Por qué la serotonina es clave para el bienestar
Pregunta: Hace cinco años que me sentía muy mal y siempre me decían que era estrés y que tenía encarar de manera diferente mis cosas. Por suerte, un médico me dijo que efectivamente era estrés pero en un análisis que me pidió apareció que tenía muy baja una sustancia que se llama serotonina.
Joaquín Cabrera. Mendoza.
Cada vez más con mayor frecuencia se detecta que una gran parte de la población tiene bajos niveles de serotonina, una sustancia química del sistema nervioso que resulta fundamental para tener un buen estado de ánimo, evitar la impulsividad, modular el dolor, controlar la ingesta de alimentos, sostener una satisfactoria sexualidad, disfrutar de las cosas cotidianas, entre otras muchas funciones.
Los motivos por los cuales resulta tan frecuente encontrar personas con este descenso apuntan a dos factores principales.
Uno de ellos es el estrés (concepto tan mencionado que puede a veces perder su trascendencia) y que en nuestro entorno cobra especial vigencia fruto no solo de la pandemia que atraviesa el mundo sino, además, de la incertidumbre económica, laboral, social que se vive de unos años a esta parte.
Una baja en los niveles de serotonina en el organismo causa estrés. Foto Shutterstock.
Estrés significa sobrecarga y una de las mayores razones que lo dispara –a veces silenciosamente– es la incertidumbre y un panorama futuro que se vislumbre poco previsible o negativo, ambos imprescindibles para aspirar a una vida emocional que pretenda ser saludable.
El estrés es un gran consumidor de serotonina por lo cual resulta más rápido lo que se gasta que lo que se produce, razón por la cual el organismo entra en un rápido y fácil déficit.
A su vez, la disminución de los niveles de serotonina en el sistema nervioso, agregado a otros cambios hormonales que suelen darse en paralelo, disminuye los recursos psicológicos y físicos para encarar satisfactoriamente las respuestas adecuadas a las situaciones de estrés.
Se genera así un círculo vicioso que suele terminar en cuadros de depresión, angustia, mal humor, irritabilidad, impulsividad, disfunción sexual, dolores persistentes, ataques de pánico.
La alimentación actual, con el alto consumo de harinas y azúcares refinados, influye mucho en la disminución de la serotonina.
Norberto Abdala, médico
Un segundo factor con influencia en la disminución de la serotonina es la alimentación actual, donde suele prevalecer la ingesta de alimentos que tienen mayor proporción de harinas y azúcares refinados.
Una dieta de este tipo no sólo se aleja de lo que debería ser una dieta saludable sino que, por el aumento de glucemia que genera, altera la absorción del triptófano, un aminoácido esencial (se llama así porque no lo fabrica el organismo sino que lo toma de alimentos que lo contienen) que es la materia prima imprescindible para que el cuerpo fabrique serotonina.
Para colmo, cuando una persona está estresada, su organismo le pide ingerir alimentos ricos en grasas, carbohidratos y azúcares, tres de los principales enemigos de la serotonina.}
Qué alimentos consumir
Conviene entonces –y si la economía lo permite–ingerir alimentos ricos en triptófano: pescados, pollos, huevos, leche, calabaza, legumbres, verduras, nueces, soja y germen de trigo. Estos alimentos además contienen omega 3, zinc y magnesio, también imprescindibles para la fabricación de serotonina (además del triptófano).
Consumir alimentos ricos en triptófano, como los huevos, ayuda a elevar los niveles de serotonina. / Archivo Clarín.
Tener los niveles de serotonina por debajo de lo normal se ha asociado a otras enfermedades, como el autismo, la esquizofrenia, hiperactividad, depresión, trastorno obsesivo compulsivo, colon irritable, fibromialgia, en las cuales muchas veces no se encuentra explicación de su génesis.
En la actualidad, el nivel de serotonina se puede medir en la sangre con un sencillo análisis de sangre.
Fuente: https://www.clarin.com/viva/serotonina-sustancia-clave-bienestar_0_u1T-fJ12F.html