Comidas típicas
Milanesa a la napolitana
Milanesa viene de Milán, y napolitana de Nápoles, ¿cómo es que se juntaron estas dos ciudades italianas en Buenos Aires?
Cuenta la historia, que en la década de 1940 en un restaurante del centro porteño llamado Nápoles, su dueño tenía que disimular el sabor a quemado de una milanesa que se le había pasado. Parece que no tenía más milanesas, o que no quería hacer una nueva… como sea, para taparlo le puso por arriba salsa de tomate, jamón y queso, y el buen comensal pasó de comer carne quemada a ser el primero en probar un plato que se volvería uno de los más típicos de Argentina.
El origen de la milanesa es, obviamente, milanés. En Italia se la llama “cotolleta alla Milanese”, ya que se hace con costilla de ternera, que se la empana con pan rallado y se fríe. La adaptación argentina es con cortes de carne sin hueso, y puede ser frita o al horno. También puede ser de pollo, cerdo o adaptaciones vegetarianas de vegetales, soja, etc.
La versión definitiva, aunque puede también serlo para tu hígado si te excedés, es la milanesa a caballo. La base puede ser una milanesa común o a la napolitana, coronada por un huevo frito y acompañada con papas fritas.