A 50 años del estreno de La Mary
Héctor Cavallero: “Fue una experiencia exitosa y eso a uno lo reconforta”
La palabra de uno de los productores del filme y pareja, en ese momento, de Susana Giménez
Por: Andrea TaboadaySebastián Volterri
Cuando leyó el libro, chiquito, de no más de 200 páginas,Héctor Cavallero entendió que la historia tenía todo el potencial para una versión en la pantalla grande, y así fue como de, a poco, todo comenzó a crecer hasta convertirse en una de las películas de culto más importantes del cine argentino.
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La Mary cumplió 50 años desde su estreno, el 8 de agosto de 1974, y en charla exclusiva con Teleshow desandó el inicio de esta historia que tiene a Susana Giménez y a Carlos Monzón como protagonistas.
“Yo era muy amigo del escritor Emilio Perina y en una de las tardes que estábamos pasando juntos me dice que tenía un libro que me podía encantar y me trajo La Mary. Lo leí y me encantó. Me gustó mucho la idea, cómo estaba desarrollado”, destacó sobre la obra que fue publicada originalmente en 1965.
Susana Giménez y Héctor Cavallero en 1971
Perina, el periodista que inició su carrera en los medios en 1941 en Noticias Gráficas y en la Editorial Sopena, estudió Derecho en la Universidad Nacional de Buenos Aires y fue activista estudiantil, lo que lo llevó a ser encarcelado y conocer a Arturo Frondizi, a quien asesoró e, incluso, luego coordinó su campaña presidencial.
También dirigió los diarios El Nacional y Tiempo Presente y publicó varios libros, incluyendo Detrás de la crisis. Trabajó en programas periodísticos de televisión y fue editor de la revista Todo es Historia, por dos décadas. En sus últimos años, fue nombrado presidente de la Unión Ciudadana Independiente y publicó varios libros más, incluyendo La Argentina acosada. Falleció el 12 de julio de 1998, en Buenos Aires.
La Mary se incluyó en el primer volumen de la selección de relatos Historias apasionadas, que incluía también a El Fiscal. En el prólogo, incluso, se deja expreso: “Perina llega a la literatura desde la política y lo hace obedeciendo -con demora, pero no tardíamente- a una vocación que alentó sus entusiasmos juveniles y a la que accede, por fin, en plena madurez”.La edición original del libro La Mary
Sin dudarlo, la historia de la Mary y el Cholo la llevó de inmediato Cavallero a la productora Globus-Baires, conformada por Ricardo Tomaszewski y Guillermo Cervantes Luro. “Empezamos a trabajar, y también se lo llevé a Susana, que le gustó mucho, y ahí arrancó todo”, relató el productor a Teleshow.
Susana Giménez, madre de una hija, separada y con 22 años. en 1966 trabajaba como secretaria “pero me moría de hambre”, recordaría la futura diva en una entrevista con Satiricón previo al estreno del filme, entonces “llevé mis fotos a Lowe -la agencia donde justamente trabajaba Héctor-, me llamaron y empecé como modelo. Desde chica quería ser modelo, a muerte. Yo conocía el oficio porque mi padre tenía una fábrica de productos de tocador”.
Sobre ese momento, Cavallero destacó que “en ocasión de realizar un comercial publicitario me presentan una chica muy bonita. Ambos teníamos 22 años. Comenzamos a hablar de varios temas y le mostré ese mismo día todas las instalaciones de la agencia. La cosa fue inmediata, sin dilaciones.Susana era modelo y pasó a proyectarse en el mundo del espectáculo. Ella crecía popularmente y yo iba aprendiendo el núcleo central de mi actividad”.«El debut de la Giménez en un género que suele reiterar rostros, chistes y curvas, se constituyó en la novedad más apreciable ocurrida en los escenarios revisteriles». detalló Siete Días sobre el presente de la diva en 1974
Llegaría luego la publicidad de Cadum en 1969 y la revolución Giménez comenzaba. Y sobre el papel del hombre, la diva destacó en la misma entrevista: “Me apoyó mucho, me dio una especie de fuerza moral. Héctor es el tipo de persona que si te sale algo en Europa te dice: ‘Andate, te conviene’. Viste que, en ese plano, los hombres te hacen un escándalo si te vas. Héctor no, me da mucha confianza en mí misma, mucho cariño. Desde que lo conozco a él nunca volví a sentirme sola. Pero no tuvo mucho que ver en la parte de trabajo porque trabajamos muy poco juntos. Cada vez que yo tenía que hacer un trabajo para su agencia me empezaban a decir que bajara el cachet, que no fuera desgraciada y al final trabajaba por menos de lo que quería, así que en eso hacemos mal negocio”.
Tras ello llegarían sus primeras incursiones en el cine en papeles tan chicos que ni en los créditos aparecía, y luego comenzó a afianzarse tanto en la pantalla grande como en la televisión, siendo parte del histórico ciclo Matrimonios y algo más -papel por el que obtuvo su primer Martín Fierro en 1970 como revelación del año- y ya para 1971 se subía a las tablas en la comedia Las mariposas son libres.
A principios de 1974 fue convocada por Gerardo Sofovich para protagonizar La revista de oro, en el Teatro Astros de Buenos Aires, siendo parte de un elenco que incluía a figuras de la talla como Jorge Porcel, Nélida Roca y Nelly Láynez, entre otros.«Sólo a los Sofovich se les podía ocurrir convertir a Susana Giménez en vedette. El éxito es total. El astros está entre los teatros que más recaudan», detalló la revista Gente en junio de 1974
“Leí el libro La Mary en una noche, porque era un librito así finito, y de inmediato me dije que esa mujer era yo y la tenía que hacer porque era impresionante la historia”, rememoró la rubia, quien lejos de perder el tiempo, llamó a Mirtha Legrand: “Hablá con Daniel Tinayre porque encontré un libro y lo quiero hacer”, para instantes después recibir un llamado del propio Daniel confirmándole que se haría cargo del proyecto.
Ya estaba decidido que sería Susana la protagonista, pero restaba saber quién encarnaría el protagónico masculino. Varios nombres rondaban y ninguno terminaba de convencer y, sin dudas, sorprendió la noticia al conocerse que finalmente sería Carlos Monzón.La Mary, con su elenco a pleno. Sentados, Carlos Monzón y Susana Giménez. De pie y de izquierda a derecha: Leonor Manso, Juan José Camero, Alberto Argibay, Dora Baret, Jorge Rivera López y Olga Zubarry
Sobre ese punto, Cavallero recuerda que: “Tinayre insistía mucho que quería que fuera alguien de presencia internacional y se buscó por todos lados, desde Raúl Juliá -quien para esa época había tenido un papel en el dramaThe Panic in Needle Park con Al Pacino– hasta Terence Hill –el italiano que brillara en dupla con Bud Spencer-, personalidades muy disímiles que podían llegar a incorporarse”.Susana Giménez, previo al estreno de La Mary, brindó un extenso reportaje a Satiricón en1974
Respecto de la confirmación de quién sería la contrafigura masculina, Mirtha Legrand recordó en el último tiempo que se encontraba almorzando en su casa junto con sus hijos, Marcela y Danielito, cuando se abre la puerta y entró y sin dudarlo dijo:“Ya tengo al protagonista”. Los tres comensales miraron al director y éste sorprendió: “Es Carlos Monzón”.
“Nos pareció fantástica la idea, no sé cómo llegó a él, nunca supe. Dice que pensó y pensó y lo vio en unas fotos, era muy atractivo, muy seductor”, rememoró la diva de los almuerzos sobre cómo se suscitaron los hechos que desembocarían en una de las películas que marcó un hito en la cinematografía nacional.
Por su parte, Cavallero explicó: “En un momento dado a Daniel se le ocurrió, dada la importancia de Monzón en Europa, que él tenía que ser. Y si bien muchos no estuvimos muy de acuerdo porque pensábamos que iba a ser muy difícil que hiciera ese personaje sin ser actor, él estuvo convencido que sí y por eso la encaró.Y como Tinayre tenía demasiado peso sobre la producción, se decidió por él”.
Mirando hacia atrás, el productor reflexionó sobre el legado del filme estrenado el 8 de agosto de 1974. Y a pesar de sus reservas personales sobre la adaptación, no puede negar el lugar que ocupa la película en la historia del cine argentino. Es testimonio de un período en el cual el cine nacional buscaba ampliar su alcance y explorar nuevas narrativas: “No me gustó demasiado cómo se adaptó el libro. Yo había soñado tal vez con otro desarrollo de película, y la visión del resto de la gente, del director y del adaptador, hizo que yo viera una película diferente de la que había imaginado.Portada de la revista Radiolandia al momento del estreno del filme La Mary en 1974
La economía argentina en la época presentaba un contexto desafiante, y según Cavallero, no se generaron las ganancias esperadas. “Nos tocó un momento único con la devaluación. Pusimos todo el dinero y lo que recogimos después de un millón y pico de espectadores fue la misma cantidad que pusimos, o un poco menos, porque se devaluó el dólar de una manera descomunal. Pese a la prominencia de sus estrellas y su favorable recepción por parte del público local, lamentablemente la producción de la película no estuvo exenta de dificultades financieras”. A pesar de esto, Cavallero destacó: “Fue una buena experiencia porque fue muy exitosa, y todo lo que sea éxito a uno lo reconforta”.
La Mary sigue siendo, sin duda, un punto de referencia para muchos en la industria del cine argentino, y su aniversario de oro es una oportunidad para reflexionar sobre el camino recorrido y las historias detrás de cámaras que forman parte de su legado.