“Discépolo fue nuestro primer punk”
Productos orgánicos hechos por jóvenes recuperados de adicciones, una medalla sobre las Islas Malvinas y un libro biográfico de Enrique Santos Discépolo fueron algunos de los regalos que el presidente Alberto Fernández le obsequió este jueves al Papa Francisco, durante la audiencia que mantuvieron en el Vaticano.
El libro de Discépolo no fue el único material de lectura que recibió el Papa: también se incluyó, en el tradicional ritual de intercambio de regalos entre mandatario y Sumo Pontífice, una traducción de La Divina Comedia, del italiano Dante Alighieri, de cuya muerte se cumplen 700 años en septiembre.
Discépolo. Una biografía argentina fue publicado en 1997 por Emecé –figuró en aquel entonces durante algunas semanas en la lista de los más vendidos del país– y reeditado 20 años más tarde por Editorial Planeta. Su autor es Sergio Pujol, historiador y escritor especializado en música popular.
La edición ampliada y corregida de 2017 consta de 452 páginas, divididas en 15 capítulos y cuesta $1.770. Se incluye en esta versión nuevas cartas y documentos, el paso por México del compositor, la génesis de Cambalache, las versiones discográficas de sus primeros tangos e imágenes poco conocidas de Discepolín.
“Pocas personalidades de la historia argentina, si acaso alguna, supieron desplegar como él un talento tan multiforme y osado: actuación teatral, dramaturgia, autoría y composición de tangos, dirección y actuación en cine, y distintas formas de intervención en radio”, describe Pujol a Discépolo en el prólogo de la última edición.
El autor indaga en el legado del compositor tras su muerte. ¿Qué nos queda de él?, se pregunta: “Sin dudas, las frases desgajadas de su agudo verbo”.
Alberto Fernández, junto al papa Francisco, en el encuentro del jueves.
Y cita: “A la honradez la dan por moneditas”, “Vale Jesús lo mismo que el ladrón”, “El verdadero amor se ahogó en la sopa…”, “Qué vachaché”, entre otras.
“El situaciones difíciles nos acordamos de él. Nos da letra, nos ayuda a nominar las cosas con humor amargo, sin perder nunca de vista la dimensión grotesca de la vida”, escribe.
Por último, lo caracteriza como “nuestro primer punk”: Discépolo no sólo fue “un existencialista avant la lettre, podría también decirse, arriesgándonos a la exageración extemporánea, que fue nuestro primer punk. En clave de tango, claro está”.
Otros libros de Sergio Pujol sobre referentes musicales.
Nacido en La Plata, en 1959, Pujol enseña Historia del siglo XX en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata y es investigador del Conicet.
En 2002 fue distinguido con el título de Fellow in Creative Writing por la Universidad de Iowa, y en 2007 con el Diploma al Mérito por la Fundación Konex.
Es autor de una vasta producción de libros dedicados a la música popular. Entre ellos, Jazz al sur (2004), Como la cigarra. Biografía de María Elena Walsh (2011), Valentino en Buenos Aires, Discépolo, una biografía argentina (2017), Historia del baile. De la milonga a la disco, La década rebelde (2002), Rock y dictadura. Crónica de una generación (1976-1983) (2005), En nombre del folklore. Biografía de Atahualpa Yupanqui (2007), Cien años de música argentina y Oscar Alemán, la guitarra embrujada (2015).
Quién fue Enrique Santos Discépolo
Enrique Santos Discépolo nació en Buenos Aires el 27 de marzo de 1901 y murió el 23 de diciembre de 1951. En ese medio siglo se convirtió en un arquetipo ético para los argentinos de varias generaciones y en “el prototipo del porteño” (esto último según lo describe Pujol en su libro).
Cursó su primaria en el Colegio Guadalupe, de Palermo. Huérfano desde la infancia, supo decir que, de niño, pasó de la timidez al miedo.
A los 16 años debutó como actor de teatro, de la mano de su hermano Armando. A los 17 escribió su primera obra de teatro, Los Duendes, en colaboración con Mario Folco. Después, El señor cura (1919), Páselo, cabo (1919), Día feriado (1920), El hombre solo (1921), El Organito (1925).
Enrique Santos Discépolo por Menchi Sábat.
Tiene 25 años cuando estrena su primer tango –Qué va-cha-che–, que, en ese momento, resulta un fracaso: inaugura ya la temática burlona, ácida y desesperanzada que signaría toda su producción.
En total, fueron 28 tangos, que constituyen una obra irrepetible. Siguieron Esta noche me emborracho (1928), Chorra (1928), Malevaje (1929), Soy un arlequín (1929), Alguna vez (1929), Victoria (1930), Justo el 31 (1930), Yira…yira (1930), ¿Qué sapa, señor?? (1931), Sueño de juventud (1931), Secreto (1932). Seguiría con Tres esperanzas (1933), Quien más, quien menos y Carrillón de La Merced (1934), con Alfredo Lepera.
Discépolo con Tita Merello, Tania y SofÍa Bozán.
En 1935, año de la muerte de Carlos Gardel, estrena Cambalache y El alma del bandoneón. Debuta en cine con Mateo, filme en el que logra una extraordinaria creación de un funebrero. Dirige los filmes Cuatro corazones (1939), Caprichosa y millonaria (1940) y Un señor mucamo (1940). En 1951 entrega su despedida como actor y libretista en la película El Hincha.
La lista de sus principales tangos se integra con Condena, Desencanto, Tormento, Martirio, Infamia, Uno, Canción desesperada, Sin palabras, El choclo, Cafetín de Buenos Aires y Fangal, el último, inconcluso y completado por Homero Expósito, años después.
Fuente: https://www.clarin.com/cultura/-discepolo-primer-punk-dice-biografia-alberto-fernandez-regalo-papa-francisco_0_TzZRBbzI1.html