Conflictos entre los mayores y sus cuidadores
La falta de entendimiento sobre cuáles son las necesidades de las personas mayores es el principal factor desencadenante de conflictos con sus cuidadores .“Solo por ser familiar uno no tiene por qué saber cómo cuidar a esa persona o cómo hay que adaptar sus necesidades conforme avanza la enfermedad”, explica. En su opinión, otros conflictos son ocasionados porque el cuidador no sabe cómo seguir adelante con su vida, cómo conciliar la familia y el trabajo o por cuestiones económicas.
Los conflictos dependen del tipo de enfermedad. “Cuando existe un deterioro cognitivo el cuidador sufre impotencia porque no puede controlar la situación”, también se da la falta de comprensión. “Cuando hay una incapacidad física, la dependencia puede derivar de física a psicológica dando lugar a la sobrecarga del cuidador y los chantajes emocionales inconscientes porque parte de la persona cuidada”.
Sin embargo, todas las fuentes consultadas coinciden en que la demencia, junto con su manifestación más grave como es el Alzheimer, es la patología que más problemas causa debido a los cambios de conducta que experimenta el enfermo y el impacto emocional para el entorno. “Los cambios conductuales son los que más se relacionan con altos niveles de carga, malestar emocional, fatiga, aislamiento, pérdida del control y un mayor riesgo de depresión”, puntualiza Trigo. Tener en cuenta las circunstancias que generan desencuentros es esencial para poder abordarlos.
La comunicación es clave para la resolución de conflictos
“La escucha activa, la empatía, la paciencia, el acercamiento al otro y a su sufrimiento son actitudes que están relacionadas con una buena comunicación cercana que puede ayudar a la resolver los conflictos mencionados”. En este contexto, desde Adamia recomiendan actuar con asertividad, es decir, la habilidad de expresar nuestro deseos de forma amable, franca, abierta y sin dañar a los demás. “El cuidador tiene que ser capaz de expresar sus sentimientos y el mayor o dependiente debe aceptarlos y también manifestar sus emociones”.
La actitud de ambas partes también es básica para la gestión de los conflictos. “El cuidador debe conceder autonomía a la otra persona, siempre adaptada a sus limitaciones, así como sería conveniente educar al mayor para que no abuse de los cuidador y rompa con el rol de enfermo”, especifica Trigo. En este punto, las expertas insisten en huir del círculo vicioso que se crea entre la dependencia de uno y la sobreprotección del otro porque solo contribuye a crear tensiones, más trabajo en el cuidador y la limitar la actividad de la persona cuidada.
Consejos para prevenir conflictos con personas mayores
Las directrices comunicativas y conductuales descritas son aplicables a la prevención de dichos conflictos. A esto se suma la aceptación de la nueva situación, los cambios que sufre la persona dependiente, el mantenimiento de una vida propia y el apoyo de personas externas.
1. Aceptar las necesidades del mayor. “Al principio afrontar el rol del cuidador es una tarea difícil que se puede conseguir de forma individual o apoyándose en familiares y amigos que hayan pasado por la misma situación”, indica Campos.
2. Descanso y ocio. Una vez que el cuidador asume sus nuevas obligaciones, éste tiene que disfrutar de tiempo libre para hacer actividades con su pareja familia y amigos porque reducirá su frustración o sentimientos negativos. En este sentido, Pinazo reconoce que el cuidador tiene unos derechos tales como desconectar, cuidar de sí mismo y compartir responsabilidades.
3. Delegar. En el proceso de conciliación es imprescindible que el cuidador aprenda pedir ayuda en aquellas ocasiones en las que no puede cuidar de la persona mayor, ya sea a otros familiares o profesionales sanitarios. “Sin este apoyo es muy difícil tener tiempo para ti”, recalca Trigo.
4. Tener empatía. Este aspecto es determinante ya que la mayoría de los desencuentros parten de la falta de entendimiento. “Hay que ver más allá de tus preocupaciones y necesidades cuando te conviertes en cuidador y ser capaz de comprender lo que quiere la otra persona”, apunta Campos.
5. Decir no a los chantajes. Como ya se ha descrito, los chantajes emocionales e incluso aquellos de forma inconsciente son una fuente de conflictos que deben evitarse así como los sentimientos de culpa y la sobreprotección.
6. Evitar la agresividad. “La expresión de pensamientos de manera agresiva contribuyen a la frustración y el agotamiento emocional”, describe Trigo. “Aquí hay que trabajar el autocontrol para aprender a comunicarse de forma correcta”, añade Campos.
Fuente: https://cuidateplus.marca.com/familia/mayores/2017/08/18/como-resolver-conflictos-personas-mayores-cuidadores-143962.html