El triple golpe a los jubilados
Tras la derogación de la movilidad, corte de créditos y bono depreciado. El Gobierno busca ahorrarse 0,4% del PBI en gasto previsional. ¿Fuerte con los débiles?
El presidente Javier Milei y su ministro de Economía Luis Toto Caputo aplicaron otro golpe a los jubilados con la suspensión del programa de Créditos ANSES que estaba vigente desde diciembre de 2012 y que otorgaba préstamos con tasa subsidiada por el Estado. Así la administración libertaria configura un conjunto de tres medidas en su plan de gran licuación, para ahorrarse 0,4% del Producto Bruto Interno (PBI) en gasto previsional.
Caputo también mete en la licuadora la plata de los jubilados
Antes el Gobierno había derogado la ley de movilidad jubilatoria, por lo que el último aumento que se aplicará será del 20,8% hasta febrero, con una inflación calculada de 30% para diciembre y de 25% en enero. Además congeló en $55.000 el monto de los bonos que se entregan como complemento, sólo para los haberes más bajos.
Diciembre cierra un 2023 donde los haberes jubilatorios mínimos perdieron más de 32% de poder de compra y con una depreciación estimada del ciento por ciento en los últimos cuatro años.
El tercer golpe
La resolución que suspendió “transitoriamente” los créditos está firmada por el subdirector ejecutivo de Operación del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), Heber Farfán, integrante del equipo de Osvaldo Giordano, el cordobés que preside la ANSES.
En noviembre pasado, el ex ministro de Economía Sergio Massa y la entonces titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) Fernanda Raverta ampliaron los montos a $600 mil, con una tasa que no superaba el 40% anual a devolver en 24, 36 o 48 cuotas.
En 2023 se otorgaron 3,7 millones de esos créditos, de los cuales 2,2 millones fueron a jubilados y pensionados (el 60% del total) y el resto fueron tomados por personas beneficiarias de asignaciones y pensiones no contributivas.
Los Créditos ANSES eran préstamos con tasa negativa, que también funcionaban como “sueldo diferido”, para aliviar la situación de las personas jubiladas y pensionadas que, en muchos casos, accedieron al crédito para cancelar con ese dinero la deuda con la tarjeta de crédito que habían tomado a tasas mucho más altas e indexadas.
Ocho millones de personas
“En Argentina hay siete millones de personas que cobran entre $160.000 con el bono incluido y $180.000, los de ingresos medios. Los jubilados se están muriendo de hambre; además hay un millón más de pensiones no contributivas que cobran $84.000 por mes”, dijo a Letra P el defensor de la Tercera Edad de Ciudad de Buenos Aires, Eugenio Semino, y agregó: “Los créditos y los bonos son parte del decorado con que se intentó disimular lo que no se le paga a los jubilados en años”.
Semino aseguró que los montos de las jubilaciones y pensiones “no alcanzan a cubrir el 30% de la canasta básica que en la actualidad está superando los $450.000″ y advirtió que «nadie está observando está crisis humanitaria que en Argentina están viviendo nuestros jubilados y pensionados”.
Javier Milei le da otro golpe a los jubilados
“Hace seis años que los jubilados sufren un ajuste brutal y despiadado”, aseveró Semino y explicó que la devolución del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a los consumidores -ahora suspendida por Milei- «también desfinanció la ANSES que recibe el 11% lo que recauda el IVA».
El defensor de la Tercera Edad sostuvo que en el país se lo llama “gasto a la seguridad social», mientras que en Europa se lo menciona como inversión, porque -explicó- «esa gente a los 65 años es un grupo que tiene tiempo y, si dispone de dinero, es un enorme dinamizador del consumo en la sociedad».
«En Argentina la jubilación es asimilable al rifle sanitario para los que alcanzan los 65 años», comparó Semino.
Fuente: Letra P