6 meses de invasión rusa
Seis meses de la invasión rusa a Ucrania, una «guerra de desgaste» con final incierto. La gran duda es cuánto está dispuesto a ceder cada parte para poner fin al conflicto, que provocó la muerte de miles de personas, el desplazamiento de millones y el impacto no sólo en la economía de los países en guerra, sino en todo el mundo.
POR CECILIA BECARÍA
Cuando Rusia lanzó su invasión sobre Ucrania, el 24 de febrero, muchos se aventuraron a pronosticar que iba a ser una guerra de corta duración pero, a punto de cumplirse los seis meses de enfrentamientos, se ha convertido en una «guerra de desgaste» gracias al apoyo que han dado las potencias occidentales a Kiev, según estimaron analistas, que no ven perspectivas de que el conflicto se resuelva en el corto plazo, aunque esbozan posibles escenarios para un desenlace.
«Rusia tenía la ventaja ofensiva, pero en seis meses esa ventaja ofensiva se transformó en una guerra de desgaste. Y Ucrania sufre más que Rusia, pero puede pelear de la forma en que pelea porque Occidente está dispuesto a darle las armas para desgastar a los rusos en el plano militar», manifestó a Télam el politólogo Juan Battaleme, especialista en política exterior y defensa.
En un principio se estimó que Kiev, la capital, podía caer en unas semanas, con una presión tal sobre el Gobierno de Volodimir Zelenski que lo obligara a salir del país y gobernar desde el exilio, o incluso que le permitiera al presidente ruso, Vladimir Putin, instalar allí un «gobierno títere o que al menos estuviera lejos de la influencia de Europa y de la OTAN», como ejemplificó el historiador Martín Baña.
«Pero ya van seis meses de conflicto y nada de esto sucedió. Moscú no tomó Kiev, el conflicto se alargó y, sobre todo, no parece haber un final a corto plazo», consideró este investigador del Conicet, que se ha dedicado a estudiar la historia de Rusia y que se animó a conjeturar que la guerra continuará al menos el resto del año.
Ante la resistencia ucraniana, que recibió un fuerte respaldo y asistencia militar de los países occidentales, especialmente de Estados Unidos, a fines de marzo Rusia decidió replegarse y concentrar su «operación especial» en el este, en la región limítrofe del Donbass, donde se ubican las provincias separatistas prorrusas de Donetsk y Lugansk, epicentro actual de los combates y mayormente bajo dominio ruso.
Y, a su vez, ante el repliegue ruso, las tropas de Kiev fueron avanzando en las zonas que dejaron las fuerzas de Moscú e incluso se abocaron a reconquistar territorios, como los de la provincia de Jerson, en el sur del país, perdidos desde el inicio de la guerra.
«A seis meses, los ucranianos, con sistemas de artillería de largo alcance, con mejor equipamiento, con algún equipamiento de base occidental ya orientado a pelear una guerra de desgaste, pueden eventualmente pensar algún tipo de operación de reconquista de una ciudad», señaló Battaleme, en referencia a Jerson.
Es, de hecho, algo que podrían buscar las tropas de Zelenski también en Crimea, la península anexionada por Rusia en 2014, de gran valor estratégico y simbólico, donde en las últimas semanas se registraron una serie de explosiones que fueron consideradas presuntos ataques ucranianos.
Pese a que en algún momento, mientras hubo diálogo entre las partes, se consideró la posibilidad de ceder a la exigencia de Moscú de reconocer a Crimea como parte de Rusia, Zelenski dejó en claro recientemente que en este momento la postura ucraniana es otra: «Esta guerra rusa contra Ucrania y contra toda la Europa libre empezó con Crimea y debe terminar con Crimea…con su liberación».
Para las dos partes, perder Crimea es visto «como una amenaza existencial», apuntó a Télam el especialista en relaciones internacionales Federico Merke.
Y en esta «guerra de desgaste», la gran duda es cuánto está dispuesto a ceder cada uno para poner fin al conflicto, que ha provocado la muerte de miles de personas, el desplazamiento de millones y ha impactado no sólo en la economía de los países en guerra, sino en todo el mundo, con altas cifras de inflación y amenaza de recesión en algunas naciones europeas.
«Al menos hasta hoy, daría la sensación de que Putin podría estar satisfecho controlando el territorio que va de Crimea hacia Donetsk y Lugansk por el sur de Ucrania y, si es posible, de ahí un poco más hacia el norte. Pero esto aún está lejos de concretarse porque Rusia está avanzando muy poco, de a metros. Y Ucrania ha podido recuperar algunos territorios y bloqueado el avance ruso en otros», destacó Merke, que tampoco ve que exista la perspectiva de una solución pacífica a corto plazo.
«Hoy Putin y Zelenski están más ocupados en cómo ganar que en cómo negociar un acuerdo. Mientras cada uno piense que es posible ganar, los incentivos a negociar serán más bien bajos. Y mientras cada uno crea que escalando militarmente conseguirán mejores resultados que en la paz, la etapa de negociación aún estará lejos», consideró.
El acuerdo alcanzado en julio para la salida de cereales de Ucrania, mediado por la ONU y Turquía y destinado a aliviar una posible crisis alimentaria global, puede servir para dar un respiro a la economía de ambos países, pero no parece ser un avance hacia una salida negociada del conflicto, según estimaron los analistas.
Para Baña, «Putin ha tenido una conducta bastante errática» desde el inicio del conflicto, cuando en principio se mostró dispuesto a dialogar con el canciller federal alemán, Olaf Scholz, o el presidente francés, Emmanuel Macron, para finalmente reconocer a las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk y lanzar la invasión.
Según el historiador, el presidente ruso, que en principio justificó su operación militar en Ucrania con el argumento del peligro a la seguridad de su país por la posibilidad de que Kiev se sumara a la OTAN, a lo que apunta en el fondo es a una «reconfiguración del mundo donde Rusia puede aparecer como una suerte de líder» que pueda «salvaguardar ciertos valores» ante la «influencia nociva» de Occidente.
Todo esto, además, en el marco de un «resurgimiento de los neoconservadurismos a nivel global», en el que Putin encontró a un aliado en el expresidente estadounidense Donald Trump y ahora choca con la administración de Joe Biden.
«Desde la mirada de Rusia, sobre todo de la estrategia de seguridad nacional, desde el 2021 ven a Estados Unidos y a su órbita de influencia como un problema de seguridad nacional», consideró por su parte Battaleme, que tampoco vislumbra una rápida salida al conflicto, porque además entre los países occidentales ganan fuerza «los atlantistas, que son los que menos concesiones quieren hacer a Rusia».
Para Merke, en tanto, «la paradoja es que Putin entró en guerra para ampliar la seguridad y la influencia rusa en la región y terminará más pobre y más dependiente de China que antes».
«Esto no significa que Rusia se quede sin opciones. El sur global mantendrá los vínculos con Moscú y Rusia siempre podrá hacer uso de su lugar en distintos organismos, como el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas o el G20. Pero su desconexión parcial del norte global será difícil de compensar», reflexionó.
LOS PRINCIPALES HITOS
Rusia invadió Ucrania en la madrugada del 24 de febrero, lo que desencadenó el peor conflicto en Europa en décadas.
Estos son los principales acontecimientos al cumplirse seis meses de combates:
24 de febrero- Tropas rusas cruzan la frontera oeste e invaden Ucrania, mientras las principales ciudades del país, incluyendo Kiev, la capital, son bombardeadas. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ordena la movilización general del Ejército y promete quedarse en Kiev para liderar la resistencia.
26 de febrero- Occidente adopta sanciones sin precedentes contra Rusia y ofrece a Ucrania ayuda militar. Se cierran los espacios aéreos a los aviones rusos y se expulsa a Rusia de los eventos deportivos y culturales.
27 de febrero- El presidente ruso, Vladimir Putin, pone las fuerzas nucleares rusas en alerta máxima, en lo que se considera una advertencia a Occidente para que no intervenga en Ucrania.
28 de febrero- Durante las primeras conversaciones de paz entre Kiev y Moscú, Rusia exige el reconocimiento de su soberanía sobre la península ucraniana de Crimea, la «desmilitarización» y «desnazificación» de Ucrania y la garantía de que ese país nunca entrará en la OTAN. Kiev exige una retirada completa de Rusia.
3 de marzo- La sureña Jerson se convierte en la primera ciudad en caer en manos rusas. Poco después cae toda la provincia del mismo nombre. Al mismo tiempo, las fuerzas rusas bombardean sin descanso la localidad portuaria de Mariupol, en la provincia oriental de Donetsk.
4 de marzo- Rusia aprueba una ley que castiga con hasta 15 años de prisión lo que denomina «noticias falsas» sobre su ofensiva.
16 de marzo- Ucrania dice que ataques aéreos rusos arrasan un teatro de Mariupol y matan a unas 300 personas refugiadas en su interior. Moscú culpa del ataque al batallón nacionalista ucraniano Azov.
2-3 de abril- Tras un mes de combates, Rusia se retira del norte de Ucrania y anuncia que centrará sus esfuerzos en la conquista de la región oriental del Donbass, que incluye a Donetsk.
Los ucranianos descubren decenas de cadáveres de civiles esparcidos por la calle o enterrados en fosas poco profundas en Bucha, un suburbio de Kiev, que las fuerzas rusas habían ocupado. Moscú rechaza las acusaciones de crímenes de guerra y dice que las imágenes de los cuerpos son falsas.
8 de abril- Un ataque con cohetes contra una estación de tren en la ciudad oriental de Kramatorsk deja al menos 57 civiles muertos que estaban siendo evacuados del Donbass.
12 de abril- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden acusa a Rusia de «genocidio».
14 de abril- Misiles ucranianos alcanzan y hunden el buque insignia ruso Moskva en el Mar Negro, un importante revés para Moscú.
11 de mayo- El Congreso estadounidenses aprueba el envío de un paquete de 40.000 millones de dólares en ayuda militar, económica y humanitaria para Ucrania.
18 de mayo- Tras décadas de no alineamiento militar, Finlandia, fronteriza con Rusia, y Suecia solicitan su ingreso en la OTAN.
21 de mayo- Rusia anuncia tener el control total de Mariupol. Casi 2.500 soldados se rinden y son hechos prisioneros por Rusia.
30 de mayo- La Unión Europea avanza con un veto parcial a la compra de petróleo ruso, como parte de una sexta tanda de sanciones.
31 de mayo- Las tropas rusas se apoderan de parte de la ciudad estratégica de Severodonetsk, en el este de Ucrania, en Lugansk, la otra de las provincias que conforman el Donbass.
2 de junio- Se cumplen 100 días de guerra. Zelenski dice que alrededor del 20% del territorio de Ucrania ahora está bajo control ruso y que el Donbass está «casi completamente destruido».
9 de junio- Zelenski advierte que millones de personas de todo el mundo pueden morir de hambre si Rusia no permite a Ucrania exportar cereales desde sus puertos.
15 de junio- Estados Unidos anuncia que proporcionaría US$ 1.000 millones adicionales en ayuda militar a Ucrania para luchar contra Rusia.
16 de junio- Los líderes de Francia, Alemania e Italia visitan Kiev en apoyo a Ucrania.
23 de junio- Los líderes de la UE acuerdan otorgar a Ucrania y Moldavia el estatus de candidatas.
25 de junio- Rusia conquista toda Severodonetsk.
28 de junio- Turquía acepta apoyar el ingreso a la OTAN de Finlandia y Suecia luego de haberse opuesto inicialmente.
29 de junio- La OTAN invita formalmente a Finlandia y Suecia a unirse a la alianza militar, durante una gira del presidente estadounidense, Joe Biden, por Europa.
30 de junio- Biden y los demás líderes de la OTAN acuerdan reforzar el flanco este de la alianza ante la amenaza de Rusia.
1 de julio- Las fuerzas rusas abandonan la Isla de las Serpientes, en el mar Negro, tras repetidos ataques de Ucrania.
3 de julio- Rusia conquista Lisichansk y, con ella, toda Lugansk.
6 de julio- Rusia inicia ofensiva en Donetsk contra las últimas ciudades del Donbass controladas por Ucrania, entre ellas Sloviansk y Kramatorsk.
11 de julio- Putin firma un decreto que simplifica el proceso de obtención de la ciudadanía rusa para todos los residentes de Ucrania.
22 de julio- Ucrania y Rusia firman en Estambul acuerdos mediados por la ONU y Turquía para permitir la salida de cereales de Ucrania bloqueados por la guerra y tratar de aliviar una crisis alimentaria global provocada por la guerra entre dos grandes productores de granos.
1 de agosto- El primer buque con grano zarpa del puerto de Odesa tras el trato entre Ucrania y Rusia. Estados Unidos anuncia su décimo séptimo paquete de ayudas para Ucrania, valorado en 550 millones de dólares.
4 de agosto- Amnistía Internacional acusa a Ucrania de violar las leyes internacionales de la guerra, instalando armas y campamentos militares en áreas densamente pobladas.
5 de agosto- Ucrania y Rusia se acusan mutuamente de una ola de bombardeos a la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa y controlada por tropas rusas.
6 de agosto- El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, alerta al Consejo de Seguridad de la ONU del riesgo de un «desastre nuclear» en la central nuclear de Zaporiyia.
8 de agosto- El presidente de Estados Unidos anuncia un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania por valor de 1.000 millones de dólares. Además, el Banco Mundial concede 4.500 millones de asistencia financiera a Ucrania financiados por Estados Unidos.
9 de agosto- Una explosión sacude una base aérea de Rusia en Crimea y mata a dos personas. Rusia dice que se trató del estallido accidental de municiones.
14 de agosto- Estados Unidos y otros 41 países firman una declaración en la que exigen la «retirada inmediata» de Rusia de la central nuclear de Zaporiyia.
16 de agosto- Varias explosiones se registran en un depósito de municiones ruso en Crimea. Rusia dice que fue un «acto de sabotaje».
17 de agosto- Rusia dice que desmanteló una célula islamista radical en Crimea coordinada desde Ucrania, aunque no le atribuye los ataques en la península.
18 de agosto- Zelenski recibe al secretario general de la ONU y al presidente turco en Ucrania para hablar del acuerdo de exportaciones de cereales y urge a la ONU a garantizar la seguridad en la central nuclear de Zaporiyia.
Fuente: Télam