Series sobre el lado B de la religión
La ficción argentina sobre evangelistas y políticos abrió el debate. Y aquí recomendamos un puñado de historias para creer o maratonear.
“Escribo ficción. Y la ficción es mentira. Puede ser una mentira verosímil o no, entretenida o no, que abre debates en la sociedad o no. Pero siempre mentira”. Con esas palabras, la escritora Claudia Piñeiro explicó lo que -en apariencia- no necesita explicación: el pacto de ficción.
La guionista y una de las creadoras de El Reino contestó a las críticas de los líderes evangelistas que la denostaron por una mirada artística, a pocos días del estreno de la serie que es un boom en Netflix.
La producción argentina, una radiografía del ascenso de los grupos evangelistas a la política, se mantiene en las diez más vistas de la plataforma. Y, a pocas semanas de su aparición, ya se confirmó una segunda temporada.
La tradición y las costumbres de los principales grupos religiosos y, más reciente en el tiempo, la espiritualidad contemporánea fueron un gran tema para producciones muy diversas en el cine y en las series. A raíz del debate que abrió El Reino, acá van cinco series de ficción y documentales para disfrutar y debatir, más allá de cualquier credo.
En «El Reino», Diego Peretti es el pastor Emilio, candidato a vicepresidente.
1) El cuento de la criada (Flow y DirecTV)
Primero fue una novela distópica, publicada en los ’80 por la canadiense Margaret Atwood y traducida a más de 40 idiomas. Luego una película en la década del ’90; también una ópera y un ballet. Pero el gran público conoció la historia a partir de la serie, estrenada en 2017, cuando Donald Trump llegaba al poder en los Estados Unidos.
«El cuento de la criada», un clásico en formato de serie.
En el contexto de una dictadura fundamentalista en la religiosa república de Gilead, una joven debe vivir como una concubina para dar hijos a su “señor” y, de esa forma, mitigar los problemas de fertilidad que hay en la sociedad. Las cuatro temporadas son una joya, que convirtieron a la serie en un ícono de la lucha feminista. Y a la que se acusó de “antirreligiosa”.
En alguna oportunidad, Atwood dio una respuesta categórica: “Si los Estados Unidos tuviera una dictadura, sería religiosa. El libro no es antirreligioso. Está en contra del uso de la religión como fachada de la tiranía; que es algo completamente diferente”.
La interpretación de Elisabeth Moss como Offred es una gema, que se merece todos los premios que cosechó en la historia de la serie. Terror y brutalidad sin concesiones para contar una historia cada vez menos distópica. Y más del ahora.
2) Wild Wild Country (Netflix)
La individualización de la experiencia religiosa y una búsqueda en sintonía con las necesidades contemporáneas dieron lugar a una gran cantidad de gurús. Quizás el más emblemático fue Chandra Mohan Jain, conocido mundialmente como Osho. La serie documental de Netflix, dividida en seis episodios de una hora, es un viaje fascinante al núcleo duro del hombre nacido en la India, que murió en 1990.
De él se decía de todo: que era un adicto al sexo y a las drogas, que era un loco, que era un orador fantástico y que eran tan rico que llegó a tener 93 autos Rolls Royce. La serie va mucho más allá del retrato de un líder espiritual. Tiene viñetas de bioterrorismo, agentes del FBI, armas y ciudades utópicas.
Todo en nombre de un mensaje de paz y amor. La serie no está exenta de momentos delirantes, pero no abandona los hechos reales y documentados con gran calidad.
3) Mark Hoffman: Un falsificador entre mormones (Netflix)
La religión es el telón de fondo para contar la historia de un maestro en el arte de la falsificación, con producción de BBC Studios para Netflix. Mark Hoffman “encontraba” documentos históricos de todos tipo hasta que comenzó a especializarse en la historia del Movimiento de los Santos de los Últimos Días, fundado en 1830 por Joseph Smith.
La serie de Netflix tiene tres capítulos de una hora.
Se fue haciendo famoso por los documentos en apariencia originales, que vendía a millones de dólares. Hasta que sucedió algo que lo obligó a cambiar sus planes. A lo largo de tres capítulos de una hora, la docuserie no sólo cuenta su historia, también amplía la mirada a los mormones del estado de Utah, su historia y su poder en la política de los Estados Unidos.
La perversidad de Hoffman, la exquisitez de sus falsificaciones y el poder de la fe son algunos de los ingredientes de la serie, que se pone interesante en la segunda mitad.f
4) Mesías (Netflix)
“¿Dios te quiere aquí? ¿En un centro de detención en Texas?”, le pregunta una agente del FBI al protagonista de Mesías en uno de los episodios iniciales. Impávido, él la mira fijo y le contesta: “Por ahora”. Un líder mesiánico, que viene de Oriente Medio y busca llegar masivamente a Occidente, es el protagonista de la serie, que tuvo un final abrupto en Netflix.
«Mesías» terminó de manera abrupta. ¿A causa de la presión externa?
Algunos conjeturaron que el cierre tenía una razón: los reclamos desde antes de su aparición por ser “una propaganda anti islámica”. La plataforma de streaming salió a contestar con un comunicado, que decía lo siguiente: “Mesías es una obra de ficción. No se basa en ningún personaje, figura o religión”.
A lo largo de diez capítulos, la serie muestra su carácter provocativo, pero quizás se queda a medio camino -el final abierto de una única temporada da esa sensación- y peca por querer abarcarlo todo. Las culturas, las creencias, las vinculaciones entre religiones… Quiere decirlo todo en formato de thriller de misterio.
5) Carnivàle (HBO)
Aunque ya tiene algunos años (2003-2005), aún se puede ver por HBO y tiene plena vigencia. Ambientada en la Gran Depresión de los Estados Unidos, cuenta la historia de un joven que se une a un circo itinerante. Hasta ahí una historia normal de alguien buscándose la vida.
La serie de HBO tiene casi 20 años y mantiene vigencia. Son 24 episodios repartidos en dos temporadas.
Pero -sin pero no hay historia- sus pensamientos coinciden con las de un pastor protestante bastante visionario, interpretado por Clancy Brown. En esa pequeña comunidad de freaks, donde abundan los tiradores de cartas y forzudos, aparece flotando todo el tiempo la noción del bien y del mal; por supuesto, de Dios y del Diablo.
Grabada en Santa Clarita (California), la serie –dos temporadas y 24 episodios– ofrece una mezcla extraña de cristianismo, caballeros templarios y masonería, con una cautivante banda de sonido de Jeff Beal.
La lista puede seguir con series como The New Pope, Poco Ortodoxa o João de Deus, curandero y criminal. Las narrativas son diversas y abarcan de las religiones más tradicionales a los nuevos movimientos que algunos estudiosos llaman “el capitalismo espiritual”. La oferta es tan amplia como la fe. E invita a cuestionar -o reivindicar- nuestras creencias.
Fuente: https://www.clarin.com/espectaculos/tv/proposito-fenomeno-reino-series-lado-b-religion_0_MjBiIndKk.html