El oxígeno, el bien más preciado
Luego que desde el gobierno bonaerense alertaron que su demanda se incrementó más del 300% en los últimos días, Infobae quiso saber en qué situación se encuentra el suministro en la zona del AMBA. Por qué es tan importante en el tratamiento de los pacientes graves.
La segunda ola de la pandemia golpea a la Argentina con toda su fuerza y, al estrés del sistema sanitario del que advierten las autoridades hace varias semanas, se sumó desde hace unos días la preocupación por el faltante de insumos clave en el tratamiento de los pacientes.
Uno de los principales recursos usados en el manejo clínico de las complicaciones que presentan quienes padecen cuadros severos de COVID-19 es el oxígeno. De allí que su falta vuelve más dramática -aún- la situación.
“La provisión de oxígeno es uno de los grandes problemas que tienen los países en el marco de las catástrofes de la pandemia”, reconoció a Infobae el médico infectólogo Roberto Debbag (MN 60253). “Pasó en Ecuador, Perú, ahora en la India; en Brasil supimos que se llegó a usar el oxígeno industrial en los pacientes con COVID-19”, señaló.
Por esa razón, en los principales centros de salud se está reforzando el suministro de ese gas enriquecido, que si bien corre por cuenta de cada jurisdicción, desde el comienzo de la pandemia el Ministerio de Salud junto con el Ministerio de Desarrollo Productivo siguen de cerca la ruta del oxígeno para garantizar que se prioricen las necesidades del sistema sanitario.
Desde el Ministerio de Salud bonaerense informaron a este medio que el problema que están teniendo “es que hay entre un 300 y 350% más de utilización de oxígeno que en otros momentos”. “No hay una faltante, pero sí una alteración en los procesos logísticos de entrega y distribución”, aseguraron.En el sector privado reconocieron a este medio que «la problemática existe», pero hicieron hincapié en que «es más un tema de logística del relleno de los tubos que de faltante en sí»
Y tras destacar que “la provincia de Buenos Aires tiene varios proveedores que entregan oxígeno”, señalaron que ya llegaron los primeros 300 concentradores de oxígeno (dispositivos electrónicos externos, que generan oxígeno para pacientes leves y moderados) que incorporaron y que el sábado se instaló una planta generadora en Ensenada, que se sumó a las que el año pasado se habían instalado en Quilmes y La Plata.
Fuentes de la cartera sanitaria porteña, en tanto, aseguraron que están “siguiendo el tema de cerca”, pero aún no registran faltante. “Tenemos tanques con gas líquido en cada hospital y de ahí se provee a todas las salas; eso nos facilita el manejo del oxígeno ya que son pocos los hospitales que se siguen manejando con tubos, que es lo que más complica la logística”, dijeron.
En el ámbito privado reconocieron a este medio que “la problemática existe”, pero hicieron hincapié en que “es más un tema de logística del relleno de los tubos que de faltante en sí”. “Se necesitan cuatro tubos por cada uno que está en uso efectivo para cubrir toda la logística, y para eso se necesitan más camiones también -apuntaron-. No falta el gas, faltan camiones y tubos”.
Por su parte, fuentes del sector explicaron que “hoy hay tres grandes empresas que producen la gran mayoría del oxígeno y hay otras pymes que lo hacen en menor cantidad”. “El oxígeno es un material de difícil manejo por ser inflamable y además tiene la dificultad de que no se puede stockear”, detallaron.«Hoy hay tres grandes empresas que producen la gran mayoría del oxígeno y hay otras pymes que lo hacen en menor cantidad» (Efe)
Y luego de señalar que este insumo tiene dos usos (medicinal e industrial) y hay dos tipos de oxígeno (el líquido y el gaseoso), describieron: “El gaseoso es el que se transporta en cilindros y es más sencillo de trasladar. El líquido es el que principalmente se provee a hospitales con camiones que lo descargan directamente en los tanques de los centros de salud. Los camiones de oxígeno líquido son complejos y requieren choferes especializados que son los que descargan el líquido”.
Después de una reunión llevada a cabo ayer por la tarde en la Casa Rosada entre el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, y su par de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y representantes de las empresas proveedoras de oxígeno, se acordó -entre otras medidas- que el Gobierno frenará las exportaciones de oxígeno y ordenó que toda la producción sea para uso medicinal mientras continúe la crisis sanitaria.
Alexis Doreski es médico especialista en medicina interna y neumonólogo (MN 141740) y ante la consulta de este medio señaló que “no es que falta oxígeno sino que la logística tiene un determinado ritmo de trabajo y cuando se aumenta mucho la demanda, al estar el sistema sanitario casi al 100%, la organización del transporte y la distribución no llega a cubrir la demanda”.
Para entender el rol de este insumo clave en el tratamiento de los pacientes con COVID-19, Infobae consultó al médico intensivista Arnaldo Dubin (MN 54527), quien explicó que “el COVID-19 es una enfermedad que fundamentalmente provoca una neumonía, la cual en etapas avanzadas comienza a comprometer la capacidad del pulmón como órgano de intercambio gaseoso y la consecuencia es que la presión parcial de oxígeno en sangre disminuye”.«La administración del oxígeno varía de acuerdo al paciente; a medida que se agrava el cuadro mayores son las necesidades» (Efe)
“El marcador de la insuficiencia respiratoria es la hipoxemia”, continuó el especialista, y ahondó: “El tratamiento es la administración de oxígeno, que se puede usar de distintas formas: con una cánula, una máscara, pero a medida que la alteración del intercambio gaseoso es mayor los requerimientos aumentan y llega un momento en que ya hay problemas en la mecánica respiratoria y en ese punto es necesario intubar y recurrir a la ventilación mecánica invasiva”.
En este punto, Doreski destacó que “el oxígeno es el motivo por el cual se hospitaliza a un paciente”. “Si un paciente no está en la casa es porque no tolera medicación por boca o está deshidratado y necesita que se le coloque una vía para estabilizar su estado de salud, o porque necesita oxígeno”, agregó.
“Cuando el aire ambiente -donde la concentración de oxígeno es del 21%- no alcanza, el paciente necesita que se aumente ese porcentaje con oxígeno suplementario”, explicó Doreski, al tiempo que consideró que “si no hay oxígeno en el sistema de salud el sistema queda obsoleto”.
Y tras reconocer que “la administración del oxígeno varía de acuerdo al paciente”, Dubin señaló que “a medida que se agrava el cuadro mayores son las necesidades”.
Una cuestión importante en la que el intensivista aseguró que se generó consenso entre la comunidad médica es que “es necesario mantener saturaciones entre 92 y 96 y no más”.
“Tener a los pacientes con niveles mayores de oxígeno puede ser contraproducente -amplió-. Es importante que los médicos cuidemos por un lado el mejor estado de los pacientes y además que no se malgaste este recurso de manera innecesaria y hacer un correcto uso de un bien que es finito”.
Sobre el valor que este insumo tiene en plena segunda ola, resumió: “Un requisito básico para la vida es mantener un adecuado nivel de oxígeno en sangre. Sin oxígeno la vida es imposible, se compromete la producción de energía en las células y las células mueren”.
Fuente: https://www.infobae.com/salud/2021/04/28/el-oxigeno-el-bien-mas-preciado-como-funciona-la-logistica-de-este-insumo-clave-en-la-pandemia/