Cómo se trata la incapacidad a la hora de andar


Destacamos: Familia y Embarazo

Destacamos:

CoronavirusMioma uterinoCalcular días fértilesMenstruaciónTemperatura BasalSeñales cáncer ovarioOvulación

  1. Home >
  2. Familia >
  3. Mis mayores >
  4. Cómo se trata la abasia o incapacidad a la hora de andar >

Cómo se trata la abasia o incapacidad a la hora de andar

El término abasia procede del griego (a-negación, basis-base, paso o acción de marchar) y describe la incapacidad para caminar. El médico francés del siglo XIX Paul-Oscar Blocq describió el síndrome Astasia-abasia como una parálisis de un movimiento o grupo de movimientos con una significación funcional.

En la abasia el paciente es incapaz de permanecer de pie y, por tanto, de andar. Se altera de forma específica la capacidad para caminar sin que en ocasiones exista un problema de movimiento, sensibilidad o coordinación en las piernas subyacente. Por esa razón, puede realizar todo tipo de movimientos activos estando sentado o tendido.

No existe un tipo de abasia más grave que otra según la causa. Su gravedad depende del grado de limitación o incapacidad para la deambulación autónoma que cause al paciente, siendo en algunos una limitación completa.

Causas de la abasia

Isabel Pareés, neuróloga y vocal del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología (SEN), señala que el síndrome puede aparecer por diferentes problemas: trastornos neurológicos funcionales, alteraciones de la marcha de nivel superior en pacientes ancianos, o debido a lesiones en el lóbulo frontal, cuerpo calloso o tronco del encéfalo.

En ocasiones, la abasia se puede traducir en un miedo o fobia a caminar que a menudo puede comenzar después de una caída fortuita, sobre todo en pacientes ancianos. El miedo les hace adquirir una marcha rígida que facilita la caída. “Se convierte en un círculo vicioso que les lleva a un sedentarismo extremo y acaban desarrollando atrofia muscular, impidiéndoles andar”, explica Manuel Martín Carrasco, vicepresidente de la Sociedad Española de Psiquiatría (Sepsiq).

En casos menos frecuentes, la abasia se puede traducir en un problema a nivel estructural cerebral. “En cualquier caso, es importante consultar con un neurólogo para hacer una valoración integral y conocer mejor la causa o los posibles tratamientos”, insiste Pareés.

La neuróloga puntualiza que, en las últimas décadas, ha habido un resurgir en el interés científico de estos trastornos y, actualmente, se entiende desde una perspectiva más amplia, donde factores psicológicos, biológicos y sociales parecen jugar un papel importante en el desarrollo de los síntomas. Esto ha tenido un impacto también a la hora de abordar estos trastornos desde el punto de vista del tratamiento.

¿Cuál es el tratamiento?

Los expertos coinciden en que la reeducación física de la marcha es importante para la abasia de cualquier origen. El objetivo suele ser mejorar los reflejos posturales y conseguir que los pacientes recuperen la confianza en sus capacidades locomotrices. En los casos donde existe fobia a caer, el tratamiento psicoterapéutico para mejorar la ansiedad anticipatoria puede ser de ayuda, así como abordarla como patología psiquiátrica en los casos más patentes.

“A veces les entra el miedo, no a caminar, sino a ponerse de pie. Debemos empezar por ahí. Primero en un ambiente controlado y seguro y luego fortaleciendo la musculatura”, aclara Martín. Por otra parte, los especialistas consultados comentan que es importante manejar la causa subyacente en los casos donde los síntomas se deben a problemas estructurales cerebrales.

El portavoz de la Sepsiq declara que, en muchas ocasiones, es el miedo el que les paraliza y les bloquea. Es entonces cuando manifiestan un cuadro inequívoco de ansiedad. Y añade: “En esos casos sería apropiado llevar a cabo un tratamiento farmacológico o a través de técnicas cognitivo conductuales para modificar las creencias erróneas de tipo catastrófico que puede tener el andar”.

Pareés ofrece esperanzas para aquellos que sufren este síndrome: “Es importante resaltar que, en su conjunto, independientemente de la causa, todos los pacientes con abasia pueden beneficiarse de estrategias encaminadas a la reeducación de la marcha”. El margen de recuperación es amplio, aunque para ello es necesario tener muy en cuenta los contextos en los que puede presentarse la dolencia para evitar errar en el diagnóstico y encontrar lesiones de tipo nervioso que suelen retrasar la curación.

Cuidados en casa

A nivel doméstico, el objetivo principal sería minimizar los riesgos de caídas que existen en estos pacientes. En el caso de personas mayores o de avanzada edad, es fundamental prevenirlas al máximo, ya que pueden acarrear graves consecuencias traducidas en pérdida de calidad de vida y autonomía.

Para ello, sería conveniente utilizar apoyos externos y retirar objetos prescindibles dentro del domicilio que a veces facilitan tropiezos, como por ejemplo las alfombras. Procurar que la casa cuente con una buena iluminación para ver bien todos los obstáculos, retirar cualquier tipo de cables del suelo, utilizar zapatos con suela antideslizante y situar los objetos que se usen con frecuencia a su alcance.

Además, es fundamental la realización de ejercicio adaptado a sus capacidades, ya que les permitirá tener mejor movilidad y será más difícil caerse.

Fuente: https://cuidateplus.marca.com/familia/mayores/2020/09/17/como-trata-abasia-o-incapacidad-hora-andar-174880.html