Pónganse de acuerdo!”

Y cuando ni siquiera llegaste a tomar el juguito de naranja… “Cuidado con el jugo de naranjas en ayunas”, pero por otro lado dice: “los beneficios de la vitamina C del jugo de naranjas”, y en otra nota dice: “El jugo de naranja por la mañana y la diabetes” y ahí te das cuenta que lo que causa todas las enfermedades sicosomáticas que empezás a experimentar en tu cuerpo, desde un cosquilleo en el colon a un calambre en el dedo gordo del pie, son culpa de las noticias contradictorias. ¡A ver si se ponen de acuerdo, che!

No creas que porque tomás mate estás exento. NO. “Los beneficios ancestrales de la yerba mate”, y ahí le das a la bombilla hasta que la yerba queda seca como de Laverrap. Dos minutos más tarde: “¿Está tomando mucho mate? Cuidado”. Encima te preguntan si estás tomando “mucho” mate. ¿Cuánto es “mucho” mate? ¿Un termo, dos termos, un termotanque? Además, por más grande que tengas el porongo, también depende de cuánta yerba le pongas y si lo tomás hirviendo, tibio o más lavado que guita de escrachado en los Panamá Papers. Así no se puede vivir, por eso, ¡Tienen que ponerse de acuerdo, ¿entendieron?!

Ahora le voy a hacer una pregunta que espero no me conteste ni bien la lee: ¡¿Y qué hago con los huevos, eh?! ¿Cómo que “por qué”? ¿Adónde se guardan los huevos: en la heladera o fuera de la heladera? En Europa los guardan afuera, en Estados Unidos adentro. En las granjas y los negocios donde expenden huevos, los maples los tienen todo el tiempo afuera, entonces te asalta la duda: ¿no los guardan en la heladera porque son descendientes de europeos, no tienen heladera para meter tantos huevos y  entonces: ¡¿Para qué le ponen hueveras a las heladeras?! ¿Para los huevos crudos, para los huevos duros o para poner cubitos de levadura, cachitos de manteca, cabezas de ajo perdidas y todo tipo de restos en miniatura que llenan cada uno de los espacios hueveriles?¡Pón-gan-se de a-cuer-do!

Todavía no llegamos al almuerzo, y ya no sabemos si seguir ingiriendo alimentos o convertirnos en fakires.

La lista de dudas que te generan es infinita. ¿Cuántos vasos de vino son saludables y cuántos vasos de vino hacen que tu hígado se derrita como cubito durante corte de luz? ¿Por qué si dos vasos son saludables, cuatro no? Cuando cocinás, ¿es mejor ponerle el vino bueno, o uno berreta? Y un cheff te dice que esperes a que se evapore el alcohol, y el otro te dice que no, que para qué diantres le pusiste alcohol si lo vas a dejar evaporar. Y a vos se te evaporan las ganas de morfar.

“El salmón rosado está lleno de antiobióticos”, “El salmón rosado es muy aconsejable porque tiene omega 3, omega 6 y te da 12 megas de banda ancha”. ¡Pónganse de acuerdo, viejo!

Unos te dicen “al menos media hora de ejercicio todos los días”, otros te dicen: “es lo mismo si hace todo el ejercicio durante el fin de semana” y otros te dicen “¡Llame ya y compre este aparato que vibra y con el que no tendrá que hacer ejercicio!”

Y te recomiendan: “disminuya el consumo de carnes rojas”, y después sale en el diario, como tragedia nacional: “¡bajó el consumo per cápita de carne roja!“ “El pollo es más sano”, pero resulta que “el pollo de criadero está lleno de hormonas y te van a salir pechos hasta en la espalda”.

La lista es inagotable : La banana engorda, la banana no engorda. La palta no engorda, la palta engorda. El huevo tiene colesterol, el huevo no tiene colesterol… Decí que como no se ponen de acuerdo entre ellos, los devoran los de afuera: los remarcadores de precio, que hacen la solución más fácil a los dilemas: No podés comprar nada, y… ¡todos de acuerdo!

Fuente: Télam